Todo el país está rezando por un milagro
que mantenga con
vida a la joven Trinidad Gelfenstein que
fue sometida a un
complicado trasplante de pulmones y corazón.
El Presidente Sebastián Piñera, con los
Ministros Andrés
Chadwick, Patricia Pérez, Catalina Parot, y Carolina Schmidt,
promulgó ayer la Ley Antidiscriminación.
Al menos cinco muertos a causa del
dengue y seis casos de
cólera son parte del complejo cuadro
epidemiológico que
enfrenta a la ciudadanía de La Habana,
capital de Cuba.
Titulares
noticiosos destacados de la jornada...
Mientras
todo el país ora por un milagro que salve la vida de la joven
Trinidad Gelfenstein, a la que se realizó un complicado trasplante
de corazón y los dos pulmones...el Presidente Sebastián Piñera
promulgó la Ley Antidiscriminación...el Banco Central mantuvo la
tasa de interés, por sexto mes consecutivo, en 5%...Golborne
inspeccionó obras del Aeropuerto de Santiago y anunció
ampliación...la Intendencia de la Región Metropolitana mantuvo para
hoy la alerta ambiental...las bolsas del mundo sufrieron un derrumbe
como resultado del pesimismo de los inversionistas sobre la salud de
la economía global....crece tensión entre Obama y Romney por
acusaciones mutuas de faltar a la verdad...explosión de camión con
combustible dejó al menos 95 muertos en Nigeria... hallaron nuevo
narcotúnel en frontera entre México y Estados Unidos...
SIETE
TEMAS DE INTERÉS PÚBLICO
Salario
mínimo y otras yerbas,
por
Sergio Melnick.
La
discusión sobre el salario mínimo es francamente impactante. La CUT
es la única que cumple su papel: pedir todo lo que pueda como
estrategia de negociación. Pero la CUT sólo defiende a los que
tienen empleo, no a los desempleados, que debiera ser nuestra
prioridad nacional. Total, los desempleados no se pueden organizar.
Los que reciben el salario mínimo son, en su gran mayoría, jóvenes
que se inician en el mercado laboral, y que no tienen calificaciones
de ninguna especie. Este es el segmento de mayor desempleo en Chile.
Un salario mínimo alto les bloquea la entrada al trabajo donde se
capacitarán y podrán aspirar a mejores rentas. En eso la
Concertación fue siempre responsable mientras Gobernó. ¿Por qué
se ponen ahora tan irresponsables? Las políticas sociales están
diseñadas para complementar el salario bajo de las personas. Por
ello, técnicamente es necesario distinguir el salario del ingreso.
Justamente para eso el Gobierno ha aprobado el ingreso ético
familiar y el resto de las políticas sociales.
Amigos,
¡es tan fácil ser generoso con la plata de los demás!
Por
eso esta discusión se ha transformado en una especie de bingo
popular. Todos quieren “dar” un poco más, pero, claro, con la
plata de los otros; en este caso, con la de las pequeñas empresas,
siempre en la balanza de la sobrevivencia. Así, vemos un Diputado
cantinflero que grita y gesticula, que confunde el Congreso con la
feria pública, que hace parodias ridículas con los cuchuflíes u
otro snack, y que se califica a sí mismo un doctor en economía.
¿Qué tipo de doctorado será ese? Me encantaría ver su disertación
y saber quién fue el profesor guía. La Concertación, por su parte,
trata de borrar con el codo lo que hizo técnicamente bastante bien
durante 20 años de Gobierno.
Nuestra
clase política, especialmente la izquierda, se ha perdido en la
estratósfera. Afortunadamente, el Gobierno ha mantenido la cordura.
En esta parafernalia de ofertones, su postura no es popular, pero sí
seria y ve al país como un todo; su prioridad es el empleo y los más
pobres. Carlos Larraín estuvo notable cuando señaló que a la
izquierda le preocupan los ricos, y a ellos los pobres. Por cierto,
se equivocó con el salario mínimo, porque lanza una cifra sacada de
la manga, no del análisis económico. Le bajó un descuido
populista, pero en general no es su estilo; yo lo considero un gran
político.
Volviendo
a la izquierda, a veces da la impresión, por las políticas que
proponen, de que quisieran perpetuar la pobreza más que erradicarla.
La historia muestra que nunca han logrado de verdad ayudar a los
pobres. Chávez, Morales, Fernández y Correa harán lo de siempre:
arruinar a los países que Gobiernan, y con ello ahondar la pobreza.
¡Para qué hablamos de la dictadura hereditaria de Cuba!
El
éxito histórico de la Concertación fue mantenerse al centro.
Ahora, sin embargo, reniega de su obra y se quiere mover a la
izquierda. El PS quedó descolocado con la notable movida de
Quintana, que se interpuso entre ellos y el PC, obligándolos a
cubrir ese flanco que consideraban seguro y que habían descuidado.
El PRSD en este cuento es sólo comparsa. Y aparecen paradojas como
la del candidato Velasco, que despedaza a la Concertación, pero
aspira a ser su representante. De patio. Más curiosa es la
indecisión de Bachelet, cuyo arte es no tener posiciones, no hablar,
no opinar, decir cosas vagas y creer que podrá manejar la
des-Concertación que tiene su sector. Ya Quintana le advierte que,
si no se hace cargo de un programa más radical, no la apoyarán. En
la DC, Bachelet tiene fuertes detractores. ME-O la abruma por los
flancos. Gómez irá a la carga. Jocelyn- Holt era de su sector y
tiene denuncias que hacer. Velasco cree ser mejor que ella. Todo este
cuadro es pasto fresco para el populismo, como lo vemos en lo del
salario mínimo. Lo mismo ocurre con el binominal, que sólo le
interesa a esta clase política desprestigiada, que al final del día
sólo quiere más cupos y lucas.
En
suma, a los políticos, especialmente a la izquierda, les encanta ser
generosos con las platas de los otros. La prioridad, sin embargo,
deben ser siempre los más pobres, y en especial los desempleados
jóvenes. La verdadera política salarial es el dinamismo de la
economía, que depende de la inversión, la buena gestión, las
reglas claras, la sindicalización inteligente, la administración
responsable de las finanzas públicas. En todo esto el Gobierno no se
ha equivocado ni un milímetro, y ha seguido avanzando, a pesar de
muchos de los políticos, no gracias a ellos.
Necesitamos
más emprendedores,
por
Roberto Ampuero.
En
una etapa en que algunos instalan los derechos en el centro del
debate nacional, pero dejando en segundo plano los deberes del
individuo hacia la sociedad, resulta estimulante conocer a personas
que ven su meta en el aporte a ella. Siento que en los últimos años
se ha propagado en el país una mentalidad de acreedores en este
sentido. Muchos piensan que aquello que no han logrado constituye una
deuda del Estado o los demás para con ellos, que el Estado es el
culpable de sus fracasos y, por eso, en lugar de analizar las causas
de sus problemas, apuntan rápido el dedo acusador hacia los demás.
La tendencia persiste en un mundo que se cae a pedazos y en que las
democracias industriales afrontan una crisis que compromete al Estado
asistencial.
"No
preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino que puedes hacer tú
por tu país", decía John Kennedy. Y tenía razón. De tanto
exigir del Estado asistencial, la gallina de los huevos de oro está
agonizando en la era de la globalización y la emergencia de nuevas
potencias. Conviene preguntar no sólo si nuestras escuelas enseñan
a debatir esgrimiendo argumentos y escuchando al que piensa
diferente, desafío enorme para maestros, familias, nuestro lenguaje
y forma de pensar. También es bueno preguntar qué enseñan las
escuelas sobre el funcionamiento de los países, el papel de los
impuestos, los límites del Estado, la necesidad de atraer inversión
nacional y extranjera, el rol de los emprendedores, el origen de los
tributos con que se financian los países. ¿Se enseña a los
escolares nociones de economía para que, cuando adultos, puedan
diferenciar entre políticos responsables y encantadores de
serpientes? ¿Se enseña en clases por qué en el siglo XX fueron
derrotados el fascismo y el comunismo? ¿Y aprenden los alumnos sobre
la globalización y el impacto que ella tiene sobre sus aspiraciones
profesionales y futuro? Me temo que es deficitaria la educación
sobre este mundo en transición, lo que atenta contra el análisis
del presente y los sueños de muchos. Sin esa visión, los jóvenes
son hojas en el vendaval de los cambios mundiales y tienden,
lógicamente, a buscar a través de demandas sociales una certidumbre
que, por desgracia, el mundo actual ya
no brinda a nadie.
Recientemente
visité, en Malinalco, pueblo cercano a Ciudad de México, la obra
humanitaria de Las Hermanas del Buen Samaritano, que atiende
gratuitamente a enfermos de escasos recursos en un magnífico centro
de acogida. Tres monjas chilenas, heroínas anónimas, son el alma de
la infraestructura donada por empresarios mexicanos. En uno de los
bellos "pueblos mágicos" de México, las religiosas se
dedican a atender al prójimo, posibilitando atención médica,
ofreciendo cuidados, brindando trato digno a enfermos abandonados en
la etapa final de sus vidas. Siento que hablamos mucho de quienes
exigen y demandan, pero poco de quienes aportan. Con mucha razón,
todos quieren mejor educación para conseguir buenos trabajos, pero
pocos se ocupan de cómo formamos a los emprendedores que crean esos
puestos de trabajo. Basta con examinar los monumentos levantados en
Chile, dedicados a héroes, políticos y, a veces, artistas. ¿Cuántos
corresponden a emprendedores? En una reciente visita al imponente
Instituto Tecnológico de Monterrey me sorprendió su filosofía: no
sólo formar profesionales de primer nivel, sino también
emprendedores que creen plazas de trabajo y eleven el PIB. No hay
duda de que de un país que prospera, como Chile, surge una
ciudadanía más empoderada y exigente. Conviene, por eso, prestar
mayor atención a quienes aportan a la sociedad mediante la entrega
solidaria o la creación de puestos de trabajo, mediante el aporte
humanitario desinteresado o el legítimo afán de emprendimiento y
ganancia.
Jugando
al truco,
por
Susana Sechi.
La
situación del país es insostenible. La recesión de la
economía se cierne en pos de un panorama cada vez más complejo y
desestabilizante. Las medidas adoptadas por el régimen son las
mismas que prevalecen en la Venezuela de Chávez, tanto en lo
institucional como en lo económico. La intervención en el mercado
cambiario y las presiones a la banca privada así lo demuestran,
estos controles afectan las libertades y alimentan aún más la
desconfianza provocando un efecto negativo.
Los
índices de inflación en ambos países han destruido la capacidad de
ahorro de los ciudadanos, imposibilitados de preservar el valor de su
dinero por medio de la negada compra de moneda extranjera. En el
primer semestre del año Argentina superó a Venezuela,
consagrándose en el país con más inflación de Sudamérica.
Ante
estos antecedentes la reacción del régimen es apostar a la
confrontación y negar, la situación.
Honestidad
intelectual es el pedido nacional a una señora que no la
tiene y como máxima representante del país ( según dice que lo es)
viola públicamente los mandatos Constitucionales que garantizan la
independencia del Poder Judicial, y como si esto no fuera tan grave,
se le suma el respaldo de funcionarios y Legisladores en total
desmedro de sus representados.
Viven
del pueblo, lo insultan, se burlan, lo acusan, violan sus
derechos, lo estafan, le mienten, permiten que se lo mate y lo
demonizan. Si se llevaran estos parámetros a un análisis
sociológico se podría interpretar que ese pueblo está en mano de
una secta satánica manejada por un Armagedón dominante que tuerce
el brazo a todo principio moral y republicano.
Las
conductas de quien se presenta como Presidente de la Nación y su
conducción durante tan caótico período, en el que se ha
desenvuelto moviendo las piezas a partir del apercibimiento público
y utilizando marionetas para multiplicar el efecto, ha logrado que el
uso de la “teoría del complot” trascienda los límites de la
Casa Rosada.
Es
así que estas prácticas se reeditan en el territorio de la
Provincia de Buenos Aires, esa jurisdicción que se encuentra
hipotecada, desbordada por la indigencia, el narcotráfico y la
delincuencia que día a día cobra sus víctimas, mientras el
Gobernador Scioli y la Presidente juegan al gato y al ratón.
Estas
ajadas figuritas que histeriquean detrás de un poder alquilado están
llegando a un límite peligroso, acusando a quienes les dan de comer
con tal de esconder sus culpas, aunque porten mochilas cargadas con
miles de víctimas sobre sus espaldas.
Cuando
la sociedad bonaerense es sacudida por un delito violento que aumenta
con el correr de las horas, a la vista de los funcionarios, y
aquejada por una realidad donde prevalecen las ambiciones políticas,
ha comenzado a alzar su voz ante el desprecio de los principales
actores que los están llevando a la crispación, estos se encuentran
absorbidos por la lucha del poder, en tanto desatienden las urgencias
de esos sentidos reclamos de justicia y seguridad
En
medio del diluvio
…
cuando
el país se va a pique arrastrando con él a millones de ciudadanos
de a pie, el Gobernador y la Presidente pelean por los
dineros de esos ciudadanos condenados, como si fueran de su
propiedad. Se acusan mutuamente de sus culpas, sin importarle en lo
más mínimo el cruel destino de la sociedad, ambos se juegan al
truco una candidatura Presidencial para el 2015 de un país que se
desploma moral y económicamente.
Fiesta
del populismo en América Latina.
Casi
880 millones de dólares ha gastado el Estado argentino durante tres
años en las transmisiones de fútbol por televisión, cifra que
muchos creen excesiva en época de crisis, y tanto más porque la
compra de los derechos por 156 millones de dólares fue una decisión
personal de la Presidenta Fernández en medio de una disputa con el
diario Clarín, que tenía los derechos de transmisión, y como
corolario de una campaña legislativa. "Fútbol para todos"
se transmite por TV abierta y sólo tiene publicidad de las empresas
del Estado y de actos oficiales -esto es, el Gobierno dispone de un
amplio espacio de propaganda que llega a todos los sectores sociales.
La
transmisión del fútbol es sólo una de muchas medidas de populismo
extremo que ha tomado la Mandataria argentina, entre ellas "LCD
para todos", una campaña previa a su reelección el año
pasado. El Gobierno kirchnerista ha ido acumulando muchos otros
subsidios y regalías que no se limitan a las necesarias subvenciones
a salud y vivienda, o la asignación familiar y los seguros de
desempleo, que forman parte natural de la red social que cualquier
país destina a los más vulnerables: casi toda la población, no
sólo los más pobres, se beneficia de altos subsidios a la energía
y al transporte, que significan un gasto de 15 mil millones de
dólares al año. Acosada por los problemas financieros, en enero la
Casa Rosada eliminó dádivas a varias empresas grandes, como la
telefonía y bancos, entre otras, y también a algunos barrios de
mayores recursos, asegurando que los recortes de subsidios se
ampliarían a otros sectores. Sin embargo, la baja de popularidad de
la Presidenta y las crecientes manifestaciones de descontento
ciudadano hicieron retroceder al Gobierno en esta materia. El Estado
argentino gasta más de 70 mil millones de dólares al año en
subsidios.
Las
medidas populistas de "la señora K" no son únicas en
América Latina. La fiesta de la generosidad con bienes Fiscales está
enraizada en Venezuela y se ha diseminado como reguero de pólvora
por la Región. Así, los venezolanos recibieron cocinas y otros
electrodomésticos durante las campañas electorales de Chávez.
Tienen alimentos con precios regulados muy bajos, y precio fijo para
muchos bienes de consumo. Además, gozan de la bencina más barata
del mundo -pueden llenar el estanque de sus autos por apenas un
dólar.
En
Bolivia, algo similar: el litro de bencina cuesta sólo 53 centavos
de dólar; cuando en diciembre de 2010 Evo quiso subirlo a un valor
cercano al de mercado, se produjo el "gasolinazo", una
protesta que lo golpeó tan fuerte, que aún no recupera la
popularidad (y quizás la Autoridad) perdida. Más de 506 millones de
dólares destina el Gobierno boliviano a subsidiar los combustibles.
Los bolivianos más pobres también disfrutan de altos subsidios a la
electricidad, con los que pueden rebajar el 25 por ciento de la
boleta de consumo. En Ecuador, otro productor de hidrocarburos,
también los carburantes están subvencionados.
Sería
alarmante que los países más serios de América Latina imitasen
semejantes políticas. En Brasil, Colombia, México, Perú o Chile,
los programas sociales han respondido tradicionalmente a políticas
de largo plazo, que buscan mejorar las condiciones sociales de los
más desfavorecidos, y no están burdamente dirigidos a buscar el
voto en los periodos eleccionarios.
Doctrinarios
y pragmáticos.
La
UDI acaba de realizar un Consejo Directivo ampliado marcado en la
prensa por las diferencias entre dos grupos que los medios de
comunicación han bautizado como “doctrinarios y pragmáticos”.
Es innegable que algo está pasando en este sentido, la existencia de
distintos documentos emanados de Senadores y Diputados marca énfasis
claramente diferentes entre unos y otros en materias económicas y
sociales. La existencia de estos dos grupos, o sensibilidades como se
acostumbra a decir en política, requiere de una reflexión profunda
de todos quienes somos parte de la UDI y a la que modestamente quiero
contribuir.
Toda
organización política debe ser doctrinaria y pragmática al mismo
tiempo, ambos atributos se requieren y de ello no deviene
contradicción alguna, pues se aplican a aspectos diferentes. En
aquello que es esencial, que define la razón de ser de un partido,
es imprescindible ser doctrinario, pues no hacerlo implica abandonar
posiciones de tal importancia política que inevitablemente otro
liderazgo las ocupará, menguando seriamente el núcleo del
electorado de aquel que se alejó de su doctrina. Pero en todo
lo que es secundario, lo que podríamos llamar meramente táctico, se
debe ser pragmático. Cuando Jaime Guzmán votó que no a la
reforma constitucional que permitía indultar terroristas, aunque
sabía que con ello se jugaba la vida, como efectivamente ocurrió,
dio un testimonio de actuar doctrinario; pero cuando en el retorno de
la democracia negoció las mesas del Senado y la Cámara de Diputados
con la Concertación, dio un ejemplo brillante de pragmatismo. Guzmán
era doctrinario y pragmático, pero no se equivocaba respecto de a
qué se aplica cada cualidad. El problema está cuando se pierde la
claridad para distinguir ambos tipos de materias y se es pragmático
en lo esencial o doctrinario en lo accidental, pues en ambos casos se
camina hacia el fracaso.
La
pregunta entonces es qué es lo esencial para la UDI, aquello en lo
que sus dirigentes no pueden ser pragmáticos. En mi opinión, tiene
que ver con dos definiciones sustantivas y una de estilo.
Primero, la adhesión a una visión de raíz cristiana del ser humano
y la sociedad. Ello no implica ser un partido confesional, ni
se refiere a dogmas religiosos, pero evidentemente tiene
consecuencias en el concepto de libertad individual, de familia y de
la relación de la persona con el Estado. Esto puede tener
consecuencias que, en la sociedad de hoy, sean efectivamente más o
menos impopulares. En segundo lugar, la adhesión a un modelo
de desarrollo en que el progreso de las personas no se busca haciendo
crecer el Estado, ni a punta de subsidios o regulaciones, sino con el
trabajo y la prosperidad que trae un mercado libre. Por último,
el repudio a la demagogia como forma de hacer política, pues la
popularidad fácil sólo hunde para siempre en la pobreza a los más
pobres.
Abandonar
estos tres aspectos no sería pragmatismo, sino una redefinición que
llevaría a un partido diferente, el que, me temo, a corto andar se
desintegraría arrastrando consigo la estabilidad de toda la
centroderecha. La UDI es demasiado importante para arriesgarla
confundiéndose en algo tan esencial.
Legislación
para resguardar el orden público.
Con
el ánimo de dar espacio para la negociación en torno a los
contenidos del proyecto de ley que fortalece el resguardo del orden
público, la comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de
Diputados ha postergado su votación del mismo. Dada la importancia
del proyecto y del tema que trata, es oportuna la decisión de
discutir a fondo sus alcances, con el objetivo de llegar a acuerdos
que permitan una adecuada protección de las personas y la propiedad
pública y privada. Se espera que la votación del proyecto en la
comisión tenga lugar la próxima semana.
El
debate sobre el proyecto se reactivó tras la violencia que se
desencadenó luego de la marcha convocada por agrupaciones de alumnos
el 28 de junio. En esa ocasión, grupos de encapuchados se
enfrentaron a la fuerza pública, atacaron vehículos policiales,
provocaron destrozos y saquearon establecimientos comerciales. Tras
los incidentes, el Ministro del Interior llamó al Congreso a aprobar
el proyecto presentado a fines de septiembre de 2011 por el
Ejecutivo, a raíz de los disturbios y daños provocados en el marco
de las protestas y tomas estudiantiles.
La
iniciativa, que consiste en una serie de reformas al Código Penal,
al Código Procesal Penal y a la ley sobre control de armas, ha sido
duramente criticada desde la oposición, la Confech y gremios como la
Confusam. Estos señalan que el proyecto criminaliza la participación
en marchas y manifestaciones, deja sin acotar adecuadamente algunos
delitos, no discrimina sanciones para conductas distintas y vuelve a
tipificar delitos que ya están sancionados en otros cuerpos legales.
Estas críticas deben ser dilucidadas en el análisis Legislativo,
sin que se pierda de vista que el proyecto apunta en lo central
a la necesidad obvia de contar con mayores herramientas para evitar,
como ha ocurrido reiteradamente, que el orden público sea alterado
por la acción de personas que recurren a la violencia, afectando la
convivencia y los derechos de terceros.
La
protección de la ciudadanía es una obligación del Estado, y el
Gobierno no puede dejar de lado su deber de resguardar el orden. La
legislación propuesta está orientada en ese sentido y, hechos los
perfeccionamientos que surjan de su evaluación, debería ser útil
para sancionar y disuadir a quienes pretendan promover desmanes y
desórdenes, desnaturalizando así el legítimo derecho a expresarse
en forma pacífica.
Lo
que cabe preguntarse es si la causa de la impunidad que se aprecia
actualmente en estos actos es atribuible sólo a los vacíos legales
o si también es insuficiente la voluntad real de las
Autoridades de Gobierno, policiales, del Ministerio Público y el
Poder Judicial de aplicar la Legislación que hoy sanciona estos
delitos. El bajo número de formalizados por los disturbios de 2011 y
de este año sugiere que, más que una ausencia de instrumentos
legales para sancionar a quienes transgreden las normas relativas al
orden público, lo que existe es una falta de determinación para
perseguir efectivamente a los infractores y sancionarlos. De poco
serviría aprobar, eventualmente, una nueva Legislación como la que
ha sido presentada ante el Congreso si es que al final ésta no es
utilizada adecuadamente para acusar judicialmente a las personas que
actúan con violencia de manera flagrante.
Muertos
por dengue y casos de cólera en La Habana.
“Se
habla de entre cinco y diez muertos por dengue. No sé exactamente
porque esas cifras se manejan con mucho misterio, pero estamos
fajados con los ‘pinchos’ [dirigentes] para que se
pongan los datos reales en la prensa y la gente cree conciencia de lo
importante que es seguir las medidas preventivas”, dijo a Café
Fuerte una empleada Ministerio de Salud Pública (MINSAP), quien
pidió no ser identificada.
Al
menos uno de los fallecidos residía en El Cerro, de acuerdo con
un vecino de ese Municipio habanero que citó Café Fuerte.
Aunque
hace una semana la prensa oficial reconoció solo tres muertos por el
cólera en la Región oriental del país y aseguró que la situación
ya estaba “controlada”, fuentes consultadas por Café Fuerte
indicaron que en el país han muerto al menos 15 personas por la
infección y que hay casos en casi todos los Municipios habaneros. El
sábado la cadena BBC reportó que una mujer de 60 años fue
hospitalizada con cólera en la capital, el primer caso conocido en
ese territorio.
Pero
la cifra aumentaba el lunes. “Confirmado brote de cólera en
el Guajay, en La Habana, cierran cafeterías y paladares. También en
el Guatao”, informó la agencia Hablemos Press en un mensaje de
Twitter.
La
capital cubana tiene más de dos millones de habitantes, muchos de
ellos hacinados en vetustos edificios de los Municipios Centro Habana
y Habana Vieja. Las pésimas condiciones higiénicas, unidas a la
carencia de agua corriente y la desinformación por el secretismo con
que el régimen enfrenta temas que considera “perjudiciales” para
su reputación como “potencia médica”, pudieran estar llevando a
La Habana a una crisis epidemiológica de graves consecuencias.
“Hay
alarma médica, ciudadana y epidemiológica”, señaló un vecino
del Municipio Diez de Octubre a Café Fuerte. “Ha llovido mucho en
los últimos dos meses y hay una mosquitera tremenda, las condiciones
sanitarias de esta ciudad, alcantarillas, calles, desagües etc.,
están en muy malas condiciones y todo eso propicia criaderos de
Aedes Aegypti (mosquito transmisor del dengue)”.
Las
brigadas de lucha contra vectores están movilizadas realizando
labores de detección del Aedes Aegypti, y fumigación casa por
casa, mientras que equipos de enfermeras visitan los hogares de
personas con posibles síntomas de la enfermedad.
Se
están ofreciendo cursos intensivos a los enfermeros y doctores,
a la vez que se revisan y distribuyen los materiales médicos para el
tratamiento del cólera y el dengue. Anualmente el MINSAP elabora un
plan para el verano con el fin de fortalecer las acciones sanitarias
y disminuir los riesgos de enfermedades como dengue, cólera,
conjuntivitis viral, leptospirosis y rabia canina, según Café
Fuerte.
“Se
está valorando hacer fumigaciones masivas, en vez de casa por casa,
y tomar medidas más drásticas, pero los jefes no quieren crear
pánico en la población”, dijo la empleada del MINSAP.
Nota
de la Redacción:
Como
avisamos hace unos días nos encontramos de vacaciones, por ello
reproducimos artículos interesantes tomados de la prensa nacional y
de origen internacional, con cuyas conclusiones tenemos una gran
porcentaje de acuerdo, los que creemos deben ser considerados en los
análisis que se hacen al momento de tomar determinaciones políticas.
Reacción
Chilena.
LA
DEMAGOGIA Y EL POPULISMO SON PAGADOS
POR
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