El difícil escenario 2014-2017,
por Sergio Melnick.
Antes que todo, conviene recordar que es
importante que al gobierno le vaya bien, porque vamos todos en el mismo bote.
Estamos muy cerca del umbral del desarrollo después de 30 años de notable
progreso, y no nos podemos farrear esa posibilidad. No hay que comparar
realidades con utopías porque siempre ganan las utopías. Hay que comparar
realidades con realidades alternativas. Es decir, siempre hay problemas en uno
u otro camino. Aquí, presento algunas claves para entender lo que viene.
LA ECONOMÍA.
Será la columna vertebral del acontecer,
básicamente porque iniciamos un período de ajuste a la baja, el dólar está
caro, lo que genera inflación que a su vez genera pobreza y presiones. El cobre
bajo, que alimenta al dólar y hace caer ingresos Fiscales, además de poner en
jaque a Codelco. Como si fuera poco, se viene una reforma tributaria de la que
no se conocen detalles y que podría llegar a ser un transantiagaso si se meten
inadecuadamente al FUT. Habrá presión salarial exagerada, más regulaciones, y
un enorme gasto Fiscal, que ya partió con bonos permanentes, un error de
proporciones en políticas públicas.
El Ministro de Hacienda es demasiado ideológico
para mi gusto, y ése ha sido el drama en Argentina, Venezuela y otros países
que finalmente colapsan. Alberto Arenas debe entender la diferencia entre una
reforma tributaria y un alza de impuestos, y entender ello como un medio no
como un fin. Ojalá sea así.
Tampoco hay metas económicas de referencia del Gobierno,
para anclar a los agentes económicos. Yo le recomendaría a Bachelet situar la
meta de crecimiento en 4.5% promedio, la creación de unos 500.000 empleos, y
mantener baja la inflación. Si logra eso, se llenará de aplausos.
Dentro de la economía, el tema de la energía
será una verdadera pesadilla para éste y cualquier otro Gobierno. Lo real es
que el potencial del país hoy es hidroeléctrico. Lo alternativo es muy
deseable, pero en cuatro años es sólo música o fantasía. Los proyectos se han
judicializado, el tiempo apremia, los costos están matando la minería y otras
actividades.
LA POLÍTICA
Será muy borrosa porque se está redibujando el
mapa del poder. La Nueva Mayoría ha sido la única oposición real a Bachelet y
lo será por un rato largo. Ya antes de asumir, el bloque izquierdista le botó
cuatro Subsecretarios, puso en jaque a un par de Ministros y a un Intendente.
La Alianza, por su lado, dejó de existir y tiene un rato largo para renovarse,
algo que le hará muy bien. Y estará muy activa en la segunda mitad del Gobierno,
que podría ser la parte más débil si Bachelet no se maneja bien. Habrá una
presión desmedida para el gasto público, y por reformas muy profundas, no todas
sabias. El tema de la Constitución es lindo de plantear, pero difícil de
realizar sin que se transforme en una lucha de poder de un sector sobre otro.
Lo peor sería que un grupo trate de poner el pie encima, dejando algo que
carezca nuevamente de legitimidad. El Congreso es impredecible con la bancada
juvenil, el PC a bordo, y algunos díscolos profesionales. Las condenas a Maduro
descolocaron severamente a la coalición de centroizquierda. La presión por una
nueva Constitución será muy fuerte (porque fue ofrecida), pero los mecanismos
institucionales que comprometió Bachelet apuntan en otra dirección, que es la
propuesta de la DC de una buena modificación. Pero eso rompe expectativas.
En estas situaciones, el segundo piso de La
Moneda es crucial y Bachelet no lo tiene. Se necesitan pesos pesados que no
están hoy en el Gabinete, salvo quizás Burgos. Peñailillo no es respetado por
los partidos y eso es un problema. Yo le recomendaría a Bachelet llevar a un
segundo piso a Escalona, Solari, Perez Yoma y otros de ese tonelaje, que le
hablen como pares, más allá de los partidos.
Lo más probable que ocurra, como le ocurrió en
su gestión anterior, es que aumenten los díscolos o se descuelguen o quiebren
partidos en el conglomerado oficialista. Si ello ocurre, sería el fin político
del Gobierno. Súmele a lo anterior las arremetidas de algunos candidatos Presidenciales
que quedaron en el camino, y que fueron muchos, y las críticas serán
contundentes. ME-O empezará su candidatura desde ahora, Velasco abrirá un
frente liberal popular, Roxana molestará por el costado, Claude radicalizará todo
lo que puede, Parisi quiere revancha de algún tipo, por hablar de los que le
atacan por el flanco izquierdo. Luego vendrán Ossandón, Allamand, y Piñera
atacando por otro flanco, haciendo todas las comparaciones posibles de una y
otra gestión, lo que probablemente radicalizará al Gobierno de la Nueva
Mayoría.
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
En general son una arremetida de la izquierda
más extrema (salvo quizás el tema de la no discriminación sexual), y son una
moda mundial que aporta poco. Los estudiantes son intransigentes y creen tener
la verdad universal, producto obviamente de su propia juventud e inexperiencia.
El problema es que muchas veces estos movimientos no son pacíficos, o los
extremistas los infiltran, detienen la actividad económica, enervan a las
ciudades, en fin, son un tema nada fácil de tratar, especialmente para la
izquierda que los promueve.
LA DELINCUENCIA
En medio de todo este torbellino político, el
mundo del crimen aprovechará aún más su fuerza. En el largo plazo efectivamente
la solución es prevención y política social, pero en el corto es sólo mano dura
y de eso no hay salida. Lo anterior es muy difícil para un Gobierno de
izquierda y más aun con el PC, IC, y MAS dentro de la coalición. Agregue a eso una legislación garantista –y
lo que ocurre en el Poder Judicial, acusado de blandura– y el guiso será muy
difícil de cocinar.
LA EDUCACIÓN
Será posiblemente el discurso central de este
período, y el más difícil. La ecuación
de calidad, gratuita y pública no tiene solución simple, o quizás
simplemente no la tiene. Se han puesto al mismo nivel fines y medios. Peor aún,
de calidad de educación en el siglo XXI, que es lo realmente único relevante,
no se ha hablado ni una sola palabra, y es algo que no se improvisa. El sistema
de títulos debe cambiar, también la PSU y de ahí la media. Necesitamos llegar a
2 millones de estudiantes en educación terciaria. Las grandes claves son la
nueva mente colectiva tecnológica, la gestión de conocimiento más que la
acumulación, el lenguaje post simbólico, etc. Con un profesorado representado
por Gajardo es imposible entrar al tema de la calidad. Por otra parte el Ministro
Eyzaguirre, que es un talentoso economista, de educación nunca ha escrito una
palabra ni ha trabajado en ello. Los estudiantes le tienen bronca por el CAE al
6%, sus ex compañeros de colegio están indignados... en fin. El gran riesgo es
la improvisación, y que se cree otro Transantiago simbólico.
EL TEMA MAPUCHE
Un problema demasiado serio por la violencia y
el terrorismo que ha desencadenado. Ni la Concertación ni la Alianza fueron
capaces de resolverlo. La escalada violentista ha aumentado. Nadie realmente
sabe qué hacer. Lo importante es no caer en la confusión. No hay realmente
problema con el pueblo Mapuche, el problema es una minoría violenta no
representativa que aparece como símbolo. Bachelet ya anunció que no ocupará la Ley
antiterrorista, y es difícil que los grupos radicales de verdad dialoguen.
¿Entonces, qué?
VENEZUELA
Será un dolor de cabeza para esta nueva
coalición. Ello porque va de mal en peor. Su economía está colapsada,
simplemente, por mal manejo. Es una economía petrolera con el oro negro a más
de US$ 100 el barril y está literalmente quebrada, sin divisas, altísimas
deudas, inflación más alta del mundo, racionamiento, delincuencia desatada, y
políticamente en crisis, con un comportamiento antidemocrático inaceptable.
Bachelet deberá en algún punto tomar posición o, peor, desprestigiarse como
ocurre con Insulza. Pero tomar posición será difícil, porque las visiones de la
Nueva Mayoría son discordantes y agresivas entre sí. Ya lo hemos visto en estos
días. El Canciller de Bachelet, Heraldo Muñoz, es de lujo, pero el problema es
político y ahí él tiene poco que decir. Si sumamos el tema Bolivia –y un Evo
que gusta ofender a sus colegas, a la usanza Maduro–, la cosa es compleja para
Bachelet.
EL MATRIMONIO IGUALITARIO
Es una tendencia que rondará todo el período.
Un tema en que la Nueva Mayoría tiene diferencias significativas, pero que
puede concitar el apoyo de la derecha liberal que está creciendo. Si se
entrampa el Gobierno en este asunto, le quitará energías a Bachelet, que podría
usar en otros temas. Yo le recomendaría ir con todo a la igualdad, y anotarse
un poroto que al final le favorecerá ampliamente.
SANTIAGO Y LAS METRÓPOLIS
Está al borde del colapso en congestión,
agravado por una contaminación creciente. Será una piedra en el zapato. Los
problemas se multiplicarán con 250.000 nuevos vehículos por año. Se suman
Concepción, Antofagasta. No hay soluciones de corto plazo que no sean muy
drásticas. Pero no están ni pensadas, y eso toma tiempo. La clave es anticipar
los escenarios y sus dificultades a la población.
ENORMES EXPECTATIVAS
Son la espada de Damocles que le penará a
Bachelet, tal como le ocurrió a Piñera, y que opacó sus innegables
realizaciones. Todos estos temas juntos son demasiados e importan cambios muy
radicales si se quiere avanzar en forma real más que ideológicamente
voluntarista. Las expectativas no son sólo de la población de a pie, lo son
también de los partidos, que harán presiones demasiado fuertes. El discurso
inaugural de Bachelet sólo las agrandó, cuando en realidad correspondía
reducirlas.
Los temas de la descentralización, o la
investigación científica, la innovación, la cultura real además del arte, las
nuevas infraestructuras, el gap digital, la modernización del Estado, y otros
de esa naturaleza es difícil que tengan algún espacio. Pero de alguna forma
aparecerán en escena.
Como ven, es difícil ordenar un solo escenario,
pero éstas son variables que estarán sí o sí, y que usted puede ordenar para
sus propias proyecciones.
Tomado de http://www.capital.cl/