La economía
chilena se apresta a cerrar un año marcado por decepcionantes récords, por
Sebastián Valdenegro Toro.
Crecerá menos del 2% en el actual ejercicio,
mientras que la inversión y la demanda interna anotarán contracciones que
oscilan entre 1% y 6%.
4,9% previó el Gobierno anterior que
crecería el Producto este año.
En el mercado ya dan por
descontado que este año está "jugado", especialmente luego del
recorte a las proyecciones que realizó el Banco Central en su último Informe de
Política Monetaria (IPoM): la economía chilena crecerá menos del 2% en el
actual ejercicio, mientras que la inversión y la demanda interna anotarán
contracciones que oscilan entre 1% y 6%.
Asimismo, el consumo registrará una expansión de menos de la mitad de lo
alcanzado en 2013, debido -entre otras cosas- a una inflación que se empinará a
4,8%, su nivel más alto desde la crisis subprime. De esta manera, 2014 cerrará
con varios hitos oscuros para la economía local, a los que aportará el menor
crecimiento -dejando de lado las crisis económicas- en medio siglo, además de
la octava mayor contracción de la inversión en los últimos 53 años. La
excepción será el positivo nivel del desempleo.
PIB: sin contar crisis, será el menor desde
1965.
Sin
duda 2014 ha sido un año que ha sorprendido a la baja en términos de
crecimiento. Las perspectivas de actividad pasaron rápidamente de niveles sobre
4% a unos inferiores a 2%. El mismo Banco Central recortó a 1,7% su estimación
de Producto para este año en el Informe de Política Monetaria (IPoM) del lunes,
con lo que la actividad anotaría su peor desempeño desde la recesión de 2009.
Sin
embargo, al excluir del registro histórico de desempeño de la economía chilena
el efecto de las crisis internacionales y los shocks internos -como en los '70
y '80-, el PIB se expandirá a su menor ritmo desde 1965 según precisa el
gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández. Entonces, avanzó sólo 1%.
En
el mercado aún esperan que se produzca el esperado punto de inflexión en el
deterioro de la actividad que el Ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha
anunciado en los últimos meses, situación que fue desestimada por el Banco
Central en su presentación en el Senado.
"El Banco Central reconoce que la actividad interna se ha
desacelerado más de lo que se tenía previsto en el informe anterior, y que la
economía todavía no da señales de recuperar un mayor nivel de expansión",
dijeron en Banco Santander.
La
opinión es compartida por el subgerente de Estudios Macro de Inversiones
Security, César Guzmán: "En este contexto, creemos que la autoridad
monetaria reduciría la tasa de interés en los primeros meses de 2015, para
situarla en 2,5%".
El
recorte a la proyección de actividad para este año coincide con el escenario
base de EuroAmerica, donde también esperan una política monetaria más expansiva
en los próximos meses. "Seguimos pensando en la necesidad de nuevos
recortes de TPM, recortes que debiesen aplicarse no más allá del 1T15",
dijeron.
Consumo, lo peor desde 2009.
Uno
de los componentes de la demanda interna que más rápido se ha desacelerado en
lo que va del año es el consumo total.
El
instituto emisor tomó nota de esto y recortó a 2,4% su proyección para este
año, con lo que el indicador cerraría con su menor expansión desde la recesión
de 2009, cuando avanzó un leve 0,8%.
En
la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) esperan un crecimiento algo mayor para
el consumo en 2014 (2,6%), aunque lo peor estaría aún por venir debido al
deterioro que se espera en el mercado laboral. "La mayor parte de las
proyecciones privadas apunta a un menor crecimiento del empleo y a una mayor
tasa de desocupación hacia 2015, lo cual es un factor que afecta directamente
el sentimiento de confianza de los hogares", dijeron en un informe.
Mayor bajón de la demanda local desde la
recesión.
Hace
un par de semanas, el Ministro de Hacienda del Gobierno anterior, Felipe
Larraín, fue claro: "La economía no está en recesión porque la sostiene el
sector externo". Las palabras del ex Jefe de Teatinos 120 dan cuenta de
una debilidad prolongada de la demanda interna, que se ha ido desacelerando con
rapidez desde el segundo trimestre del año pasado y que este año ha registrado
tres trimestres seguidos de contracción. Esto llevó al Banco Central a abrirse
a un escenario recesivo de la demanda interna, la que caerá 0,7% este año,
desde la estimación de un alza de 0,1% en el informe de septiembre. Esta será
la mayor caída en el indicador desde la recesión del año 2009, cuando se
desplomó un 5,7%
Inflación cerrará el año como la más alta
desde crisis subprime.
Otra
de las sorpresas no gratas de la economía este año ha sido el fuerte incremento
de la inflación. A inicios de año, las expectativas incorporadas en los precios
anticipaban una variación del IPC de a lo más 3%, sin embargo la fuerte devaluación
del peso incidió en que a partir de marzo las inflaciones mensuales
sorprendieran al alza y rápidamente se empinaran sobre el rango meta del Banco
Central, superando incluso el 5,5%.
Por
lo mismo, el instituto emisor revisó en siete décimas al alza su estimación
para diciembre, hasta 4,8%, con lo que los precios internos anotarán su mayor
incremento desde la crisis subprime, en 2008. "El pronóstico de inflación
tiene implícito un registro comparativamente menos negativo para diciembre",
dice el economista de Scotiabank Chile, Benjamín Sierra.
Caída de la inversión, una de las más
grandes en 53 años.
Uno
de los "buques insignia" del proceso de desaceleración de la economía
ha sido la inversión: la formación bruta de capital fijo registra cinco
trimestres consecutivos de caídas -igualando el registro durante la crisis
asiática entre 1998 y 1999- y acentuó las mermas en el tercer cuarto, al
retroceder 9,9%. Esto llevó al instituto emisor a rebajar aún más su estimación
para el retroceso de la inversión este año, con una caída de 6,2%, la más
importante desde la crisis de 2009. Sin embargo, desde una mirada más amplia,
el desplome de este año será el octavo más relevante en los últimos 53 años,
detrás de la caída de casi 40% que registró el indicador en 1982.
César Guzmán, de Inversiones Security, descarta que las expectativas del
sector privado se recuperen en el corto plazo, lo que incidiría en una
recuperación en los niveles de inversión. "Las mencionadas expectativas se
mantendrían deprimidas por más tiempo", dice.
Importaciones más deprimidas en cinco años.
Una
de los principales consecuencias de la debilidad de la demanda interna y del
incremento en el valor del dólar es el menor dinamismo de las importaciones, el
cual este año ha superado todas las estimaciones.
Las
internaciones de bienes y servicios completan cuatro trimestres de caídas y el
Banco Central reajustó en dos puntos a la baja sus proyecciones para este año,
situándolas en una caída de 5,9%.
Este
será el mínimo rendimiento del sector importador desde la recesión de hace
cinco años, y se explica por el importante incremento del dólar -que pasó de
niveles de $ 520 a $ 620 en el período-, lo que incentiva las exportaciones y
contrae los envíos.
A
esto se le agrega el efecto del menor dinamismo del consumo doméstico ante el
deterioro del mercado laboral.
Tomado de https://www.df.cl/