Política insatisfacción generalizada.
En nuestros recorridos por las comunas, en los que hemos conversado con bases de todos los partidos, sean estos de la concertación o de la coalición por el cambio, hemos detectado altos grados de insatisfacción por la imposición de candidatos por parte de las directivas centralizadas y un creciente descontento porque no se toman en cuenta los liderazgos distritales.
Sin duda alguna esto no coopera a que la política sea mejor vista por la ciudadanía, ni a que la actividad sea mejor evaluada por la gente, existen claras situaciones de molestia al ver que los “locales” son reemplazados por “afuerinos” con buenos pitutos o que son parientes de los líderes de los conglomerados, lo que genera el desagrado de sentir el nepotismo en acción.
Creemos que las colectividades políticas se van a llevar algunas sorpresas, sea por la aparición de candidaturas independientes o porque aumenta la apatía de los electores frente a postulantes que sienten que no les representan y que son la exacerbación de los vicios que todo el mundo critica en nuestras clases Gobernantes, cada vez más lejanas del sentir de las bases.
En la contienda Presidencial, la lucha por el premio mayor, las cosas no están mejores, en la oposición hay fuertes núcleos que se niegan a apoyar a Sebastián Piñera, al que sienten no representativo del sector, mientras que en el oficialismo la proliferación de candidatos refleja un severo descontento con Frei al que consideran fue un mal presidente y un pésimo candidato.
Piñera, que es visto como un demócrata cristiano en comisión de servicio en la centro derecha, debe tomar compromisos difíciles si quiere lograr el apoyo de los sectores más duros, a la vez que tendrá que hacer un reenfoque de su mirada a nuestro pasado próximo si quiere que los sectores ligados al Gobierno Militar voten por el en vez de llamar a anular sus sufragios.
Por otro lado las propuestas de ambos bloques son escasas, sus planteamientos escasamente diferenciadores y una franciscana pobreza argumental, lo que parece estarse comprobando con la irrupción de Marco Enríquez Ominami al que las encuestas estarían dando cifras a las que ni el mismo imaginó nunca que podía alcanzar, al menos en esta etapa de la campaña.
No sabemos si el caso de Enríquez Ominami es el resultado de una sobre exposición mediática, lo que si sabemos es que está horadando de manera peligrosa la candidatura oficialista, apoyada por Bachelet, y creando serios mantos de dudas sobre la tan cacareada Gobernabilidad que la concertación nos ofrece en cada oportunidad que tiene como elemento diferenciador con sus adversarios.
Enríquez Ominami, tenga el 1% que le asignó la CERC, encuesta cercana a la democracia cristiana, o el 14,1% que le asigna Giro País, se está transformando en un fenómeno del descontento con una política oficialista que envejece con un Frei, un Lagos o un Insulza a los que la gente siente como anclados en el pasado y con una miope mirada de futuro.
Como si fuera poco el hecho que está marcando guarismos inesperados, se está creando en el conglomerado oficial una “especie de paranoia”, claramente reflejada en las declaraciones de Camilo Escalona, presidente del partido socioalista, que sostiene que alcanzar y derrotar a Piñera es una tarea difícil, mientras el díscolo diputado sigue cosechando apoyos en las filas oficialistas.
Ya se escuchan voces que piden la realización de una nueva primaria, lo que habla de la debilidad con que es vista la candidatura de Eduardo Frei, que aunque trata de dar gusto al “izquierdismo” agregando a su discurso planteamientos a los que su partido se ha opuesto de manera reiterada, no logra alinear tras su persona a los partidarios del Gobierno.
El pueblo de Chile ya está cansado de promesas vagas y de programas de Gobierno que son un excelente análisis de la situación coyuntural, pero que a los ojos de los electores resultan ser solo manifestaciones de intenciones que NUNCA se llevan a la prática, sobre todo después de haber tenido que soportar los engaños de cuatro lindas proposiciones que han desembocado en inmensas frustraciones.
La popularidad con que aparece la Presidente Bachelet tampoco ayuda a la candidatura de Frei, porque, a pesar que consideramos ha manejado de manera populista la crisis y enfrentado de una grotesca manera intervencionista este período previo a las elecciones, marca un claro contrapunto con el manejo que dio el hoy candidato a la crísis asíatica.
Los políticos no están escuchando a la gente, que quiere cambios no sólo de rostros o de la manera en que se administra la Nación, también quieren escuchar definiciones en los sensibles temas valóricos, proposiciones concretas en los problemas que agobian a la población, como las deficiencias de salud, la mala calidad de la educación, el creciente desempleo o la delincuencia cada vez más amenazante.
Consideramos que la “clase política” debe descender al estado llano, inclusive rebajando de manera sustancial sus remuneraciones, para escuchar los reales problemas que aquejan al pueblo y para en “situ” enterarse de lo mal que lo estamos pasando con una realidad que no es la que entregan las cifras oficiales ni la que nos muestra una prensa obsecuente con el poder.
La política, que se ha tranformado en una profesión demasiado lucrativa, es la única actividad en la que quienes engañan o mienten a sus patrones, es decir a los electores, no tienen sanción alguna hasta la llegada de las próximas elecciones, en las que nuestra proverbial mala memoria y la publicidad engañosa, nos habrán hecho olvidar sus verdaderos latrocinios.
Chile quiere caras nuevas, ya se ha aburrido de ver las mismas en los últimos 40 años, estamos cansados de escuchar de manera reiterada los mismos nombres, que en algunos casos, por efecto del retiro o muerte del anterior “representante”, parecen ser hereditarios, lo que transforma la sucesión política en algo similar a la monarquía por derecho sanguíneo.
No están escuchando la voz del pueblo, tampoco están leyendo bien las manifestaciones de hastío de la población, ni mucho menos entendiendo el cansancio de un electorado que se siente permanentemente burlado. No vaya a ser que en la noche del 13 de diciembre se encuentren con una sorpresa desagradable propinada por el pueblo en el uso de su derecho al sufragio.
Dicen que los Dioses ciegan a aquellos que quieren perder, creemos que si nuestros políticos no quieren tener un despertar desagradable tienen que comenzar por escuchar a sus bases partidarias, abrir los oídos al clamor de la gente que ya no aguanta más las dificultades a las que se les somete, y ciertamente, comenzar a ajercer el poder que les damos de manera más digna.
Este mensaje, que primordialmente está dirigido a los problemas chilenos, es perfectamente aplicable a lo que está sucediendo en todos los países de nuestro Continente, e incluso a los sucesos que se están repitiendo en todo el mundo, la ceguera de las clases Gobernantes nos tiene sentados en un barril de pólvora, que de estallar amenaza con arrazar la civilización que conocemos.
La Semana se inicia con movilizaciones de los profesores que reclaman por el pago del bono SAE y por las protestas del personal de Gendarmería disconformes con las condiciones de trabajo, la falta de personal y el hacinamiento de los internos.
Invitamos a nuestros amigos y amigas a revisar el interesante artículo de la periodista Karin Ebensperger sobre la “ bendita diferencia de los sexos”, en
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