jueves, 25 de octubre de 2012

Temas & meditaciones...

Universidad Católica cayó 3-1 ante Atlético
Clube Goianiense,  de Brasil, pero, por el
triunfo de 2-0 como local, clasificó  a cuartos
de final de la  Copa Sudamericana.
Desde ayer 130 mil morosos del Crédito
Solidario pueden reprogramar su deuda
obteniendo condonaciones de hasta 100%
en intereses y la salida del Boletín Comercial.
El Presidente de la ANFP, Sergio Jadue,
confirmó a  Claudio Borghi en la selección
sosteniendo que ‘’No cortamos procesos’’
y afirmando que la determinación del
directorio fue ‘’unánime’’.
Un grupo de antisociales se robó las
gavetas de dinero del cajero automático
de la sucursal del banco  BBVA de Providencia
ayer a las 6 de la mañana. La foto es
solamente indicativa del ilícito, corresponde
a un hecho anterior.
La Corte Suprema condenó al SERVIU a pagar
casi 3 millones a cada víctima de las ‘’ casas
de plástico’’, COPEVA, por daño emergente
y por daño moral. Esperamos que la familia
Pérez-Yoma de explicaciones a los chilenos.

Obama y Romney entran en recta final de
campaña con millonarios gastos en publicidad,
hasta ayer ambos candidatos acumulaban
cerca de 1.000 millones de dólares en avisos
televisivos.
Marinos de fragata argentina ´´Libertad´´,
retenida en Ghana, vuelven a la  Argentina
, ayer dos de los nuestros llegaron a Chile,
uno de ellos con una fractura en un brazo,
el resto de la tripulación llegó anoche a
Buenos Aires.

La Canciller de Alemania, inauguró
monumento a víctimas gitanas del
Holocausto y Presidió una ceremonia
en recuerdo a medio millón de sintis
y romaníes asesinados por los nazis.
Cuatro palestinos mueren en ataque del
ejército israelí, la acción judía fue en
represalia por la serie de rockets lanzados
a Israel desde la Franja de Gaza, los que
hirieron al menos a dos trabajadores
extranjeros.






No votar tiene consecuencias,
por Gonzalo Rojas Sánchez.


"El que nada hace, nada teme". La frasecita tantas veces repetida nada tiene de verdadero en la vida pública.



Quienes se abstuvieron de sufragar en el plebiscito para aprobar la Constitución de 1925, a pesar de que fueron mayoría, comprobaron con el paso de los años que su actitud sólo había servido para que el texto se impusiera sin contrapesos y para que, con todas sus deficiencias, imperara durante casi cinco décadas.



Los que aprovecharon el último fin de semana en la nieve en septiembre de 1970 -obviamente eran pocos, pero su mal ejemplo incidió en muchos otros- no sólo privaron a Alessandri de su triunfo, sino que permitieron que se iniciara en Chile el más riesgoso experimento jamás intentado: un Gobierno marxista, de cuyo enorme fracaso los que se omitieron aquel día ciertamente no se sienten culpables.



Y aquellos que se dieron el gustito de no votar el 5 de octubre de 1988 -porque no querían quedar marcados en ningún sentido- después han lamentado haber dilapidado su derecho electoral, al sufrir los estropicios de la Concertación.



Del pasado, al presente.



Y ese presente consiste en que millones de chilenos -¡millones!- se aprestan para quedarse en sus casas el próximo domingo. River-Boca en el Monumental parece una mejor opción que concurrir a la mesa 17 del Insuco, o a la 29 o a la 87 de los liceos designados en Antofagasta o en Concepción. Y así en todo Chile.



Los que no van a votar tienen sus razones; y las esgrimen.



Unos alegan dificultades personales. Casi siempre es cierto, pero entre cientos de miles que dicen la verdad, hay decenas de miles que mienten. Son las mismas gentes que critican a los políticos porque -afirman- son todos unos mentirosos.



Otros viven con la comodidad del borrego. Ocuparse por un par de horas durante un domingo en tan extraños menesteres les parece una absurda pérdida de tiempo. La Concertación los acostumbró a estirar la mano para pedir, y esta vez -vaya dificultad- tendrían que usarla para preferir. Simplemente no están dispuestos: es demasiado esfuerzo para sus pobres vidas.



Un tercer grupo se abstiene porque rechaza el sistema. Viva su sinceridad, porque permite conocer el peligro que asecha a la democracia, ya provenga de niñitas escolares o de portadores de bombas caseras. A ambos hay que prestarles atención en sus afanes rupturistas.



Finalmente, están los que, al escudriñar las candidaturas, a todas las encuentran insustanciales e indignas. No han reparado en que, en medio de una generalizada mediocridad, hay notables excepciones que merecen apoyo. Un rechazo indiscriminado a todos los candidatos no es más que una clara señal de flojera personal.



Y no hay más fundamentos para el abstencionismo, ya que al menos hay dos grupos que no pueden quejarse en esta elección: los que critican el binominal (no se usa) o los que se molestan por la presencia de las mismas caras (hay miles de nuevos rostros).



El próximo domingo por la noche habrá dos niveles de conclusiones en los análisis. Por una parte, las típicas sobre ganadores y perdedores, Comuna a Comuna, partido por partido. Por otra, el decisivo comentario sobre la viabilidad de la democracia en Chile, muy relacionado con los millones de electores versus los millones de abstencionistas.



Si los análisis se centrasen sólo en lo primero, si se llegase a ignorar la gravedad de lo segundo, pobre sería el futuro para la democracia chilena, tan despreciada por millones de ciudadanos así como por los analistas más sutiles.



Conocidas las cifras el domingo por la noche, habrá que ser muy sinceros para advertir el riesgo que se corre: una abstención masiva y creciente es el camino pavimentado para los aventureros audaces.



Urnas semivacías,
por Max Colodro.


La mitología parida por nuestra clase política nos decía que los ciudadanos —en particular los jóvenes— estaban ansiosos por participar de la expresión democrática, pero el problema eran las «barreras de entrada». La gente está cada vez más «interesada» en hacerse escuchar, se siente empoderada, pero el sistema la excluye e inhibe. El Gobierno anterior impulsó entonces un proyecto de inscripción automática para que todos los mayores de 18 años quedaran habilitados para ejercer el sufragio. Dado que dicha inscripción podía lucir autoritaria porque «obligaba» a la gente a estar inscrita en los registros electorales, se les devolvió la mano a los felices empoderados con el derecho a una participación voluntaria. Nos poníamos así a tono con el clamor de la calle y, sobre todo, con esta nueva vertiente de progresismo chileno que reclama por «derechos obligatorios» y «deberes voluntarios».



Ahora los líderes de la Concertación dicen estar preocupados: salen a reconocer el error y a pedir disculpas. Están asustados de las consecuencias de una baja participación en las Municipales del próximo domingo. Según diversos estudios, muchos de los nuevos empoderados van a hacer uso de su derecho quedándose en casa jugando Nintendo o viendo el fútbol español. Así, un porcentaje quizás demasiado alto de la gente expresará que aquello que está en juego en estas elecciones no le interesa, o en realidad no sabe lo que está en juego. El sistema político se enfrentará entonces desnudo y a solas al peso real de su legitimidad. Terminado el subsidio de las eventuales sanciones vinculadas al voto obligatorio, las proyecciones dicen que, ya sin la máscara de la coerción, la participación democrática no tendrá muy buena cara.



Lamentable: no podrán echarle la culpa al binominal, porque en las elecciones de Alcaldes y de Concejales no hay binominal. No podrán tampoco hablar de barreras de entrada, porque ellas desaparecieron de manera automática. Tendrán entonces que asumir que no convocan a la gente, que la democracia que hemos construido en base al marketing y el fotoshop estimula a muchos a no mover un dedo. Y tendrán que asumir también su responsabilidad como dirigentes políticos y Legisladores. En rigor, si la ex Presidenta de Chile no tiene tiempo ni ganas de ejercer su voto, a los simples mortales no habrá nada que recriminarles.



Así están las cosas. Ya no parece tan claro que la gente se muera por participar y dar su opinión en las urnas. Los que quieren, prefieren la calle y los gritos, pero son demasiado pocos frente al silencio y el tedio de todos los demás. Explicarán entonces que se equivocaron: que el voto voluntario favorece a los ricos y perjudica a los pobres; que los jóvenes requieren ser «obligados» de nuevo porque nuestra democracia no puede darse el lujo de una sangría voluntaria. Hace un tiempo ya nos habían convencido de que debíamos acortar el período Presidencial a cuatro años y ahora muchos andan también arrepentidos. ¿Esta es la clase dirigente que ahora exige reformas políticas y modificaciones al sistema electoral? ¿Alguien puede tener alguna confianza en sus capacidades para proponer y siquiera entender lo que el país requiere en estas materias…?



No fueron pocas las voces que anticiparon este problema. Pero no: la consigna es darle hoy a la gente exactamente lo que quiere. Y las encuestas decían, era que no, que a la gente le gustan más los deberes voluntarios. La calidad de la educación consiste para nosotros en pagar menos y ojalá nada, pero no en estudiar más en carreras más exigentes. Queremos trabajar menos, tenemos feriados hasta para celebrar el cumpleaños del Pato Donald, pero no queremos medidas que mejoren la productividad, porque eso nos obliga a trabajar más y, sobre todo, mejor. Ahora convencimos a la gente de que votar no es una obligación cívica, y que frente a los destinos del país podemos pasar el domingo cómodamente en casa. Es el Chile que queremos. Basta mirar las encuestas…



Nota de la Redacción:
No es frecuente que estemos de acuerdo con don Max Colodro, en el caso de lo planteado en esta columna, publicada el martes en el Diario La Segunda, tenemos un análisis muy similar, que nos lleva a pensar que el problema no es el sistema, el problema es la calidad y las capacidades de la gente que está en la vida pública.



Votar por los campamentos, por Felipe Kast,
Delegado Presidencial para Campamentos.


En un país donde los ciudadanos están cada vez más empoderados, y en el que vemos a distintos grupos pedir con fuerza la reivindicación de sus demandas, hay personas menos organizadas y silenciosas, que dependen fuertemente de la gestión que los Municipios realicen por ellos. Uno de estos grupos lo integran 27 mil familias que viven en los 657 campamentos que existen en Chile. Éste es el rostro más crudo y evidente de la desigualdad de oportunidades que persiste en miles de niños en nuestro país.



Quienes votamos este domingo tenemos la oportunidad de hacer algo concreto. Podemos aportar un grano de arena al votar pensando en ellos. Y es que los Alcaldes cumplen un rol fundamental en la tarea de dar dignidad a las familias que viven en campamentos. Es importante premiar al Alcalde si éste ha mostrado logros en esta materia, y es igualmente importante castigar con el voto a quien se ha quedado de brazos cruzados. ¿Acaso hay otra labor más urgente y relevante en política?



A modo de ejemplo es posible destacar lo realizado en diversas Comunas de la Región Metropolitana durante este año. San Bernardo, dando solución al emblemático campamento Ochagavía; Peñalolén, enfrentando en forma definitiva La Toma; Puente Alto, cerrando los campamentos Adonays y Cordillera; Renca, desarrollando el proyecto Las Margaritas; y Lo Barnechea, dando solución al Campamento Las Lomas.



Pero lo cierto es que todavía hay mucho camino por recorrer. La paradoja es que el cuello de botella no se encuentra en los recursos públicos que dispone el Ministerio de Vivienda, sino en la gestión social que deben hacer los Municipios para postular a sus familias. Puesto en simple, bajo la nueva política de vivienda las Municipalidades que postulan a familias de campamentos tienen una altísima prioridad de tener éxito. Más aún, al día de hoy ninguna Comuna que haya postulado a familias de campamentos se encuentra en lista de espera.



Las Municipalidades pueden constituirse como Entidades Patrocinantes (ex EGIS) y, de esta forma, gestionar el acceso a subsidios habitacionales. Sin embargo, actualmente, en el país sólo 21 Comunas -de un total de 168 comunas que conviven con campamentos- lo han realizado. Esto significa que apenas el 13% de los Municipios a nivel nacional ha liderado proyectos de vivienda. Es por esta ausencia en la gestión local que se justifica y necesitan instituciones como Un Techo para Chile, que hacen justamente esto.



Adicionalmente, es el Municipio el responsable de gestionar y postular a fondos Regionales los proyectos que permiten entregar agua potable y alcantarillado a aquellos campamentos que tienen la posibilidad de ser radicados en el mismo lugar, lo que tiene la ventaja de mantener el tejido social construido a lo largo del tiempo entre las familias.



En 2011 se logró dar un paso importante duplicando el número de soluciones entregadas a familias de campamentos, y durante el 2012 avanzamos en la implementación de una mirada integral -trabajando más allá de la dimensión vivienda- con intervenciones desde siete ministerios sociales, pero todavía estamos lejos del óptimo. En 2013 contamos con recursos para darles una solución a nueve mil familias de campamentos, pero esa labor será imposible sin el compromiso y el trabajo de las Autoridades locales junto a los dirigentes de campamentos.



Los campamentos son una herida abierta en nuestro país. Para cerrarla necesitamos alcaldes trabajando por ellos y votantes informados sobre las prioridades de los candidatos.



En tiempos en que urge prestigiar la clase política, debemos apoyar a quienes están haciendo algo por hacer de Chile un país más justo, y tratar de que no sigan en política quienes quedan indiferente frente a esta realidad.



El valor de la crítica,
por Alberto Benegas-Lynch.


Hay megalómanos que estiman que pueden manejarlo todo desde el aparato estatal, sin percibir que el conocimiento es por su naturaleza fraccionado y disperso entre millones de personas. Como ha sentenciado Einstein, “todos somos ignorantes, sólo que en temas distintos”. Incluso hay personas que no pueden articular lo que hacen y simplemente proceden del mismo modo que cuando andamos en bicicleta: sin precisar todas las leyes físicas implícitas en el proceso.



En lugar de aprovechar el mencionado conocimiento disperso, se concentra ignorancia en los agentes Gubernamentales cuando hacen de comisarios de vidas y haciendas ajenas.



Al efecto de que el Leviatán no atropelle derechos de las personas, y para que el Gobierno se limite a sus funciones específicas de velar por el derecho de todos, la tradición Constitucional ha puesto frenos al poder, a través de marcos institucionales que mantengan los aparatos estatales en brete.



Uno de los canales más efectivos de control es la crítica abierta. De allí la importantísima tarea de la prensa escrita y oral. Los debates abiertos sobre todos los temas que atañen a la acción de los aparatos estatales resultan vitales en una sociedad que se precie de libre.



En nuestro mundo, para fortalecer la libertad de expresión es menester asignar derechos de propiedad al espectro electromagnético, al efecto de terminar con la figura de las concesiones, que constituyen una espada de Damocles. Asimismo, debe terminarse con la injerencia de participaciones accionarias de Gobiernos en empresas de papel, renunciar a los controles a la importación de ese insumo y abrogar las llamadas “agencias noticiosas oficiales”, que se traducen en mecanismos de control a la prensa, cuando no de mordaza, de la misma manera que lo son las legislaciones que aluden a figuras totalitarias, como “el desacato” y equivalentes.



El cuarto poder debe estar liberado de toda supervisión política y mucho más de censura previa, lo cual no quita que las voces sean responsables ante la Justicia por daños que pudieran infligir.



Como el conocimiento está formado por corroboraciones provisorias sujetas a refutaciones, es indispensable abrir puertas y ventanas de par en par en el debate de ideas, y muy especialmente cuando se trata de actos gubernamentales. Como la alfombra colorada del gobierno siempre marea, sin la crítica del cuarto poder el abuso es seguro.




Polémica por alcotest.


La actual Ley del Tránsito contiene disposiciones muy estrictas destinadas a disminuir los accidentes vehiculares que causan muertes o daños personales, mediante sanciones que han aumentado su campo de aplicación y su magnitud respecto de los conductores que manejen bajo la influencia del alcohol o, peor aún, en estado de ebriedad. A juicio del Ministro de Transportes, los datos comparativos en la materia en relación con el año anterior muestran una baja significativa (31% menos en los accidentes provocados por el consumo de alcohol, con 28% menos de personas fallecidas a nivel nacional y 48% en Santiago), lo que indicaría los efectos de este cambio legal, y constituye una tendencia positiva que se debería reforzar con una mayor conciencia generalizada del problema.



Para hacer efectiva esta política, la ley entrega a los Tribunales la estimación del estado etílico del conductor considerando todos los medios de prueba, y en especial el de la alcoholemia, que determina el grado de alcohol en la sangre, y la prueba respiratoria que practique Carabineros (que se realiza mediante el uso del alcotest). Sin embargo, a raíz de que se han hallado por este último procedimiento cifras muy altas de alcohol en casos donde luego la alcoholemia da resultados mucho menores, algunos Magistrados cuestionan su validez. Si bien hay una norma clara —y más allá del aún abierto debate acerca de si los límites fijados son o no excesivos—, es evidente el interés público en que esta contradicción de carácter técnico se aclare y que se cumpla el objetivo de fondo con instrumentos de exactitud comprobada.



El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), avalado por diversos expertos, defiende la eficacia del alcotest, si bien hoy su Director precisa, razonablemente, que sólo la alcoholemia puede determinar las eventuales condenas Judiciales, y que el objetivo del primero apunta simplemente a sacar de circulación a conductores cuyo estado etílico los vuelva potencialmente peligrosos; Carabineros, en tanto, advierte que los equipos tienen un margen de error mínimo (1,7%) y son calibrados cada dos meses. Por otra parte, las características personales y el tiempo transcurrido entre el señalado examen y la alcoholemia (cuya precisión tiene variaciones que llevan a repetirla para obtener un promedio), que baja el índice respectivo, explican, a lo menos en parte, la diferencia entre ambos resultados. El Director del Programa de Salud Mental del Ministerio de Salud hace notar que los equipos de alcotest marcan con precisión entre 0 y 4 gramos de alcohol por litro de sangre, por lo que cifras más altas (como las objetadas) pueden ser en verdad inexactas, lo que no obsta a que exista una ebriedad comprobada.



Toda esta discusión lleva a concluir que, para el mejor éxito de una política necesaria en su objetivo central, es indispensable que se establezca con claridad la validez y eficacia de los procedimientos utilizados, pero que luego ellos se apliquen con buen criterio por la Justicia, de manera que los jueces busquen sobre todo sancionar con especial rigor las situaciones realmente graves, que lo son tanto por un resultado fatal como por el peligro social que implica el solo hecho de conducir en estado de ebriedad.



Nota de la Redacción:
El ideal sería que las mediciones realizadas con el alcotest, prueba realizada in situ para comprobar el estado etílico de los conductores, y de la alcoholemia fueran los mismos, pero, grados más grados menos, que solamente influyen para la condena y deben ser comprobados por la prueba de la sangre, pero, sin duda alguna este examen instantáneo respiratorio ha contribuido a  retirar de la circulación a choferes potencialmente peligrosos y ha contribuido a crear conciencia de la necesidad de no conducir cuándo se ha bebido alguna cantidad, por mínima que sea, de alcohol.



Nuevas patologías del Auge.


El Ministerio de Salud anunció que a partir de mediados de 2013 se incorporarán 11 nuevas patologías al sistema de Acceso Universal de Garantías Explícitas (Auge), con lo cual se eleva a 80 el número de enfermedades que tendrán asegurado el acceso a tratamiento, protección financiera y calidad de atención.



El nuevo listado de patologías fue incorporado a solicitud del Consejo Consultivo del Auge, órgano asesor del Minsal, y de acuerdo a lo informado por este, el monto que demandará la incorporación de estas nuevas enfermedades -$ 46 mil millones anuales- ya fue incorporado al Presupuesto 2013, y se está a la espera de un informe del Ministerio de Hacienda que valide esta estimación de costos. En términos procedimentales, hubiese sido deseable que antes de ingresar a tramitación Parlamentaria la propuesta, esta hubiese contado con la visación de Hacienda, ya que ello facilitaría su discusión en el Congreso, pero cabe resaltar que la iniciativa está bien orientada, en la medida que apunta a resolver problemas objetivos de salud que aquejan a miles de personas.



El hecho de que el sistema Auge garantice 80 patologías implica que debe existir la infraestructura necesaria para dar cumplimiento efectivo a estas garantías, y corresponde que el Ministerio asegure que el sistema de salud está en condiciones de absorber satisfactoriamente los mayores requerimientos a los que se verá sometido. En años anteriores, el sistema de garantías se vio sobrepasado y generó importantes listas de espera, y cabe tomar las providencias para que esa situación no se repita, pues, además del malestar evidente que ello provoca en los pacientes, genera desconfianza en la institucionalidad y desincentiva su utilización. Asimismo, la ingente cantidad de recursos que supone el sistema Auge -del orden de US$ 2 mil millones anuales- hace imprescindible que exista un control eficiente para garantizar el uso adecuado de dichos fondos.



Aporte de los debates a los procesos electorales.


El debate  realizado el lunes en Florida -considerado uno de los Estados clave en las elecciones Presidenciales de Estados Unidos- entre el candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, y el desafiante republicano, Mitt Romney, fue el último de tres que se efectuaron durante la actual campaña para llegar a la Casa Blanca, proceso que culmina el 6 de noviembre, con la celebración de los comicios donde se elegirá al nuevo Primer Mandatario para el próximo período de cuatro años.



Hasta antes de que se iniciaran estas instancias decisivas, las principales encuestas de opinión de ese país le otorgaban una supremacía clara al Presidente en ejercicio. Sin embargo, el buen desempeño del aspirante republicano en el primer encuentro, registrado en Denver, le permitió a éste cobrar nuevos bríos y llegar virtualmente empatado con su rival al tercer debate que, de acuerdo a distintos sondeos, favoreció a Obama.



Así, se puede advertir con nitidez la importancia que pueden llegar a tener este tipo de eventos en el curso y desenlace de una campaña electoral. Hace algunas semanas, la mayoría de los análisis desplegados por especialistas norteamericanos apuntaban a que la ventaja obtenida por el candidato demócrata, especialmente en los estados de mayor influencia electoral, sería muy difícil de remontar para su contendor. Proyecciones que fueron quedando desvirtuadas a la luz de las recientes encuestas, que muestran que el resultado será estrecho, colocando una importante cuota de incertidumbre a las elecciones, justo cuando faltan dos semanas para su realización.



La manera como se organizan en Estados Unidos estos espacios de discusión entre los aspirantes a la Primera Magistratura permite a los ciudadanos conocer lo que piensan y planean hacer los candidatos a la Casa Blanca acerca de diversos temas relevantes; al mismo tiempo, entrega a los postulantes la posibilidad de exponer sus programas de Gobierno, intercambiar puntos de vista y marcar diferencias entre ellos -de contenido y de carácter-, imprimiendo un mayor grado de competencia a los comicios. El formato de establecer tres debates en los que se discuten temas económicos, asuntos internos y política exterior, con la participación directa de potenciales votantes en uno de los encuentros -al que se suma un debate entre los candidatos a Vicepresidente-, permite a un público que habitualmente no se interesa en los asuntos políticos obtener y contrastar información de manera clara y concisa, constituyendo un aporte que puede resultar clave a la hora de decidir de manera fundada por quién votar.



En tiempos donde el énfasis de las campañas se centra más en la figura de los candidatos que en las ideas y propuestas que estos puedan tener, sería provechoso rescatar lecciones del esquema de debates que se implementa en Estados Unidos. A nivel local, debiésemos aspirar a organizar instancias de ese tipo, más abiertas y participativas que las que se desarrollan en Chile durante los procesos eleccionarios. La actual campaña Municipal -marcada en su mayoría por eslóganes sin contenido- deja en evidencia la falta de esos espacios y la necesidad de perfeccionar los mecanismos que actualmente existen para que los electores puedan conocer a los postulantes a cargos públicos y se informen de su oferta programática. Adaptar a Chile la fórmula norteamericana contribuiría, sin duda, a fortalecer nuestro sistema democrático.



Un par de cartas para meditar.



Señor Director:



«Libertad» retenida.



Nuevamente los medios informan que la fragata Libertad continúa retenida en Ghana, lo que ocurre desde el 2 de octubre y esto parece un cuento surrealista. Un buque de guerra —y no cualquier buque de guerra, sino aquel donde van los futuros marinos a recibir instrucción— es retenido por un Juzgado Civil de ese país. Los demandantes han hecho lo que tenían que hacer: actuar contra el Estado argentino, a fin de recuperar lo que legítimamente les corresponde. Pero embargar el Buque Escuela es como tratar de recuperar la deuda que tiene una familia sacando a remate a la guagua de la casa. ¡No puede ser!



“La señora K, que guardó silencio durante los primeros días, finalmente ha reaccionado”, leí con cierto alivio. ¿Enviará a la flota argentina completa a liberar a su Buque Insignia?, pensé. No, traerá de vuelta a los cadetes y dejará a la fragata flotando frente a las costas de Ghana, a cargo de su capitán y un número mínimo de tripulantes.



Seguro que ya deben estar preparando el aviso que publicarán en el Ghana News (así me informa San Google que se llama un importante diario en el país africano): «Auction (que significa remate). En autos Rol 2390-2012, caratulados “NML con Argentina”. Por orden del Tercer Juzgado Civil de Acra se remata regio buque de guerra. Desplazamiento: 3.765 t. a plena carga. Eslora 103,75 m. Manga 14,31 m. Calado 6 m. Velocidad 13,8 nudos. Finas terminaciones”.



Le pregunté a un pariente que es marino qué habría hecho él si, estando al mando de la Esmeralda, le hubiera sucedido esto. En Ghana, en Nueva York o en cualquier lugar del mundo. “Tomo mis cosas y zarpo en el acto”, fue su respuesta. Y sin duda es lo que debió ocurrir el 2 de octubre. O el 3. Mantener un buque de guerra secuestrado es un acto de agresión a un país. ¡Que zarpen ahora!, pienso con todas mis fuerzas. “Es que ahora no se puede, porque no les dan combustible”...



Entonces pienso qué habría pasado si esto hubiera ocurrido con un buque de guerra de Chile, o de Inglaterra, o de la propia Argentina en otros tiempos. Y veo (en este cuento surrealista) al Almirante Merino, o a lady Thatcher o al General Perón enviando a más de la mitad de la escuadra a rescatar a su hijo predilecto y traerlo a casa. Con combustible o ¡con un remolcador!



Jorge Biggs, abogado.



Señor Director:



Violencia en U. de Concepción.



Los hechos acontecidos en contra de la Universidad de Concepción demuestran que hay cualidades en el ser humano que han quedado en el olvido. Entre ellas, el respeto tanto por las personas como por las instituciones, que son los pilares de la identidad Regional.



La comunidad entiende que no todos los grupos humanos pueden pensar de manera similar, pero los penquistas ven con tristeza que el diálogo ya no es opción y la violencia prevalece, destruyendo los rincones más reconocidos de su ciudad con un denominador común: un grupo de jóvenes a rostro cubierto que se expresa por intermedio de actos violentos, pero que desea quedar en el anonimato a la hora de responsabilizarse de sus acciones.



Como Gobierno no haremos oídos sordos de estas situaciones que para algunos son signos de fuerza y valentía, pero que sólo demuestran carencia de ideas y nos confirman que los violentistas no pertenecen a la comunidad universitaria. Apoyamos a las Autoridades universitarias y su alumnado respaldando sus acciones en pro de hacer más grande esta cuna de profesionales de la cultura y la investigación.



“Por el desarrollo libre del espíritu”, reza el lema, y eso es lo que debe perdurar. Porque Concepción es una ciudad universitaria y el Campanil un símbolo  de diversidad y sabiduría.



Luis Santibáñez B., Gobernador Provincial de Concepción.






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