Porque como muchos hemos llorado por lo que le
pasa a la hermana República Argentina, esperamos, artículo sea un llamado de
alerta para que los chilenos, especialmente quienes están hoy en el Gobierno, no repitamos la fracasada “receta” de nuestros
vecinos.
Argentina:
Cuando el populismo supera la racionalidad económica…por Rafael Aldunate
Es cuando la conducción política unipersonal
predomina sobre las políticas públicas consistentes como consensuadas, y el
designio como consigna es el poder por el poder. Y la confrontación es una
oportunidad de lograr y arraigar espacios de mayor influencia monolítica. No es
una opinión personal con sesgo dogmático. El Índice de Libertad Económica
realizado por la prestigiosa Fundación Heritage refleja una Argentina ocupando
el decadente Nro. 166 entre 178 países, y donde son afectadas mayormente las
libertades de inversión, negocios y laboral, sumado a un descontrolado gasto Fiscal
en busca del predominio de las decisiones Estatales, sin aprobación o test del
mercado; es decir, de las personas.
Y para probar y sustentar el excesivo
personalismo en las formas de Gobernar, que solo se ha profundizado en la
administración de Cristina Fernández, hay otro informe de reconocimiento
mundial, el Ranking de Competitividad 2013-2014 del World Economic Forum, donde
Argentina ocupa el lugar 104 entre 148 países, todos sujetos lógicamente al
mismo riguroso método de evaluación.
En contraste, la economía internacional no ha
afectado sus precios de exportación de sus más gravitantes ítems, a diferencia
de Chile. No es así sorpresa su peor posición en la categoría ” Instituciones ”
donde obtiene el lugar Nro. 143 del ranking, superado solo por países extremos
como Haití, Venezuela y Angola. He aquí lo medular…
Por ello es que es extraordinariamente complejo
y exigente, como sujeto a imponderables, lograr un mayor acercamiento con este
país limítrofe, por cuanto sus normas de conducta están dadas por el barómetro
casi en exclusivo de la Presidencia de turno y sus políticas están ciertamente
condicionadas por la contingencia.
El intercambio comercial le favorece al vecino
país 1 a 3 respecto a nuestras exportaciones, saldo neto que le da a Chile una
mejor posición negociadora que habría que tener y hacer presente ante un país
de no fácil predictibilidad… si reconociendo una amplia y virtuosa
complementariedad .
Las inversiones directas en el país trasandino
totalizan US$ 16.700 millones desde 1990, con un predecible ritmo negativo en
los últimos años. Ambiente poco atractivo reflejado por la unanimidad de las
agencias clasificadoras del mundo, que posiciona los bonos argentinos con un
“nivel de riesgo sustancial”, con políticas económicas esencialmente
inconsistentes, que socavan la viabilidad del largo plazo del modelo económico
argentino, toda una constante…para este país.
Un país que en menos de una década ha caído en
default 2 veces, y con el sistema económico y financiero mundial, aun no
solucionados, recuerden… el triste aprisionamiento de su buque escuela por
orden judicial de sus acreedores. Y la apropiación de los fondos de pensiones
de sus propios conciudadanos…
Ante tanta desorientación, en definitiva, la
factura la pagan los que se dicen representar y cautelar: los pobres. En
concreto, para el presente año se espera un retroceso del PIB real de un 1,5% y
sumado a todo ello una de las inflaciones más altas del mundo, un 35% y un 42%
para el 2014 y 2015 respectivamente, según proyecciones del FMI, que
pulverizarán los bolsillos de los que viven de un sueldo fijo, es decir, de la
gran mayoría…
Es difícil que un Gobierno populista y que
concentra tanto el poder económico como político, este último por una actitud
de manipular y reinterpretar las normas Legales, perdure en el tiempo. El ciclo
es siempre el mismo: ofertones de reivindicaciones económicas, ataque frontal
al empresariado, control del aparato productivo vía regulaciones o
expropiaciones, alzas de impuestos; como en Argentina con una presión
tributaria a las empresas de un sideral 50%, donde la recaudación Fiscal es un
tercio del PIB, que estimula una evasión que supera el 33% estimada por este
año. Y es fácil predecir el epílogo: una carestía y una eminente
racionalización del acceso a los bienes básicos, siempre con el sacrificio del
empobrecimiento de los más desposeídos, circunstancias que las ha experimentado
A. Latina una y otra vez, aunque menos en las décadas pasadas. Y a Argentina se
le reconoce como una de las peores focalizaciones del gasto público-social,
exactamente lo contrario de Chile.
Todo ello en un escenario permanente de una
amplia y riquísima dotación de recursos económicos de excepción. Y su
cultura-educación, más que por aprendizaje formal, es por una herencia
consustancial con la herencia de sus emigrantes europeos, siendo parte del
Atlántico. Y reiteramos, las condiciones económicas externas no han afectado
mayormente a sus productos de exportación, por lo tanto, son problemas y
restricciones autogeneradas. Todo ello ha traído como consecuencia empobrecer
al país, y en vez de generar y aspirar a crear una expansión de la clase media,
tristemente, la movilidad ha sido hacia abajo, incrementando los segmentos y
bolsones de pobreza.
Nada se acrecienta y perdura cuando el clima
económico y político se deteriora persistentemente. Ciertamente, Argentina ha
tenido ciclos económicos positivos, pero con la endémica debilidad de no
sustentabilidad en el tiempo y no solo por bajas tasas de ahorro-inversión,
elemento vital e imprescindible. Sino que por políticas económicas erráticas
que afectan determinantemente al ambiente de todo tipo de emprendedores, que en
definitiva, independiente de su dimensión, les afecta como un todo y a todos…
las oscilaciones y dispersión en el instrumental económico.
El valor del dólar, es un verdadero termómetro.
El peso argentino ha sufrido una fuerte depreciación desde inicios del año
pasado. El tipo de cambio se defendió por años en un promedio de $ 4 argentinos
por dólar. La paridad de la moneda es uno de los ajustes económicos más rápidos
y acusan alteraciones. Pues bien, la paridad presente es de $ 8 argentinos por
dólar. Ello, entre otras alteraciones y falta de un modelo económico definido,
como el que hoy impera a lo menos en 8 de cada 10 países del mundo, una
economía social de mercado, cada una con sus matices.
En Argentina el destemplado y fuerte gasto Fiscal
(de forma ineficiente, con espacios nítidos de corrupción) y con un foco
asistencialista y clientelista como han sido casi siempre las distintas
corrientes del “peronismo” para intentar impulsar el crecimiento económico y
mejorar el sustento político de corto plazo. Para ello, logró la actual administración
que el Banco Central argentino pasara a ser un financista de estos incrementos
de votos monetarios, otra indesmentible y gravísima pérdida de la
institucionalidad argentina.