viernes, 23 de noviembre de 2012

Fotos noticiosas, temas para meditar...


El Presidente Sebastián Piñera, junto a
miembros de su Gabinete de Ministros,
participó anoche en la Cena Anual del
Consejo Minero 2012, oportunidad donde
puntualizó la importante labor de la minería
chilena para alcanzar el desarrollo y derrotar
la pobreza.


Corte Suprema condenó al Fisco a pagar
millonaria indemnización por accidente
en la ruta 5 Norte, fijó en $ 250 millones,
monto que recibirán los padres y el hermano
de la mujer que en 2007 murió tras volcarse
el vehículo en que viajaba a causa de un bache
en la vía.

Sismología afirmó que lo más probable es que
seguidilla de sismos sean réplicas tardías del 27/F,
no obstante, el Director del Servicio Sismológico
de la U. de Chile, Sergio Barrientos, no descartó
que puedan ser precursores de un sismo mayor.

Gobierno pide al Congreso que sesione el fin
de semana para aprobar el Presupuesto, la
vocero Gubernamental  informó que debido
al corto plazo restante el Presidente Piñera
solicitó redoblar los esfuerzos para lograr un
acuerdo y despachar el proyecto.

Cristopher Toselli fue el héroe de la Universidad
Católica, que con el empate a 1 de ayer con Sao
Paulo, mantiene intactas sus opciones para el
partido de vuelta a jugarse el próximo miércoles
28 de noviembre en el Estadio Morumbí, en Brasil.


Analistas aseguran que Egipto reforzó su
influencia tras la tregua en Gaza, la
negociación entre israelíes y palestinos
fue la ‘’primera gran prueba’’ del Presidente
egipcio, Mohamed Mursi, para demostrar
su injerencia en la región.

La tregua entre Israel y Hamas se mantiene,
aunque es necesario destacar que existe
una profunda desconfianza, el Primer Ministro
judío, Benjamín Netanyahu dijo ‘’le damos
una oportunidad al alto el fuego, pero estamos
también preparados para hacer frente a la
eventualidad de que no sea respetado’’.

Cuadro satírico de la hija del ex dictador
surcoreano desata polémica, ‘’Retrato de
la Reforma’’, exhibido en el Museo de la
Paz de Seúl, muestra a Park Geun-hye
dando a luz a un bebé con lentes de sol
y aspecto similar al de su padre.







Twitter como termómetro social,
por Sergio Melnick.


Se me ocurrió preguntar a mis amigos de Twitter qué temas les podrían interesar para esta columna. Las respuestas fueron: situación de Gaza, mejoras en educación, excedentes de isapres y legalización de la marihuana; Alianza del Pacífico versus Erozona, impuestos a los combustibles, las dos caras de la derecha en la Presidencial, Ley de Pesca, e impactos reales de Start up Chile; falta de una misión país, Velasco versus ME-O, desencanto con la clase política, y la identidad perdida de la izquierda; prostitución infantil, el problema energético, falta de cultura en la TV, y falta de una buena política en ciencia y tecnología; Nicaragua/Colombia, el mejor candidato de la oposición, movimientos sociales, y políticas para la inmigración; los trabajadores de malls, giro necesario en la política chilena, la influencia de la religión en el desarrollo, o la clase media, que no logra beneficios; coexistencia de árabes y judíos en Chile, temas valóricos, e influencia de demandas sociales en la próxima elección; el poder del dinero en las comunicaciones, la situación de Argentina, las pymes, las ventajas tributarias y la factura electrónica; las «7 familias», caos en el Ministerio Público, cómo trabajar en equipo lealmente, representatividad política; algo que nos haga sentir más contentos a fin de año, izquierdización en América latina, y las volteretas de la DC; pérdida del Estado de Derecho y un país sin deberes; renuncia de Saavedra a TVN, redes sociales como fuente de inspiración, Insulza y su venida a la política, o políticos de derecha populistas, que no defienden principios; cadenas interindustriales de valor, la división DC frente a Bachelet, la aparente caída de HidroAysén, la productividad; los silenciosos logros del PC y sus nuevos dirigentes juveniles, voto voluntario, Transantiago, Tolerancia Cero, seguidilla de autopsias a muertos de los 70.



Evidentemente, este ejercicio no es una encuesta (aunque, con el desprestigio de ellas, quizá podría ser hasta mejor) y no tiene representatividad estadística. Sin embargo, nos da un arco muy interesante de temas, obviamente influenciado por lo que ocurre en los medios y por quien hace la pregunta.



Así, llama la atención que los temas públicos, a pesar de su relevancia, se evaporan con la velocidad de la sociedad actual, y eso es algo a ser considerado en las estrategias políticas. Dicho eso, hoy existe una clara preocupación coyuntural por lo que ocurre en Gaza. Hay también un serio tema público con las utilidades de las Isapres, el desprestigio de la clase política, la inmigración creciente y, curiosamente, con Velasco, que está generando noticia. Toman interés las primarias, especialmente la pugna eventual en la derecha; la Ley de Pesca, el manejo de los medios, y las elocuentes indefiniciones de la DC. Es igualmente interesante constatar que no aparecieran menciones a DD.HH., el binominal, la meningitis, la reconstrucción, desmunicipalización de la educación, La Haya, gira Presidencial, crisis económica mundial, crisis energética, las Municipales, la elección de EE.UU., otros precandidatos, el agrio debate del Presupuesto.



Tampoco aparecen temas que nuestra clase política trata poco y que a mí me parecen muy relevantes, como descentralización, reformas a la educación superior, eliminar la PSU, pobreza, modernización del Estado, iluminación digital, revolución tecnológica, envejecimiento de la población, pueblos originarios.



En fin, de este breve ejercicio me permito avanzar hipótesis preliminares. Primero, que hay temas que sólo interesan a algunos de los políticos y no a la población en general, como DD.HH., los militares o el binominal. Que otros van a entrar a la agenda, como las 7 familias o la concentración económica, y que vale la pena preocuparse; allí también están las Isapres, los bancos, el retail y las AFP. Que los políticos hablan demasiado de escuchar, pero nunca lo hacen. Que el tema de los medios de una u otra manera se va a presentar —aunque serán éstos los que lo diluyan—, pues algo está fallando; no sería extraño que hubiese movimientos sociales en ese ámbito. Que la base de la derecha va a castigar a sus candidatos si se pelan más de lo necesario. Se reitera el desprestigio de nuestra clase política, y se aprecia un claro abandono del tema de la pobreza, mientras se levanta el de la clase media.



En síntesis, me da la impresión, una vez más, de que nuestra clase política anda más perdida que el teniente Bello y hace rato sin brújula. Ese es el sentido de los movimientos sociales y de la altísima abstención. A ver si despiertan.



Y, sin embargo, se mueve...,
por Cristián Warnken.


Si el mundo fuera tal como nos lo presentan diariamente los medios de comunicación, uno tendería a pensar que no vale la pena seguir en él, y que más valdría arrancarse lo más lejos posible de una nave sin dirección, a la deriva, sin capitán, sin quilla, sin brújula, y con pasajeros desesperados sólo por sobrevivir, aunque sea de la manera más indigna y egoísta. Uno estaría tentado de gritar "sálvese quien pueda", y acto seguido asegurar un número de salvavidas suficiente para uno mismo y sus más cercanos.



Pero, afortunadamente, el mundo no es sólo la alcantarilla global que se destapa todos los días ante nuestros ojos, y este planeta bello y delicado, un milagro de la vida en la perturbadora soledad cósmica, sigue dando vueltas porque todavía hay quienes mantienen encendida la fogata común, en torno a la cual los hombres nos hemos congregado desde los orígenes a contarnos una ilusión que nos una y nos permita seguir viviendo.



No un cuento de hadas, porque la vida es difícil y exigente con cada uno de nosotros, y cada día en la vida de un hombre puede ser tan épica y llena de peligros como la travesía de Ulises para regresar a su querida Itaca. Si no, preguntémosle a los habitantes de la franja de Gaza que tuvieron que enterrar esta semana a varios de sus niños muertos, o a los pasajeros que iban en un bus en Tel Aviv cuando una bomba les estalló en la cara.



Pero no es necesario extremar los ejemplos ni ir tan lejos para darnos cuenta de que los golpes más brutales -esos que son según Vallejo "como del odio de Dios"- pueden ocurrir adentro de nuestra propia casa. Porque ni los cercos eléctricos ni las alarmas sirven para detener o conjurar el peligro, inherente a la existencia, consustancial a ella.



En realidad, muchas veces el verdadero peligro y el peor enemigo -ese que siempre buscamos afuera- pueden estar adentro de esa otra casa que somos nosotros mismos, nuestra interioridad, donde se dan a cada minuto las batallas decisivas entre el amor y el odio, el bien y el mal. Sí, los medios de comunicación han mostrado con eficacia y sistemáticamente el horror, la bestialidad, la violencia que como especie somos. Pero el retrato o la fotografía del mundo hoy está incompleto: vemos la noche, cuando en realidad lo que somos es un claroscuro. Habría que preguntarse por qué los que dirigen las pautas, los que deciden qué se muestra en las pantallas ponen todo el talento y la tecnología de que disponen en fotografiar sólo el lado oscuro de la luna. ¿Es que no hay luz suficiente, no hay humanidad, no hay belleza digna de ser mostrada en todo su esplendor?



Nicanor Parra reescribió una reflexión de Pascal sobre el hombre y dijo que éramos "un embutido de ángel y de bestia". A la bestia ya la hemos visto lo suficiente, sabemos que anda suelta y desbocada por las calles del mundo. Pero, ¿y el ángel, dónde está? ¿Los ángeles no existen? No hablo, claro, de los ángeles rubicundos de una imaginería edulcorada e ingenua, flotando entre nubes vaporosas y en cielos lejanos, en los que no creo. Pero sí he visto y veo todos los días a ángeles anónimos que aparecen en una esquina cualquiera, con una sonrisa que parece no ser de este mundo, que regalan gestos gratuitos, que abren su mano para compartir un pedazo de pan (por duro que esté), que están dispuestos a lanzarse al río a salvar al suicida o que se emocionan con un poema de un autor que ya nadie recuerda.



A esos, Borges los llamó "los justos". Son los "felices pocos", los que hacen posible que el sol vuelva a salir todos los días, los que no quieren salir en cámara, los que aparecen en nuestras vidas en el momento justo para eclipsarse después entre la muchedumbre, los que llegan a auxiliarnos en esos instantes aciagos de la "noche oscura del alma". ¿Cómo no celebrar que existan, que estén aún aquí, en este planeta convulso y milagroso que todavía gira, que no hayan abandonado este barco en el que vamos todos, a la deriva?


Nota de la Redacción:
Aunque muchas veces tenemos divergencias con aspectos valóricos de los análisis de Cristián Warnken, sobre todo en temas contingentes, creemos que esta columna representa un verdadero llamado a la vida y es una manera de desenmascarar a aquellos que solo nos quieren mostrar la cara mala de la humanidad, abstrayéndose a una realidad que nos muestra que son muchos más los buenos, pero lo que se difunde son las actuaciones de amplias minorías de malos.



A recuperar las humanidades
por Juan Ignacio Brito.


Entendiendo que la baja participación electoral es un síntoma y no la enfermedad en sí misma, hay que intentar una comprensión de qué la causa. Es fácil ahora ser general después de la batalla y presentar como inevitable lo que no muchos vieron venir, pero así y todo resulta necesario incorporar al análisis algunas variables macro que no deberían ser pasadas por alto.



Si se considera cierto el axioma de que todo país tiene la democracia que se merece, no debería sorprender que el grueso de los chilenos haya preferido quedarse en casa a cumplir con su deber ciudadano de sufragar. En la distancia y el recelo que muestra la sociedad hacia la política tienen bastante que ver los políticos, muchos de los cuales parecieran hacer lo imposible por desprestigiar su actividad y convertirse en los peores propagandistas de la misma.



Pero no son sólo ellos; también es la gente. Su desgano está compuesto por enojo y comodidad, algo de pose y una dosis importante de ignorancia. Están quienes dicen que esta situación es un dato con el cual hay que convivir y que hoy los políticos deben convencer al público para que asista a votar. Pero este remedio, creo, amenaza con profundizar la enfermedad, pues arriesga multiplicar la banalidad de la política-espectáculo si los candidatos entienden que la forma de acercarse al electorado es hacer más de lo mismo.



En el corto plazo hay que convencer a los políticos para que dejen de lado las frases hechas y se animen a discutir en profundidad. Pero también es necesario trabajar con los votantes, para que éstos conozcan en qué consiste una política de calidad y la exijan. Esto es más fácil decirlo que hacerlo, especialmente en un país donde el reflejo condicionado es, frente a cualquier problema, mostrarse activo convocando a una comisión de expertos y proponiendo una reforma legal.



Lo que se requiere para contar con un público ilustrado es mejorar la educación, recordando que su objetivo no es sólo preparar a los niños y jóvenes para “enfrentar los desafíos del mundo laboral”, sino que, antes que todo, tratarlos como personas complejas que deben responderse preguntas vitales sobre cuál es su lugar en un mundo dinámico. Para ello es crucial que la educación abandone su propensión a la técnica y que, en cambio, se abra a las humanidades, que hoy son el pariente pobre del currículum a pesar de ser el único camino para abordar las grandes cuestiones de la existencia. El filósofo español Alejandro Llano ha constatado con acierto que “las humanidades han dejado de ser aquello de lo que se habla”. Cuando eso ocurre, la calidad del debate se resiente. 



Permitir que una mezcla de ideología, técnica y flojera se apropie de la escena constituye una abdicación que nos condena a recorrer un túnel oscuro. Contra eso no queda más que rebelarse. La restauración de las humanidades haría posible recuperar el talante cívico de una sociedad que se preocupa por lo público y está dispuesta a discutir sobre la verdad.



Ahora que se pretende introducir cambios a la educación, sería conveniente reflexionar sobre la manera de diseñar un currículum escolar que abrace las humanidades. Quizás eso ayudaría a solucionar de raíz problemas como el abstencionismo electoral y la pobreza de la discusión pública.



Decepcionante debate presupuestario.


A trompicones avanza la tramitación Parlamentaria de la Ley de Presupuesto. El Presidente Piñera y el Ministro Larraín llaman repetidamente a un análisis serio y a una tramitación expedita de lo que es el principal instrumento de planificación de la acción del Estado. Pero los Parlamentarios de uno y otro lado parecen más interesados en anotarse triunfos publicitarios que en adentrarse en las áridas y complejas materias que aborda el proyecto. Entretanto, algunos dirigentes estudiantiles piden rechazar un presupuesto que -aducen- hace oídos sordos a sus demandas.



El Gobierno plantea un aumento de 9% real en presupuesto Fiscal de educación, con lo que alcanza a la impresionante cifra de 12.800 millones de dólares y pasa a representar más de un quinto del erario público. Compartiendo la alta prioridad que merece, cabría haber esperado que el debate Parlamentario se centrase en los programas específicos para mejorar al acceso y la calidad de la educación, en si las propuestas del Ejecutivo en verdad justifican los desembolsos previstos, en cómo sacar el máximo partido a los ingentes recursos destinados a este rubro.



Lejos de ello, lo más destacado del debate presupuestario hasta la fecha es la exigencia planteada por Congresistas de Gobierno y oposición -haciéndose eco de peticiones estudiantiles- en cuanto a extender a los deudores del crédito universitario Corfo la rebaja al 2% en la tasa de interés, antes concedida a los deudores del crédito con aval del Estado, el programa masivo que apoya el acceso a educación superior de jóvenes de ingresos medios o bajos. El programa en cuestión -ya discontinuado- data de 1997, cuando aún no existía otra fórmula de ayuda para los estudiantes universitarios de clase media, y ofrecía el aval de Corfo para créditos bancarios de largo plazo con un interés real del 8,5% anual. A regañadientes, el Gobierno ha aceptado la rebaja solicitada para alrededor de 90 mil estudiantes que en su momento fueron beneficiados con estos créditos y que ahora recibirán un beneficio adicional de alrededor de US$ 18 millones al año. Puede argumentarse que hay razones de equidad horizontal para ello, pero está claro que esta medida no entra en el núcleo de abrir a los nuevos estudiantes la opción de acceder a la educación superior.



En vez de encarar el análisis de fondo sobre la magnitud del esfuerzo presupuestario en educación y la eficiencia con que se gestionan los respectivos servicios y programas, el debate se centra en aspectos menores -como los referidos créditos Corfo- o en la mera repetición de consignas. No se han escuchado cuáles son los planes de los partidos de oposición para impulsar con más fuerza la educación preescolar, para elevar la calidad de las escuelas Municipales o para fortalecer las universidades estatales. Todo eso requiere de recursos, pero también de ideas y posturas con fundamento.


                                                                                                                    
La Ley de Presupuesto decide sobre los más de 60 mil millones de dólares que conforman el gasto público anual. El empleo que se dé a tan importante suma debe reflejar las prioridades nacionales en materia de educación, salud, seguridad, infraestructura y otros. Es cierto que la norma Constitucional limita la injerencia de los Parlamentarios en el diseño presupuestario, porque determina que en caso de no ser aprobado al 30 de noviembre, siempre rige el proyecto enviado por el Ejecutivo. Pero eso no es excusa para eludir un debate inteligente sobre las opciones presupuestarias que enfrenta el país. Su ausencia contribuye al desprestigio de nuestras instituciones políticas.



Prolongada violencia en La Araucanía.


En un nuevo episodio de violencia registrado en La Araucanía, un bus de turismo que trasladaba a un grupo de pasajeros de la tercera edad y dos camiones que transitaban la madrugada del martes por la Ruta 5 Sur -a pocos metros del cruce de acceso a la localidad de Ercilla- fueron atacados por un número indeterminado de desconocidos. En el incidente resultó herido el guía del autobús, quien recibió el impacto de perdigones, y uno de los vehículos de carga fue incendiado con una bomba molotov.



Lo ocurrido es particularmente grave, considerando que los protagonistas del hecho delictual actuaron sin contemplación, poniendo en riesgo la integridad física de adultos mayores. Panfletos encontrados en el lugar vincularían a sus autores con movimientos de reivindicación de la causa mapuche, situación que debe ser rápidamente investigada para dar con el paradero de los responsables del ataque.



Lo anterior revela que a pesar de las últimas iniciativas desplegadas por el Gobierno, las policías y el Ministerio Público, mediante el denominado Plan Araucanía, para frenar la violencia que ejercen minorías radicales en esa zona del país, estas continúan dispuestas a infundir miedo a la población y dañar la propiedad pública y privada. De hecho, en el lugar donde se realizó la emboscada se ubican dos unidades policiales en un radio de cuatro kilómetros (una de ellas se instaló a partir del plan Gubernamental).



Cualquier intento por reimpulsar social y económicamente a esa Región será vano mientras no se termine definitivamente con este cuadro de permanente violencia y se den plenas garantías de seguridad a sus habitantes y a las empresas que ahí operan. Para ello es necesario redoblar los esfuerzos orientados a ubicar y detener a quienes están involucrados en estos ilícitos y desarticular sus redes operativas y de financiamiento.



Rebaja de interés a créditos Corfo de educación.


El Gobierno se avino a conceder nuevas condiciones a los “créditos Corfo” para estudios de pregrado en la educación superior, forma de financiamiento a la que accedieron, entre 1997 y fines de 2011 aproximadamente 106.000 estudiantes. Estos se acogieron a una tasa de interés promedio de 8,5% anual sobre el capital reajustado, condiciones muy distintas a las disponibles para los deudores del Fondo Solidario o del Crédito con Aval del Estado (CAE). El nuevo tratamiento contempla reducir la tasa de interés al 2% anual a contar del 1 de enero de 2013, dejando fuera al 10% de mayores ingresos y a los que estén morosos, y el pago será contingente a los ingresos del deudor, ya que no podrá exceder de un 10% del total, significando todo ello una reducción en la cuota mensual del orden de un 30%. Con esto, la generalidad de aquellos que han financiado su educación con endeudamiento quedará sometida a condiciones similares. La propuesta del Gobierno es oportuna, desde el momento que ya se habían revisado las condiciones de endeudamiento de la mayoría de los estudiantes de educación superior, dejando fuera a los créditos Corfo sin una razón atendible, pero revela el error que significa no abordar los temas en forma general sino en la secuencia marcada por las presiones de los afectados.



El sistema de financiamiento para la educación superior se construyó sobre la base de mecanismos con condiciones diferentes, lo que carecía de justificación. Mientras el Fondo Solidario se ha utilizado para otorgar préstamos con una tasa de 2% y que ha beneficiado a los estudiantes de las universidades del Consejo de Rectores, los alumnos de las restantes instituciones o que no calificaron para los primeros debieron recurrir a los préstamos CAE con un nivel de interés anual de hasta 5,6%, o Corfo, con el 8,5%. Ello suponía un trato discriminatorio sin fundamento. A raíz de las protestas estudiantiles del año pasado, que reclamaban el costo que estos créditos implicaban para las familias, se decidió el igualamiento de las condiciones de los créditos CAE con los del Fondo Solidario, quedando marginados los préstamos Corfo sin un motivo de fondo, lo que ahora se ha debido rectificar como consecuencia de presiones Parlamentarias que amenazaban la aprobación de la ley de presupuesto, no sin que antes el Gobierno pretendiera una rebaja de la tasa sólo hasta el 4,9%.



El realismo político y la equidad determinan que la resolución de abordar una situación social conflictiva con fondos Fiscales se debe tomar de una vez y comprendiendo a todos los involucrados, porque las soluciones parciales sólo extienden innecesariamente en el tiempo el problema y las quejas, con los consiguientes costos políticos, tanto que finalmente obligan a ceder y se proyecta una imagen de debilidad. Adicionalmente, las concesiones parciales evitan que se conozca con exactitud el costo real de las medidas que se hará inevitable tomar. El costo económico de lo concedido, que se ha estimado en US$ 18 millones anuales por 10 años, es manejable en el erario. Por lo mismo, no se comprende el motivo de excluir al 10% “más rico”, que constituye una discriminación que nada tiene que ver con la focalización del gasto, y en circunstancias que los sectores de mayores ingresos de la sociedad no financian los estudios de sus hijos con dichas formas de endeudamiento. Los estudiantes han anunciado que seguirán bregando porque la medida sea universal, lo que mantendrá vigente una demanda políticamente desgastante y por un ahorro fiscal que es difícil de defender a la luz de las decisiones de la Autoridad.



Nota de la Redacción:
El Gobierno socialista de Ricardo Lagos, que llegó al poder con el eslogan de “crecer con igualdad”, instituyó esta monstruosidad que castiga brutalmente a los estudiantes de menos recursos, debió llegar una Administración de signo contrario para terminar con la inequidad establecida por los concertacionistas.



La Haya: Reacciones ante un fallo.


Si las primeras noticias desde La Haya habían generado cierta satisfacción en Colombia, luego de que la Corte Internacional de Justicia ratificara su soberanía sobre una serie de islotes en el Caribe, la segunda parte del fallo, que determinó una delimitación marítima claramente favorable a Nicaragua, ha hecho mutar ese sentimiento en franca indignación. A tal punto que, mientras el Presidente Santos ha pedido a la Armada mantener su presencia en la zona, su Canciller ha señalado que incluso estudian retirarse del tratado (paradójicamente conocido como Pacto de Bogotá) en virtud del cual el país reconoció la jurisdicción de la Corte en 1948. Y, al tiempo que se habla de la interposición de eventuales recursos cuyo destino genera escepticismo, figuras destacadas —como el ex Presidente Alvaro Uribe, Parlamentarios y algunos partidos políticos— llegan a plantear la no aceptación de la sentencia.



Desde la perspectiva de Chile, como país tradicionalmente respetuoso de sus compromisos y del ordenamiento jurídico internacional, algunas de esas reacciones sorprenden; el tiempo dirá si ellas derivan en lo que sería un grave desafío a dicho ordenamiento o si se trata simplemente de las —hasta cierto punto— esperables resistencias frente a un fallo adverso, el cual, sin embargo, se terminará acatando. En cualquier caso, encontrándonos como nos encontramos, ad portas del inicio de la fase oral del juicio al que hemos sido llevados por el Perú también ante La Haya, la situación pone en evidencia cómo, más allá de la buena voluntad que pueda haber, casos de esta naturaleza introducen importantes cuotas de tensión en cualquier relación bilateral. Aún más, también muestran cómo el momento de dictación de la sentencia —que en teoría debiera significar la resolución definitiva del asunto— puede elevar exponencialmente esas tensiones, cuando una de las partes siente haber sido injustamente perjudicada.



Pero, aparte de las actitudes de los directamente involucrados, también otras reacciones ante el fallo Colombia-Nicaragua merecen atención. En ese sentido, son reveladores los dichos del actual Embajador peruano ante la Unesco, Manuel Rodríguez Cuadros. Ex Canciller que impulsó en la era Toledo la política de revisión del límite marítimo e incorporado recientemente a la defensa peruana ante La Haya, el Diplomático ha afirmado —en una línea similar a la de la prensa de su país— que dicha sentencia reforzaría las tesis peruanas en el juicio contra Chile. Esto, al restarle valor a la conducta de las partes como indicativa de la existencia de algún tipo de acuerdo en la delimitación marítima y en cambio hacer prevalecer principios del derecho internacional del mar, como la equidad. Tales dichos —a los que se ha sumado también el ex Presidente Alan García— contrastan con las afirmaciones de otras Autoridades peruanas —como el coagente y también ex Canciller José García Belaunde— en cuanto a que uno y otro son casos distintos, pero denotan una cierta forma de mirar el tema que muy probablemente se haga presente en los alegatos de Perú. Al respecto, no parece casual que ese país haya oficializado su demanda contra Chile sólo después de que un primer fallo de la Corte sobre el caso Colombia-Nicaragua, en 2007, hubo establecido la no existencia de delimitación marítima entre estos dos últimos países y señalado su competencia para determinarla.



Frente a ello, cabe a nuestro país hacer notar con fuerza —como ya lo han hecho destacados juristas— que la afirmación sobre las diferencias entre uno y otro Juicio no es simplemente una frase genérica. Al contrario, ella corresponde a la constatación de situaciones muy concretas que dan cuenta de esa especificidad, partiendo por la existencia de toda una batería de explícitos instrumentos jurídicos que definieron la demarcación marítima actual, coherentes además con disposiciones internas del propio Perú, las que sólo vinieron a alterarse a propósito de la preparación de esta demanda. Así, las conductas de respeto al límite vigente seguidas por ambos países durante décadas están lejos de ser un hecho aislado y sin contexto, sino que constituyen la expresión del acatamiento por ambas partes de una realidad jurídica precisa.



Pobre récord en DD.HH.


De los 18 nuevos integrantes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, casi la mitad tiene un pobre historial de respeto a ellos. Por ejemplo, Kazajstán, Etiopía, Costa de Marfil, Gabón y Venezuela enfrentan acusaciones en distintas instancias por faltar a los compromisos en esta materia.



Es lamentable que la elección de los miembros del Consejo se haga sin apego al criterio básico que estableció la Asamblea General cuando reemplazó a la Comisión de DD.HH. por el actual Consejo: los países elegidos "deben aplicar las normas más estrictas en la promoción y protección" de ellos. En la resolución que lo creó en 2006, esto se consideró un requisito indispensable para que esa instancia recuperara la credibilidad perdida por su excesiva politización, por la cual podía integrarla un Estado reconocido por violar derechos humanos.



También lamentable es que la región de América Latina y el Caribe (que tiene derecho a ocho asientos en el Consejo, de los cuales se renovaron tres) no haya presentado más candidaturas que los cupos a llenar, por lo que Argentina, Brasil y Venezuela tenían seguridad de ser electos. Es una mala práctica -también utilizada esta vez por los grupos de Asia, de África y de Europa oriental-, pues no permite una competencia real entre Estados más o menos merecedores de formar parte del Consejo, y denota una maniobra para rotarse los escaños, sin que pese el comportamiento en materias de DD.HH.: conveniencias de política interna y exterior pesan más en el voto. Distinto es el caso del grupo "Europa occidental y Otros" (que incluye a EE.UU. y Canadá), que presentó cinco aspirantes -dos más que los cargos a renovar.



En nuestra región, es sintomático el caso de Venezuela, reiteradamente acusada de socavar las garantías individuales, la libertad de expresión y de prensa y la independencia de la judicatura, entre otras. Además, el gobierno desahució el tratado de la Corte Interamericana de DD.HH., por considerarla un instrumento de Estados Unidos. Y en el ámbito internacional, apoya abiertamente a regímenes que atropellan sistemáticamente los derechos humanos. Tras la elección, el Canciller Maduro se jactó del reconocimiento de la Asamblea General a Venezuela, al tiempo que respaldó públicamente "al Gobierno legítimo de Bashar Al Assad" -precisamente acusado de graves crímenes y que está bajo la lupa de un relator especial designado por el propio Consejo.



Quizás si las votaciones no fueran secretas, cada país tendría que explicar a su opinión pública y al mundo por qué vota a favor de un Estado que incumple los requisitos básicos fijados por la Asamblea General. Se dice que este sistema permite a Estados débiles evitar la presión de alguna potencia hegemónica, pero parecerían preferibles la rendición de cuentas pública y la transparencia.



Con todo, a juicio de expertos internacionales en este campo, la forma de operar del Consejo ha tenido un cambio positivo en los últimos años, pues se ha logrado una serie de resoluciones sobre violaciones en varios países y se han nombrado relatores para casos específicos. Y el mayor aporte sería el Examen Periódico Universal, que obliga a estudiar la situación de los derechos humanos en todos los países de la ONU, con criterios que buscan mejorarla incluso en naciones plenamente democráticas. Según José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, "a través de este tipo de ejercicio podemos ver cuáles son los Estados abiertos a debatir sus problemas, y cuáles recurren a la máquina propagandística rechazando toda crítica".

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