sábado, 31 de mayo de 2014

Argentina: Cuando el populismo supera la racionalidad económica…



Porque como muchos hemos llorado por lo que le pasa a la hermana República Argentina, esperamos, artículo sea un llamado de alerta para que los chilenos, especialmente quienes están hoy en el Gobierno,  no repitamos la fracasada “receta” de nuestros vecinos.




Argentina: Cuando el populismo supera la racionalidad económica…por Rafael Aldunate


Es cuando la conducción política unipersonal predomina sobre las políticas públicas consistentes como consensuadas, y el designio como consigna es el poder por el poder. Y la confrontación es una oportunidad de lograr y arraigar espacios de mayor influencia monolítica. No es una opinión personal con sesgo dogmático. El Índice de Libertad Económica realizado por la prestigiosa Fundación Heritage refleja una Argentina ocupando el decadente Nro. 166 entre 178 países, y donde son afectadas mayormente las libertades de inversión, negocios y laboral, sumado a un descontrolado gasto Fiscal en busca del predominio de las decisiones Estatales, sin aprobación o test del mercado; es decir, de las personas.

Y para probar y sustentar el excesivo personalismo en las formas de Gobernar, que solo se ha profundizado en la administración de Cristina Fernández, hay otro informe de reconocimiento mundial, el Ranking de Competitividad 2013-2014 del World Economic Forum, donde Argentina ocupa el lugar 104 entre 148 países, todos sujetos lógicamente al mismo riguroso método de evaluación.


En contraste, la economía internacional no ha afectado sus precios de exportación de sus más gravitantes ítems, a diferencia de Chile. No es así sorpresa su peor posición en la categoría ” Instituciones ” donde obtiene el lugar Nro. 143 del ranking, superado solo por países extremos como Haití, Venezuela y Angola. He aquí lo medular…


Por ello es que es extraordinariamente complejo y exigente, como sujeto a imponderables, lograr un mayor acercamiento con este país limítrofe, por cuanto sus normas de conducta están dadas por el barómetro casi en exclusivo de la Presidencia de turno y sus políticas están ciertamente condicionadas por la contingencia.


El intercambio comercial le favorece al vecino país 1 a 3 respecto a nuestras exportaciones, saldo neto que le da a Chile una mejor posición negociadora que habría que tener y hacer presente ante un país de no fácil predictibilidad… si reconociendo una amplia y virtuosa complementariedad .


Las inversiones directas en el país trasandino totalizan US$ 16.700 millones desde 1990, con un predecible ritmo negativo en los últimos años. Ambiente poco atractivo reflejado por la unanimidad de las agencias clasificadoras del mundo, que posiciona los bonos argentinos con un “nivel de riesgo sustancial”, con políticas económicas esencialmente inconsistentes, que socavan la viabilidad del largo plazo del modelo económico argentino, toda una constante…para este país.


Un país que en menos de una década ha caído en default 2 veces, y con el sistema económico y financiero mundial, aun no solucionados, recuerden… el triste aprisionamiento de su buque escuela por orden judicial de sus acreedores. Y la apropiación de los fondos de pensiones de sus propios conciudadanos…


Ante tanta desorientación, en definitiva, la factura la pagan los que se dicen representar y cautelar: los pobres. En concreto, para el presente año se espera un retroceso del PIB real de un 1,5% y sumado a todo ello una de las inflaciones más altas del mundo, un 35% y un 42% para el 2014 y 2015 respectivamente, según proyecciones del FMI, que pulverizarán los bolsillos de los que viven de un sueldo fijo, es decir, de la gran mayoría…


Es difícil que un Gobierno populista y que concentra tanto el poder económico como político, este último por una actitud de manipular y reinterpretar las normas Legales, perdure en el tiempo. El ciclo es siempre el mismo: ofertones de reivindicaciones económicas, ataque frontal al empresariado, control del aparato productivo vía regulaciones o expropiaciones, alzas de impuestos; como en Argentina con una presión tributaria a las empresas de un sideral 50%, donde la recaudación Fiscal es un tercio del PIB, que estimula una evasión que supera el 33% estimada por este año. Y es fácil predecir el epílogo: una carestía y una eminente racionalización del acceso a los bienes básicos, siempre con el sacrificio del empobrecimiento de los más desposeídos, circunstancias que las ha experimentado A. Latina una y otra vez, aunque menos en las décadas pasadas. Y a Argentina se le reconoce como una de las peores focalizaciones del gasto público-social, exactamente lo contrario de Chile.


Todo ello en un escenario permanente de una amplia y riquísima dotación de recursos económicos de excepción. Y su cultura-educación, más que por aprendizaje formal, es por una herencia consustancial con la herencia de sus emigrantes europeos, siendo parte del Atlántico. Y reiteramos, las condiciones económicas externas no han afectado mayormente a sus productos de exportación, por lo tanto, son problemas y restricciones autogeneradas. Todo ello ha traído como consecuencia empobrecer al país, y en vez de generar y aspirar a crear una expansión de la clase media, tristemente, la movilidad ha sido hacia abajo, incrementando los segmentos y bolsones de pobreza.


Nada se acrecienta y perdura cuando el clima económico y político se deteriora persistentemente. Ciertamente, Argentina ha tenido ciclos económicos positivos, pero con la endémica debilidad de no sustentabilidad en el tiempo y no solo por bajas tasas de ahorro-inversión, elemento vital e imprescindible. Sino que por políticas económicas erráticas que afectan determinantemente al ambiente de todo tipo de emprendedores, que en definitiva, independiente de su dimensión, les afecta como un todo y a todos… las oscilaciones y dispersión en el instrumental económico.


El valor del dólar, es un verdadero termómetro. El peso argentino ha sufrido una fuerte depreciación desde inicios del año pasado. El tipo de cambio se defendió por años en un promedio de $ 4 argentinos por dólar. La paridad de la moneda es uno de los ajustes económicos más rápidos y acusan alteraciones. Pues bien, la paridad presente es de $ 8 argentinos por dólar. Ello, entre otras alteraciones y falta de un modelo económico definido, como el que hoy impera a lo menos en 8 de cada 10 países del mundo, una economía social de mercado, cada una con sus matices.


En Argentina el destemplado y fuerte gasto Fiscal (de forma ineficiente, con espacios nítidos de corrupción) y con un foco asistencialista y clientelista como han sido casi siempre las distintas corrientes del “peronismo” para intentar impulsar el crecimiento económico y mejorar el sustento político de corto plazo. Para ello, logró la actual administración que el Banco Central argentino pasara a ser un financista de estos incrementos de votos monetarios, otra indesmentible y gravísima pérdida de la institucionalidad argentina.
 

lunes, 26 de mayo de 2014

El 21 de mayo: ¿medios o fines?, por Sebastián Iglesias Sichel.






El 21 de mayo: ¿medios o fines?,

por Sebastián Iglesias Sichel.


Hace algunos días conversaba con un gran amigo, histórico militante socialista- quién me decía: “uno de los grandes dilemas de nuestra centroizquierda es que a veces cometemos el pecado de concentrarnos más en gastar y perseguir la riqueza que en generarla”. Dentro de los grandes avances de la modernización de nuestro sector político post triunfo de los neoconservadurismos en el mundo y caída del muro de Berlín, fue aprender que además de seguir avanzando en la protección y ampliación de los derechos sociales, uno de las principales tareas era administrar de manera eficiente el Estado y aprender el rol fundamental del sector privado en  el crecimiento del país.


Ahí estriba una diferencia fundamental con la derecha: entender que el crecimiento no es suficiente y que el Estado juega un rol fundamental en la generación de una política industrial que provoque la expansión del crecimiento, en la creación de garantías sociales explicitas que generen mínimos de dignidad, en la redistribución del ingreso a través políticas sociales y una política tributaria eficiente; y en la ampliación de las libertades individuales. El Estado debe ser un mejor Estado, no un menor Estado. Para los que provenimos además del mundo comunitario, hay algo tan relevante como la sociedad o la persona en esta ecuación: la sociedad civil o comunidades, no como grupos de presión, sino como parte esencial de la consecución del bien común.


En síntesis, aprendimos es que generación de riqueza debe ir de la mano de la distribución de la misma, y que el rol del Estado debe ir asociado a mayor participación de la sociedad civil en la toma de decisiones sociales y ampliación de las libertades personales. El aprendizaje mayor de este proceso fue enamorarse de los fines –mejor calidad de vida, mayores libertades, mayor equidad, mejor Estado y mejor sociedad civil- y no de los medios – el Estado, determinados grupos de presión, ciertas opciones de vida. Los errores que llevaron al triunfo cultural de la derecha fueron exactamente esos: igualar fines y medios a la misma categoría y tratar de imponer los medios como cosmovisiones.


En estos días algunas de nuestras afirmaciones no pasarían un test ácido que pruebe dicho aprendizaje: declaraciones con una mirada elitista sobre la opción de los padres para optar por un colegio subvencionado (“para estar con gente de pelo más claro o por optar por un nombre inglés”), centrar la discusión tributaria entre los que quieren “defender a los poderosos de siempre” o los que defienden a los “pobres, o hablar de la cultura empresarial como algo indeseable. Muestras elocuentes de enamoramiento de los instrumentos y no los fines.


En el marco de los anuncios del 21 de Mayo, este debate se vuelve a hacer presente. Cuesta imaginarse que alguien que pertenezca a la centro izquierda no pueda sentirse conmovido por la épica que presenta la Presidenta Bachelet en sus primeros meses de Gobierno y corona con este discurso: grandes reformas para construir un país más justo. Ese es el principal triunfo cultural: el reconocimiento de la necesidad de las reformas por la inmensa mayoría del país. Y concentrada en tres ámbitos fundamentales: recaudación fiscal y redistribución de ingresos a través de una reforma tributaria, generación de capital cultural y equidad a través de la reforma educacional y un nuevo pacto social a través de una nueva Constitución. Fines impecables para los que aspiramos a un modelo de desarrollo inclusivo.


Pero la gran tarea es ajustar los medios para conseguir esos fines. En la reformas presentadas hasta el 21 de mayo queda una brecha que salvar hacia adelante: el proyecto de reforma educacional es un gran avance para eliminar la  selección por pago o el lucro en educación, pero poco a nada hace para el fin que hemos definido: mejorar la calidad de la educación En la reforma tributaria, el fin perseguido es recaudar más y redistribuir mejor, pero seguimos enamorados y discutiendo entre sostener el FUT o eliminarlo. En lo que viene, el desafío democrático es hacer posibles los fines declarados en el programa y en los anuncios del 21 de mayo. Y ahí al menos operan tres máximas: de nada sirven la retórica irreflexiva de quienes se sienten dueños de la épica y responsables de definir los medios (“el programa soy yo”), menos sirven los que menosprecian la labor deliberativa del Congreso para alcanzar mejores medios –proyectos de ley- para esos fines (“el corazón no se de la reforma no se toca”) y sobre todo es nefasta la grandilocuencia y la soberbia del que todo lo sabe para alcanzar los fines perseguidos (“lo que el movimiento social quiere” o “la gente pide más Estado”). En democracia el mandato que da una elección si duda es hacer un Gobierno a la altura de el Programa propuesto: pero esa misma democracia entiende que los proyectos de ley, políticas públicas o gestión ejecutiva que los hace posibles, requiere no sólo controles y balances (separación de poderes, funciones colegiadas, elecciones de múltiples autoridades, etc) sino que se sustenta en entender que exactamente el valor de la democracia es más que la simple suma de mayorías y minorías, es entender que en la deliberación y la confrontación de las ideas, nacen mejores proyectos.


Volviendo a la reflexión de mi amigo, una cosa me queda clara: el objetivo nunca debe permitirnos descuidar la principal finalidad: llevar a Chile al desarrollo implica no descuidar uno de los medios principales, seguir generando riqueza, pero ahora redistribuyéndola de mejor forma. En esto no nos podemos equivocar.


Tomado de http://voces.latercera.com/2014/05/26/sebastian-sichel/el-21-de-mayo-medios-o-fines/

viernes, 23 de mayo de 2014

21 de Mayo: La contienda es desigual, por Sergio Melnick.



Irreflexivamente el país le entregó a la izquierda el control del Poder Ejecutivo y del Legislativo, ya manejaban a su antojo el Judicial, ahora es necesario llamar a los chilenos a reflexionar y a oponerse a medidas que serán simplemente desastrosas.




21 de Mayo: La contienda es desigual,
por Sergio Melnick.


Nadie puede dudar de las intenciones y sensibilidad social de la izquierda, pero sus Gobiernos suelen tener resultados distintos a los que se buscaban. El éxito de la Concertación estuvo dado por el elemento moderador de la DC. La Nueva Mayoría de hoy desprecia a la Concertación, pero yo la echo de menos.


La izquierda es maestra del discurso, pero tiene un voluntarismo ideológico que le impide reconocer la naturaleza humana, que opera más allá de las intenciones. Bachelet ha obtenido una victoria electoral legítima, pero hay que recordar que sacó menos votos que en su elección anterior, un hecho político que no se puede desconocer. Quintana estableció la doctrina de la retroexcavadora, que fue ratificada por Lorenzini en la Cámara, lo que le valió una felicitación de la Presidente en su discurso. Mal precedente. Bachelet debe Gobernar para todos, no sólo su sector. Su Ministro del Trabajo, por ejemplo, parece delegada de la CUT.


El tono del discurso de Bachelet fue moderado, no así su contenido, que parece decir que todo lo que ha ocurrido antes de ella estuvo mal y debe ser reformulado. Esto incluye 20 años de Concertación, en la que ella misma fue Gobernante. De manera muy poco republicana, trata de borrar del mapa todo lo hecho por el Gobierno anterior, sólo porque era de centroderecha.


En el extenso discurso nuevamente escuchamos muchas intenciones, poco compromiso con cosas concretas, sin plazos ni definición de objetivos medibles. Ni una sola palabra sobre empleo, ni una sola palabra sobre inversión, dos pilares del crecimiento y el progreso. La reforma tributaria sí perjudica a la clase media y a la empresa mediana. Afecta el ahorro, la inversión y el crecimiento, y por ende a las pymes. El Ministro Arenas critica a Piñera por el error de proyecciones (de 4,9% a 3,4%), y se olvida de que cuando él fue Director de Presupuesto, en 2008, proyectó un crecimiento del 4,5% para el año siguiente, pero el real fue menos de 1,5%. Critica el déficit de 0,5% del PIB que recibió, pero olvida que él dejó uno seis veces peor. Lo que hay, entonces, es mucha ideología, voluntarismo, tozudez.


El Gobierno reconoce que la educación pública es mediocre, pero su solución es destruir la que funciona mejor y que es preferida por la clase media. Así va a disminuir la diversidad en educación, pilar fundamental de la sociedad libre, y va a nacer una nueva burocracia cara e ineficaz que le quitará recursos a la educación, y que funcionará con programas únicos y adoctrinadores. Hasta la fecha el Ejecutivo no ha dicho una sola palabra sobre qué se entiende por calidad de educación en el siglo 21 y por ello la reforma será un fracaso tremendo, porque es ideológica, no técnica. Al final, la Presidente hace un guiño a los estudiantes con el pase escolar —aunque es difícil que los coopte con ello— a un costo de US$ 50 millones al año, que podrían ir a campamentos, postas, ancianos, etc.


En salud anuncia 20 nuevos hospitales. Ojalá los haga, pero personalmente dudo que sea posible en cuatro años. En el tema del aborto terapéutico, un debate necesario en una sociedad libre, propone tres causales, y creo que eso merece una discusión abierta y tolerante.


Sobre la Constitución, nuevamente vaguedades y discurso ideológico, mientras avanza aceleradamente en el cambio del binominal, pasando nuevamente la aplanadora con una mayoría circunstancial.


El discurso fue básicamente para la izquierda, no para el país. La DC seguirá sufriendo las humillaciones públicas que ha venido recibiendo de la izquierda y es probable que más temprano que tarde una parte de ésta se escinda del Gobierno. Para entonces habrá una cuantiosa cantidad de recursos disponibles para 2017: la economía irá aún más a la baja, el desempleo subirá y el redistritaje garantizará el poder por muchos períodos más. Con ese diseño estratégico, el próximo Gobierno es probable que sea aún más de izquierda, como el de Argentina, la primera visita oficial de Bachelet.
 

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