Por favor, Presidente, cámbielos ya, por Mario Montes Tagle. 19/AGOSTO/2007
Caradura, mentiroso, engañoso, farsante, desvergonzado, patrañero, falsario, sinvergüenza, fulero, embustero, falso, audaz, hipócrita, atrevido, simulador, inepto,
incompetente, fueron algunas de las expresiones que se nos vinieron a la mente al escuchar las respuestas de Bolisario Velasco Baraona a la interpelación que le hiciera la oposición.
Los primeros epítetos nos aparecieron espontáneamente al escucharlo desdecirse de lo que el mismo había informado, sobre el conocimiento de la Presidente Bachelet de todos los antecedentes sobre la puesta en marcha del Transantiago. Los segundos, respecto a la idoneidad del funcionario, al ver la mala manera con que ha conducido el Gabinete.
Al principio pensábamos que la Presidente había tenido mala suerte al elegir a sus colaboradores, ahora estamos convencidos de que estábamos equivocados, carece de la capacidad suficiente como para evaluar a su “personal de confianza”, por lo que ha debido mantenerse en el vergonzante ejercicio del cuoteo político. Nuestra Gobernante no tiene talla de Estadista.
Por lo que hemos visto, comprendemos que le es sumamente difícil aceptar sus propios errores, pero, mientras antes decida cambiar su Gabinete, antes dejaremos el paso cansino con el que se mueve la Administración. 4 Gobiernos de la Concertación, más los 17 meses y 8 días de este Gobierno, han detenido el impulso desarrollador que Chile había adquirido.
Apelamos, una vez más a la buena intención de la Mandatario, para rogarle, por el bien del país y el futuro de nuestros jóvenes, que rápidamente cambie a su cuerpo de asesores. Gente capacitada existe en nuestra Patria, lamentablemente no han sido considerados por la Presidente. Chile no puede seguir farreándose las posibilidades, ya nos hemos farreado muchas.
Señorita Michelle Bachelet, aunque somos opositores a su Gobierno, como chilenos solo esperábamos que lo hiciera bien, sobre todo contando con un Congreso propio y una enorme cantidad de dinero en las arcas fiscales. Terminemos con el sainete ministerial, con divergencias impresionantes, demuestre esas cualidades de líder que nos ofreció.
Chile no merece las chapucerías con que lo están gobernando, como el Transantiago o la Educación, como tampoco se justifica la notable incapacidad o falta de integridad de los funcionarios concertacionistas, como ha ocurrido en las Empresa de Ferrocarriles del Estado o con las platas destinadas a crear nuevos empleos.
NOTA DEL EDITOR:
Los días domingo solamente publicaremos un comentario de nuestro director, o algún articulo, de otros medios, que sea representativo de nuestro pensamiento.
