Alza de
Combustibles.
El descanso que dio la ENAP a los chilenos, con
una pequeña baja de las bencinas la semana pasada, se terminó y a contar de
mañana vuelven a subir en un promedio de casi $9 por litro de carburante,
registrándose una leve baja en la parafina y el petróleo diésel.
Creemos que después de tener al precio de los
carburantes, a cerca de dos dólares el litro, es necesario volver a exigir con
fuerza al Gobierno de turno que termine con esta monstruosidad que nos hace
pagar un 60% más que lo que pagan los norteamericanos por litro de nafta.
El impuesto específico a las gasolinas, que
incide aproximadamente en un 40% del precio de estos combustibles, se
estableció el año 1986 para financiar la reparación de la infraestructura vial
dañada por el terremoto de 1985.
Los chilenos, que ganamos bastante menos que
los norteamericanos, pagamos, comparando el precio por galón en USA y Chile, como
lo demuestran las fotos que incluimos al final de esta nota, casi un 60% más
que lo que cancelan los estadounidenses.
Llevamos 28 años de sobre precio en las
gasolinas, gran parte de la infraestructura vial fue vendida a concesionarias
privadas que han relevado la función Estatal de arreglar, reparar y mantener
expeditas la mayoría de las rutas y carreteras del país.
Se aduce para mantener este tributo, que
solamente es pagado por los automovilistas, no se puede eliminar por su alta
recaudación, lo que es falso, pues si todos los usuarios pagaran $5 por litro
adquirido, lo recaudado aumentaría hasta casi cuadruplicar los ingresos del Fisco.
Este impuesto, que se aplica con guarismos
bastante menores al diésel, es claramente discriminador contra quienes poseen
un automóvil, que hoy no es un lujo, y su aplicación discriminatoria favorece a los vehículos más
caros y más contaminantes.
Es de justicia terminar a la brevedad posible
con este tributo retardatario, que establece una carga desproporcionada contra
los dueños de automóviles y beneficia claramente a los más ricos, a las grandes
empresas y a la industria minera.