lunes, 8 de octubre de 2012

Temas importantes del fin de semana....

El SERVEL publicó el sábado el listado de las
personas sorteadas para ejercer como
vocales de mesa en las elecciones Municipales,
los que tienen plazo hasta el 10 de octubre para
presentar sus excusas a las Juntas Electorales.
Sujetos amenazaron con arma a Carabinero
y le arrebatan un detenido en Quilpué, el
funcionario policial había arrestado a un
antisocial que había participado en un robo
a una casa, hay intensos operativos en
búsqueda de los atacantes.
‘’Este es un Salón del Automóvil maduro’’ pese
a ausencia de algunas marcas dijo Álvaro Mendoza,
Presidente de la ANAC, asegurando que está
‘’entre los importantes del mundo’’, la feria
fue visitada por miles de personas.
En un proceso que consideramos absolutamente
viciado y fraudulento cerca de la medianoche
de anoche el Consejo Nacional Electora de
Venezuela dio como ganador al tirano
Chávez con 54,42% de los votos.
Corea del Sur y EE.UU. acuerdan ampliar el alcance
y capacidad de sus misiles, lo que permitirá a los
cohetes sudcoreanos aumentar su alcance a 800
kilómetros cubriendo los principales objetivos en
Corea del Norte.
El Premier japonés Yoshihiko Noda visitó  la
accidentada central de Fukushima, donde
revisó las labores de desmantelamiento del
reactor número 4 de la planta, gravemente
dañado tras el terremoto y posterior tsunami
del 11 de marzo de 2011.
Al menos doce muertos al estrellarse un avión
militar de carga en Sudán, hubo 8 supervivientes
heridos de diversa gravedad según informe de
la Autoridad de Aviación Civil del país africano
que investigan el accidente.
Gran Bretaña aseguró que los ejercicios militares
en las Malvinas son ‘’rutinarios’’, las fuerzas
del Reino Unido realizarán pruebas de
lanzamiento de misiles desde la isla entre el
8 y 19 de octubre.
Lula minimizó la importancia de escándalo
de corrupción ocurrido en su Gobierno, dijo
que dijo que ni él ni el pueblo brasileño
están preocupados por el juicio, sino por el
resultado de las elecciones Municipales de
ayer en Sao Paulo.
Turquía lanza proyectiles hacia Siria como
respuesta a un nuevo ataque, la semana
estuvo marcada por diversos disparos entre
ambos países, que se inició luego que un
ataque sirio matara a 5 personas en
territorio turco.
España se une en una nueva jornada de
movilizaciones en contra de los recortes,
miles de personas salieron a las calles de
diversas ciudades del país a protestar
contra los recortes Gubernamentales de
ajustes por la crisis económica.
Un reciente sondeo de la consultora CPI
revela que el 70% de la población limeña
aprueba el indulto humanitario par
Alberto Fujimori por presentar un grave
estado de salud, un 56% opina que
Humala reforzaría su apoyo con
la determinación.









Lo que puede salvar a Piñera
por Andrés Benítez.


No debe ser fácil para Piñera aceptar su baja popularidad. Es cierto que no lo refleja. Se muestra siempre energético y la mayor parte de las veces contento. Por otra parte, tampoco está dispuesto a cambiar su forma de ejercer la Presidencia, lo que para muchos es la causa fundamental de la escasa sintonía de la gente con su Gobierno. Pero Piñera no cree en eso. Es más, el tema del estilo o carácter, lo aburre. El prefiere seguir sus instintos, o hacer lo que se le da la gana. Le gusta estar en el primer plano, hablar cuando quiere, que es casi siempre, y si en ese camino se equivoca o se expone demasiado, le importa poco.



Pero igual le molesta ser impopular. Por ello, la caída de cuatro puntos en su nivel de aprobación que reflejó la encuesta Adimark de septiembre no lo deja indiferente. Y lo desconcierta, porque en ese mes el Gobierno tiró mucha carne a la parrilla: sacó la reforma tributaria, varios proyectos emblemáticos de educación, al tiempo que los resultados económicos siguen siendo muy positivos. Claro, en su lógica, todo ello era más que suficiente para seguir subiendo en las encuestas. Pero no fue así.



Pese a todo, Piñera no va a cambiar. Seguirá apostando a que más temprano que tarde, la gente se dará cuenta de que su Gobierno ha sido bueno. Y que todo el cuento de que los problemas tienen que ver con su forma de ser, será superado por los hechos. Bueno, para algunos esto es una verdadera locura, la cual fue definida por Einstein como hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos. Puede ser, aunque la física es una ciencia exacta y la política es casi lo contrario.



Es evidente que todo sería más fácil si el Presidente aceptara cambiar su estilo de Gobernar. Que deje de estar en todas, de exponerse tanto, porque es ahí donde se reflejan sus debilidades -es impulsivo, se equivoca demasiado, es poco empático-, lo que a la gente no le gusta. Y que, por el contrario, tiene que concentrarse en potenciar sus fortalezas, esto es, la idea de un Presidente que trabaja y que es capaz de solucionar los problemas, cosas que en las encuestas sale bien evaluado. Si fuera así, es probable que alcanzaría más sintonía con las personas.



Pero también es evidente que eso es ciencia ficción. Piñera no va a cambiar. Si es así, entonces para muchos tampoco mejorará la negativa percepción que tiene la gente de él. Que este Gobierno, aunque haga muchas cosas, terminará siendo impopular. Sin duda, este es un escenario probable. Algo que no sería bueno para nadie. Ni para el Presidente ni para la Alianza.



Pero hay una segunda posibilidad. Que no cambie Piñera, pero sí las circunstancias, lo que tiene que ver con la natural pérdida de protagonismo que tienen los Presidentes al final de sus Mandatos. Esto, que para algunos es una maldición, puede ser una bendición para el actual Mandatario. Porque cuando la atención se deje de centrar en su figura, importará menos o nada su forma de ser. El seguirá siendo el mismo, pero se notará menos. Y ahí tomarán preponderancia sus obras, que son su fortaleza. Si esto es así, y si el Gobierno sigue mostrando buenos resultados, lo que hoy suena una locura, puede resultar siendo verdad: que el Mandatario recupere su popularidad. Es una apuesta arriesgada, pero es la única que queda.



Desde California,
por Hernán Felipe Errázuriz.


Incluso en California, donde 2/3 de los votantes eligieron a Obama en 2008, hay decepción por su desempeño en su primer debate con Mitt Romney. Así lo recoge la prensa y se percibe en la población.



Cerca de 90 millones votarán en la elección Presidencial del 6 de noviembre, menos de la mitad de los potenciales electores, pero sobre 50 millones vieron o escucharon el debate -seis millones en California-.



Cuesta entender qué le sucedió a Obama en el foro: inseguro, cabizbajo, sin mirar a su contendor, recurriendo repetidamente a sus notas esparcidas en el podio para responder débilmente a las críticas de su oponente. Parecía echar de menos el teleprompter y haber perdido su energía y brillante oratoria. Recordaba a Bush padre en su primer encuentro televisivo con Clinton, mirando su reloj, esperando que terminara el desagrado del cara a cara.



Romney repitió el encuentro entre Reagan y Carter; con naturalidad, se hizo cargo de todos los temas -hasta de Dios en la sociedad estadounidense y de América Latina-. Prometió lo que los electores quieren oír: crecimiento, empleo y reducción del déficit Fiscal: promesas incumplidas de Obama. Con habilidad, Romney se comprometió con lo obvio: apoyar a las pymes y a la clase media. Su estrategia es acercarse al electorado, parecer moderado, desmentir las acusaciones de su favoritismo por los grandes empresarios, y abrir un espacio para atraer a los demócratas desilusionados de la gestión del Primer Mandatario.



Obama, apabullado por el estancamiento económico y la cesantía, más bien reclamó que su contrincante no explicaba cómo alcanzaría sus metas; que las matemáticas de superar las rebajas de impuestos con la eliminación de elusiones tributarias no cuadraban, y que la falta de precisión sobre los medianos empresarios permitiría beneficiar a los grandes contribuyentes como Donald Trump.



¿Qué le sucedió a Obama? Tal vez no hizo las tareas, lo afectó la burbuja en que viven los Presidentes, tuvo mala asesoría, se descuidó o perdió el ritmo de debatir. Mal que mal, Romney necesitaba desesperadamente superarse en este foro para recuperarse de sus desaciertos, y contaba con más de 50 horas de debates en los últimos meses, durante las primarias. Cualquiera sea la explicación, lo acontecido podría ser sólo un tropiezo para Obama: restan otros dos debates Presidenciales, cuatro semanas para la elección, y bien pudo haber guardado su artillería para desacreditar al cambiante Romney en el último foro.



El Jefe de campaña de Obama sostuvo que la actuación de Romney le podría permitir ganar un Oscar, pero no la Presidencia, porque no es confiable aún. Es una nueva estrategia: no criticar el conservadurismo de Romney, sino sus ambigüedades y fallas.



En todo caso, hay otro ambiente, otra dinámica y, seguramente, habrá un nuevo Obama, más agresivo, menos cortés y mas asertivo.



Necesidad de un nuevo impulso,
por Juan Andrés Fontaine.


Cinco Ministros, dirigentes y ejecutivos de las más importantes empresas se han dado cita para revisar, una vez más, las cortapisas que mantienen atascados cruciales proyectos de inversión, lo que nos resta competitividad, capacidad de crecimiento y generación de empleos.



El diagnóstico es conocido. Los atrasos en obras de generación y transmisión de electricidad son responsables del alto costo de las cuentas que pagan hogares e industrias. A futuro, ello puede agudizarse porque -a falta de otras fuentes mejores- terminaríamos recurriendo a la energía más cara y sucia, el petróleo. El costo de la energía compromete la competitividad de la agricultura y la industria, justo cuando resiente la debilidad del dólar y el alza de los salarios. Incluso el desarrollo minero, que goza de tan buenos precios, está viéndose obstaculizado: por primera vez, Chile ya no está entre los 10 mejores lugares para invertir en minería -ha descendido al puesto 18- según un prestigioso ranking internacional.



Es la falta de claridad y coherencia de mucha de la normativa correspondiente la que -hábilmente explotada por determinados intereses económicos o ideológicos- favorece la paralizante judicialización de las autorizaciones ambientales. Desde 2010, el Gobierno viene trabajando en diversas iniciativas para mejorar la tramitación de las evaluaciones ambientales y sus múltiples permisos sectoriales, precisar los alcances de las consultas que exige la Ley Indígena, favorecer la obtención de las servidumbres, derechos o concesiones. Desde el Ministerio de Economía, me correspondió echar a andar con ese objeto el Comité Interministerial de Agilización de Inversiones y la Agenda de Impulso Competitivo. Pero el tema no ha recibido hasta ahora la alta prioridad política que merece, y el avance ha sido lento.



Tal vez el buen desempeño de la economía le haya restado urgencia a esa agenda. Pero, dado el enfriamiento del clima económico mundial y el agotamiento de nuestra capacidad productiva ociosa, sin esas reformas microeconómicas nos será imposible mantener el ritmo del crecimiento y la creación de empleos.



La baja popularidad del Gobierno y la tensión política reinante tampoco ayudan a crear un ambiente propicio para un debate Legislativo fructífero. Pero ahora que la urgencia apremia es cuando más hace falta un liderazgo visionario, capaz de forjar los acuerdos políticos necesarios. Lo que está en juego no es tan sólo que la economía siga marchando a buen paso por ahora, sino también en el próximo período Presidencial, quienquiera ocupe La Moneda. La iniciativa de un pacto nacional pro inversión y competitividad, que parece preparar el Gobierno, no puede ser más oportuna y debe ser apoyada por todos.



El poder de un debate
por Axel Buchheister.


El desenlace  del debate Presidencial norteamericano fue inesperado. Las apuestas estaban a favor de Barack Obama, que usualmente se mueve como pez en el agua cuando de oratoria y dominio de escena se trata, no obstante lo cual resultó reconocidamente derrotado. Como dato ilustrativo, el Mandatario intervino efectivamente por 40 minutos con 50 segundos, mientras que Mitt Romney sólo lo hizo por apenas 38 con 32, beneficiándose con un 11% de más exposición, que en televisión es mucho tiempo. Habló más, pero el hecho es que no se le vio; el desafiante, en tanto, que usó menos la palabra, llevó la iniciativa y copó la pantalla.



Pero el debate no fue únicamente despliegue escénico, sino que también intercambio de ideas, imputaciones, cifras y detalles, y formulación de propuestas, todo concentradamente. Es que allá más que agradar hay que convencer; y la gente quiere saber. En suma, hubo sorpresa y contenido, lo cual puede marcar un vuelco en una elección que se estaba dando por jugada, lo que se verá si sucedió en las siguientes encuestas. Una fiesta para la democracia.



Aquí en Chile, ya se despachó el proyecto de ley de primarias voluntarias. ¿Serán usadas? Adoptarlas sería un primer paso para acercarse a las prácticas que tanta solidez han dado a la democracia norteamericana.



En la Concertación, difícil, pues se da como un dato la candidatura de Michelle Bachelet y la nomenclatura del conglomerado no está muy dispuesta a arriesgar en el objetivo de recuperar el poder. Si algo los complica el tema, es por una cuestión de imagen, no de principios. Antes han recurrido a primarias, pero ha sido para cubrir las apariencias o acallar a alguien, no para competir de verdad. La prueba de lo contrario sería que incluyan a ME-O.



En la Alianza, RN exige una primaria y la UDI se resiste. No se entiende esta reticencia, cuando dicen tener el candidato que gana de todas maneras. Se dan dos argumentos: que se puede afectar la unidad para la elección y el riesgo de una baja concurrencia, que despejaría el camino a la Concertación.



La unidad no tiene por qué fracturarse, si hay voluntad política y vocación de construir una posición común mediante una confrontación leal, lo que constituiría una inmejorable carta de presentación. Además, una buena contienda siempre atrae votos. En las primarias norteamericanas la confrontación es dura y después todos se unen para lo que sigue.



La buena rentabilidad siempre deriva de asumir riesgos. Aunque no participara tanta gente, con una primaria bien hecha la ciudadanía percibiría la voluntad de innovar en la forma de hacer política -que parece ser la demanda hoy-, en contraste con lo que probablemente sucederá con la Concertación, lo que pudiera ser muy rentable políticamente. En un sector que cree en el emprendimiento y el riesgo como receta económica, es contradictorio que en política la fórmula sea no arriesgar.



Se suele oír que debates como esos sólo se pueden dar en Estados Unidos; que sólo allá se puede dar vuelta una elección defendiendo ideas. Esa gran nación no nació rica y civilizada, la construyeron en el tiempo. No hay razón para que las recetas que les han servido no se puedan aplicar aquí, ya lo probamos en materia económica.



Temas económicos: Importantes diferencias entre Obama y Romney.


La evolución de la tasa de desempleo -una variable históricamente determinante de la suerte del Presidente de turno al presentarse a la reelección- es probablemente el mejor ejemplo del complejo escenario que enfrenta la primera economía del planeta. Mientras entre 1987 y 2008 el desempleo se ubicó en torno al 6%, desde inicios de 2009 no bajó del 8%, alcanzando incluso los dos dígitos en octubre de 2009 (con todo, ayer se informó que cayó a 7,8% en septiembre). Por otra parte, la tasa de pobreza avanzó hasta 15,1%, siendo el número de pobres (46,2 millones) el más alto desde que se publican estadísticas oficiales. A esto se agregan una polarización política sin precedentes, la tensa situación internacional y las distintas visiones sobre cómo reducir los niveles de deuda pública, no vistos desde la posguerra. De allí la expectación en torno al primer debate Presidencial, el pasado miércoles.



Y el encuentro no defraudó, particularmente a quienes esperan una discusión centrada en los temas económicos. En lo técnico, la discusión fue interesante y con inusual profundidad para un show televisivo. En lo sustancial, ratificó las importantes diferencias en materias económicas entre Obama y Romney.



Ambos comenzaron sus intervenciones haciendo alusión a la desmejorada situación de la clase media, identificada como el principal tema de campaña. En el pasado, este grupo sustentó el crecimiento y la prosperidad de la economía, y la oportunidad para referirse a su presente no se dejó pasar. No hubo mayores discrepancias entre los candidatos respecto de la necesidad de fortalecerla, pero sí en cuanto a los efectos que sobre este grupo pueden tener las distintas propuestas para reducir el déficit federal, cercano al 8% del producto.



En esta materia, la propuesta del Presidente Obama se centra en la necesidad de un plan de financiamiento balanceado, basado en un menor gasto público, conjuntamente con un alza de impuestos para quienes perciben más de 250 mil dólares al año -lo que significa, en la práctica, terminar con la baja de impuestos implementada bajo la administración de George W. Bush-. Esta estrategia, explicó el Presidente durante el debate, hace innecesaria un alza de impuestos a la clase media.



Por su parte, Romney se ha opuesto sistemáticamente a cualquier aumento de impuestos para reducir el déficit, y si bien se le ha criticado por la poca claridad de su programa, durante el debate detalló los elementos centrales de su estrategia. Ésta se basa en la reducción de impuestos a las empresas y la eliminación de deducciones y vacíos legales (loopholes) que permiten elusión tributaria. Así, el republicano apuesta a que el impulso al crecimiento económico provocado por la reducción de impuestos debería ser suficiente para mejorar las cuentas Fiscales. En principio, su lógica es correcta: menores impuestos generarán mayor crecimiento económico y aumentarán los ingresos tributarios del Estado. Sin embargo, los altos niveles de deuda hacen difícil pensar que esto será suficiente. De hecho, grupos independientes han cuestionado el plan, argumentando que eventualmente tendría que ser compensado con un aumento en los impuestos a las personas, incluyendo la clase media.



Las diferencias entre los candidatos también se hicieron ver en materias tales como energía, regulación, seguridad social, educación y salud. La visión de Obama apunta a dar un mayor rol al Estado en cada una de esas áreas. Su convicción es que el Estado está llamado a asegurar las oportunidades de la población, y también la libre competencia.



Por el contrario, Romney plantea la necesidad de reducir la participación del Gobierno central, dando mayor independencia a los Estados para decidir los sistemas de salud, ofreciendo vouchers a los hogares para mejorar la educación de sus hijos, y a los jubilados para elegir su seguro de salud.



El debate reconfirmó las distintas posiciones de ambos candidatos, dejando en evidencia que la elección no es entre dos personas, sino entre dos visiones económicas alternativas, distanciadas aún más por las circunstancias. La clave está en cuán obvias e importantes sean esas diferencias para el votante medio.



¿Y la superpotencia?
Si bien el debate trató temas de política interna, también brindaba la oportunidad para que los candidatos discutieran el papel de EE.UU. en el contexto económico mundial, particularmente dada la situación en Europa. Esto no ocurrió: las únicas alusiones al tema económico internacional trataron la incómoda posición estadounidense respecto de China. Así, la difícil situación económica y la división interna del país hacen hoy impensable que este pueda jugar un rol determinante en el contexto económico mundial.



Lamentablemente, Estados Unidos no está en condiciones de ser el líder que fue. Lejanos están los años de su Programa de Recuperación Europeo impulsado en 1947, conocido como Plan Marshall, que permitió reconstruir la Europa de la posguerra, fomentando el libre comercio, la modernización industrial, y contraponiéndose al sistema comunista propio de la Unión Soviética. Durante este período, fue además el impulsor de iniciativas determinantes para la creación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Paradójicamente, hoy EE.UU. debe ocuparse de su más importante acreedor: China. Más paradójicamente aún, China ha abrazado poco a poco los mismos principios que en su hora hicieron de Estados Unidos un ejemplo de desarrollo y prosperidad.



Cautela ante fuerte crecimiento.


El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de agosto mostró una expansión preliminar de la economía de 6,2%, en línea con lo que esperaban los analistas y dando cuenta de una importante fortaleza interna, no obstante el delicado escenario por el que atraviesa la economía mundial, ubicándose así como el país que más está creciendo económicamente a nivel de la Ocde.



Los resultados del octavo mes del año son indicativos de que hay probabilidades razonables de que el crecimiento de la economía nacional se ubique en torno al 5% en 2012, no descartándose que pueda estar ligeramente sobre esa cifra, conforme lo proyectó en septiembre el Banco Central, cuando aumentó su perspectiva de crecimiento para este año, ubicándola entre 4,75 y 5,25%. Cabe recordar que de acuerdo al FMI, en 2012 la economía mundial debería expandirse 3,4%, con la zona euro en ligera recesión y tanto EE.UU. como China desacelerándose.



La fortaleza que muestra la economía chilena -explicada por una combinación de factores, donde influyen el buen precio internacional del cobre, fuerte inversión y un mayor gasto interno- debe llevar a mirar estos resultados con la prudencia debida. El alto déficit en cuenta corriente que muestra el país, fruto del mayor gasto doméstico, ha llevado a un importante fortalecimiento del peso, que de persistir podría generar efectos adversos para las exportaciones. Lo deseable sería que el Fisco ajustara su gasto para así quitar presión interna y permitir una depreciación natural de la moneda. Sería oportuno que en la actual discusión presupuestaria el Ministerio de Hacienda llevase a cabo ajustes adicionales en ciertas partidas, de modo que el crecimiento del gasto Fiscal no supere la expansión proyectada para el PIB de 2013. La probabilidad de que la economía se desacelere en los próximos meses también exige que las demandas de mayor gasto por parte del Estado sean contenidas.



La semana política: Desprolijidades y responsabilidades


Las desprolijidades en la licitación del litio justifican el alejamiento del Subsecretario de Minería, Pablo Wagner, a cargo del proceso. Un revés semejante afecta doblemente a un Gobierno que ha hecho de la mejor gestión uno de sus pilares. Y es lógico que si el Ejecutivo quiere sostener ese estándar de excelencia, eleve las exigencias en otros ámbitos de su quehacer. Al reemplazar a una coalición con 20 años de gestión, el cambio de estilo Gubernamental rompe rutinas -algunas claramente deficientes-, que antes solían pasar inadvertidas para la opinión pública. Y, además, siendo prolífico en materia de realizaciones, sus errores en ese campo son disonantes y cobran gran relieve comunicacional para La Moneda.



Con todo, más grave traspié es la caída del Jefe de la División de Estudios del Ministerio del Interior, el ex Fiscal Alejandro Peña, por su responsabilidad de supervisión en las posibles irregularidades que afectaron la compra de equipos técnicos para detectar el tráfico de drogas en el norte del país. La denuncia del pago de sobreprecios recae en un área de la mayor sensibilidad para el Gobierno, ya que, pese a las cifras e indicadores que se exhiben, la seguridad pública es una prioridad nacional, y se percibe como una gran promesa incumplida.



La contratación del ex Fiscal fue controvertida en su momento, pues afectó la imagen de independencia del Ministerio Público, y ocurrió en medio de las indagaciones por los atentados del publicitado "caso bombas" que luego fueron desechadas por los Tribunales. Con todo, lo discutible de la contratación de Peña por el Ministerio del Interior se vio atenuado por la iniciativa de sumar al combate por la seguridad pública a un funcionario que aparecía con un perfil ejecutivo y enérgico en esa área.



Pero los escasos resultados alcanzados hasta ahora y los costos políticos asumidos por ese alto funcionario de Interior tras absolverse a todas las personas que imputó como responsables del "caso bombas" ya habían dificultado su labor. La rápida reacción del Subsecretario y del titular de Interior -que presentaron denuncias ante el Ministerio Público y la Contraloría, e iniciaron un sumario administrativo interno- no habría sido coordinada con el Jefe de la División de Estudios, lo que molestó a Peña y habría acelerado su renuncia.



Probablemente, los daños que ocasionará este episodio en Interior aún no concluyen.



La ilusión del cepo programático
La violenta y repudiable funa que sufrió el acto de conmemoración del plebiscito del 5 de octubre de 1988 refleja que, para revertir las resistencias y desconfianzas que despiertan en ciertos sectores, la cúpula de la Concertación y su más posible candidata, Michelle Bachelet, pueden requerir más que un nuevo socio -como el Partido Comunista-, un nuevo nombre -"Por un Chile Justo"- y un programa amplio. Hasta ahora, el PC se ha aferrado al lema de que su candidato es "el programa", pretendiendo condicionar el eventual apoyo a Bachelet a un conjunto de propuestas previamente negociado -a diferencia del apoyo pasivo y unilateral que él debió dar a Lagos y Bachelet en sus respectivas segundas vueltas.



En esa postura y en la visión crítica de lo obrado en la era concertacionista, coinciden la actual conducción del PPD y del PRSD, lo que facilitó el avance del acuerdo programático con el PC y la Izquierda Ciudadana -analizado por separado- que se presentará hoy, y que va más allá del ámbito municipal. Ese texto aspira a recoger las demandas del movimiento social y a medirse electoralmente en la votación de las listas de Concejales del pacto "Por un Chile Justo", en competencia con la Concertación, representada por el pacto PS-PDC. Originalmente incluía la demanda de una nueva Constitución, la formación de una empresa nacional del agua y del litio, educación pública gratuita y de calidad, fin al lucro en educación, una AFP estatal y otras reivindicaciones. Ante las objeciones de la bancada Parlamentaria del PPD (especialmente sus Diputados) por la radicalidad del documento, debió consensuarse, y así se eliminaron algunos elementos y se intentó acotarlo al ámbito Municipal.



Los Presidentes del PRSD y del PPD, Senadores Gómez y Quintana, respectivamente, estiman que la única fórmula ganadora y capaz de dar Gobernabilidad al país es un arco opositor amplio, que incluya al PC, y con planteamientos que recojan las demandas del movimiento social.



Como señal de los nuevos tiempos, los timoneles de los partidos de la Concertación sumaron al PC a la conmemoración del plebiscito de 1988. Pero la escasa participación de figuras políticas fue notoria, y se acentuó con la sorpresiva irrupción de cientos de escolares para funar el acto. La virulencia de los jóvenes contra la Concertación y el Gobierno desconcertó a los asistentes. Sintomáticos fueron los insultos que recibió el Presidente del PC al intentar llamar a la moderación.



Precisamente a ese descontento apunta Marco Enríquez-Ominani, que lanzó su candidatura Presidencial esta semana. El ex socialista rechazó participar en una eventual primaria de la oposición y optó por jugarse a la primera vuelta electoral. El resultado que su partido, el PRO, obtenga en los comicios municipales -en comparación con el 20% que obtuvo Enríquez-Ominami en la Presidencial de 2008- puede ser muy relevante para el entusiasmo de sus seguidores en la carrera Presidencial.



Resoluciones judiciales y sensación de impunidad.
Fuertes y comprensibles críticas generaron esta semana dos decisiones tomadas por sendas Jueces de Garantía en el caso del homicidio de un barrista ocurrido el domingo pasado. En la primera, una Magistrado rechazó la orden de detención solicitada por el Ministerio Público en contra del autor confeso del asesinato, por considerar que no se habían respetado sus derechos. En la segunda, otra Juez desestimó la prisión preventiva del sujeto, sosteniendo que no constituía un peligro para la sociedad. La controversia generada incluso provocó que el Gobierno anunciara el envío de reformas legales para proteger los derechos de las víctimas y la seguridad de una ciudadanía sorprendida por la actitud judicial excesivamente garantista que estaría generando una sensación de impunidad.



Los pronunciamientos de las Jueces se suman a otras medidas judiciales recientes que han llamado la atención, como la exclusión de pruebas que se veían atingentes en varias causas relevantes. Todas estas resoluciones parecen pugnar con el sentido común y aconsejan una revisión urgente y profunda de una situación que ha llegado al límite, y que amerita la adopción de definiciones. Ello sólo puede deberse a una política judicial equivocada, graves errores investigativos o a una legislación inadecuada. Cualquiera que sea, se requiere de prontas rectificaciones.



En el caso concreto, no resulta entendible que un homicidio a tiros sea tratado como un delito menor y no se le asigne la importancia que merece, no obstante las abundantes pruebas, en términos que el responsable no sea considerado un peligro para la sociedad. Más aún si tanto la víctima como el autor confeso pertenecen a las “barras bravas”, grupos que suelen aplicar conductas de agresión y represalia que lindan en el comportamiento mafioso.



Según la Juez de Garantía, la confesión se obtuvo luego de que el inculpado fuera llevado a un recinto policial para practicarle un control de identidad que no correspondía, pues él portaba su cédula, y sin la presencia de su abogado, a pesar de que el Fiscal y la policía sostienen que consintió en hacerlo y renunció a sus derechos una vez que le fueran explicados. Más aún, la infracción de éstos parece ser una alegación de la defensa más que del propio afectado, quien incluso ha pedido disculpas por sus actos. Si la simple alegación de no haberse respetado las garantías o incumplido las formalidades legales basta para crear la duda, la labor investigativa se vuelve imposible de cumplir.



No corresponde volver a la detención por sospecha, que se prestó para arbitrariedades, pero cuando la policía conduce una investigación de un delito grave y habiendo una causa probable, debería estar facultada para conducir a un sospechoso a un recinto apto para interrogarlo. Estos interrogatorios debieran tener una duración acotada y filmarse para que haya constancia del respeto a los derechos y el cumplimiento de las formalidades legales.



El Gobierno ha anunciado una reforma a la normativa procesal penal, lo que parece apropiado e impostergable, sin que ello suponga debilitar las garantías esenciales. Además, habría que considerar reformas institucionales al régimen de los Jueces, para que se hagan responsables de las decisiones que adoptan, puesto que ellos no están exentos de rendición de cuentas y ese es el estándar propio de los países democráticos. 


Campaña electoral.


¿De qué tratan los programas y los proyectos? ¿Cuáles son las ideas y proposiciones? ¿Qué cosas se pretende cambiar y qué otras mantener, o mejorar? ¿Quiénes son los candidatos? ¿Qué formación han recibido? ¿Cuándo, dónde? ¿En qué creen? ¿En qué no? ¿Cuál es su visión del hombre y el mundo, de la Comuna? ¿Tienen familia, trabajo estable y conocido? ¿Qué antecedentes suyos pueden ser útiles para que los electores tomen la mejor decisión? ¿Quién financia sus campañas y por qué? ¿Por cuánto?



En este párrafo, ponga usted un largo etcétera, y pase al siguiente.



Bien: imagino que las respuestas a todas esas preguntas están en las respectivas páginas web de cada uno de los cientos (¿tal vez miles?) de candidatos a Alcalde y Concejal que por estos días han comenzado sus campañas. Imagino, también, que estarán impresas en algún documento que tendrá alguna circulación en alguna parte. En fin, presumo que en las respectivas oficinas, locales o stands de los legítimos buscadores de votos se encuentran disponibles para quien las solicite.



Sin embargo, en la calle no se ve ni se encuentra nada de aquello. La campaña, a juzgar por lo que se mira (que es, al mismo tiempo, a lo que se apela), parece una disputada promoción de rostros y sonrisas, tipos de peinado y vestido, clases de anteojos y corbatas, a veces también de apellidos y nombres. Pero de aquellas preguntas y sus respuestas, no se observa nada...



Resultados electorales en Venezuela.


A pesar del modernismo y seriedad que Chávez insistió en asignar al sistema electoral venezolano, campaña en la que citó reiteradamente al ex Presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, llama la atención que a cerca de dos horas de concluido el proceso eleccionario, y a pesar de la automatización que se ha destacado, no se hubiese entregado resultado alguno.



Las experiencias anteriores, en las que al menos ha habido mucho ruido por las presunciones de un accionar fraudulento del Consejo Nacional Electoral (CNE), absolutamente subordinado al poder Ejecutivo, dan cierta credibilidad a las sospechas de que se demoró la entrega de los escrutinios mientras se manipulaba los resultados, para entregar un resultado favorable al autócrata.



A dos horas de cerrado el ‘recuento” se publicaban rumoreaban cifras oficiosas, filtraciones del controlador de las elecciones,  que daban al Presidente Hugo Chávez  una holgada victoria por más de un millón de votos de ventaja, para a cerca de tres horas de finalizado el proceso, entregar un primer computo oficial con un 90% de los votos escrutados en que da al tirano un 54,42% de los sufragios.



Creemos, como lo hemos pensado desde que se confirmó la fecha de los comicios que el Gobierno bolivariano una vez más falseó los resultados del proceso manipulando las maquinas de votación y tomándose un largo plazo de tiempo para “cocinar” por casi tres horas los resultados en la dependencia chavista llamada Consejo Nacional Electoral, con los que una vez más el tirano prolonga su periodo Gubernamental.



Creemos que para Venezuela los tiempos solamente pueden ser peores, la “victoria” dará fuerzas a la tiranía chavista para seguir profundizando la “revolución” para intentar transformarla en irreversible, con lo que a los venezolanos se le seguirán coartando, cada día más, las escasas libertades de que gozan y la clase Gobernante continuará apoderándose de las riquezas de ese país.



Durante el último tiempo hemos llorado por el destino del pueblo venezolano, también lo hemos hecho por otros países en manos de un populismo trasnochado, como Argentina o Bolivia, en la que los Gobernantes aprovechan antidemocráticamente el presupuesto nacional para adormecer y comprar las conciencias ciudadanas para mantenerse ilegítimamente en el poder.

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