Universidad Católica cayó 3-1 ante Atlético
Clube Goianiense, de Brasil, pero, por el
triunfo de 2-0 como
local, clasificó a cuartos
de final de la Copa Sudamericana.
|
Desde ayer 130 mil morosos del Crédito
Solidario pueden reprogramar su deuda
obteniendo condonaciones de hasta 100%
en intereses y la salida del Boletín Comercial.
|
El Presidente de la ANFP, Sergio Jadue,
confirmó a Claudio Borghi en la
selección
sosteniendo que ‘’No cortamos procesos’’
y afirmando que la determinación del
directorio fue ‘’unánime’’.
|
gavetas de dinero del
cajero automático
de la sucursal del banco
BBVA de Providencia
ayer a las 6 de la
mañana. La foto es
solamente indicativa del
ilícito, corresponde
a un hecho anterior.
|
campaña con millonarios gastos en publicidad,
hasta ayer ambos candidatos acumulaban
cerca de 1.000 millones de dólares en avisos
televisivos.
|
La Canciller de
Alemania, inauguró
monumento a víctimas
gitanas del
Holocausto y Presidió
una ceremonia
en recuerdo a medio
millón de sintis
y romaníes asesinados
por los nazis.
|
No votar tiene
consecuencias,
por Gonzalo Rojas Sánchez.
"El que nada hace,
nada teme". La frasecita tantas veces repetida nada tiene de verdadero en
la vida pública.
Quienes se abstuvieron
de sufragar en el plebiscito para aprobar la Constitución de 1925, a pesar de
que fueron mayoría, comprobaron con el paso de los años que su actitud sólo
había servido para que el texto se impusiera sin contrapesos y para que, con
todas sus deficiencias, imperara durante casi cinco décadas.
Los que aprovecharon el
último fin de semana en la nieve en septiembre de 1970 -obviamente eran pocos,
pero su mal ejemplo incidió en muchos otros- no sólo privaron a Alessandri de
su triunfo, sino que permitieron que se iniciara en Chile el más riesgoso experimento
jamás intentado: un Gobierno marxista, de cuyo enorme fracaso los que se
omitieron aquel día ciertamente no se sienten culpables.
Y aquellos que se
dieron el gustito de no votar el 5 de octubre de 1988 -porque no querían quedar
marcados en ningún sentido- después han lamentado haber dilapidado su derecho
electoral, al sufrir los estropicios de la Concertación.
Del pasado, al
presente.
Y ese presente consiste
en que millones de chilenos -¡millones!- se aprestan para quedarse en sus casas
el próximo domingo. River-Boca en el Monumental parece una mejor opción que
concurrir a la mesa 17 del Insuco, o a la 29 o a la 87 de los liceos designados
en Antofagasta o en Concepción. Y así en todo Chile.
Los que no van a votar
tienen sus razones; y las esgrimen.
Unos alegan
dificultades personales. Casi siempre es cierto, pero entre cientos de miles
que dicen la verdad, hay decenas de miles que mienten. Son las mismas gentes
que critican a los políticos porque -afirman- son todos unos mentirosos.
Otros viven con la
comodidad del borrego. Ocuparse por un par de horas durante un domingo en tan
extraños menesteres les parece una absurda pérdida de tiempo. La Concertación
los acostumbró a estirar la mano para pedir, y esta vez -vaya dificultad-
tendrían que usarla para preferir. Simplemente no están dispuestos: es
demasiado esfuerzo para sus pobres vidas.
Un tercer grupo se
abstiene porque rechaza el sistema. Viva su sinceridad, porque permite conocer
el peligro que asecha a la democracia, ya provenga de niñitas escolares o de
portadores de bombas caseras. A ambos hay que prestarles atención en sus afanes
rupturistas.
Finalmente, están los
que, al escudriñar las candidaturas, a todas las encuentran insustanciales e
indignas. No han reparado en que, en medio de una generalizada mediocridad, hay
notables excepciones que merecen apoyo. Un rechazo indiscriminado a todos los
candidatos no es más que una clara señal de flojera personal.
Y no hay más
fundamentos para el abstencionismo, ya que al menos hay dos grupos que no
pueden quejarse en esta elección: los que critican el binominal (no se usa) o
los que se molestan por la presencia de las mismas caras (hay miles de nuevos
rostros).
El próximo domingo por
la noche habrá dos niveles de conclusiones en los análisis. Por una parte, las
típicas sobre ganadores y perdedores, Comuna a Comuna, partido por partido. Por
otra, el decisivo comentario sobre la viabilidad de la democracia en Chile, muy
relacionado con los millones de electores versus los millones de abstencionistas.
Si los análisis se
centrasen sólo en lo primero, si se llegase a ignorar la gravedad de lo
segundo, pobre sería el futuro para la democracia chilena, tan despreciada por
millones de ciudadanos así como por los analistas más sutiles.
Conocidas las cifras el
domingo por la noche, habrá que ser muy sinceros para advertir el riesgo que se
corre: una abstención masiva y creciente es el camino pavimentado para los
aventureros audaces.
Urnas semivacías,
por Max Colodro.
La mitología parida por
nuestra clase política nos decía que los ciudadanos —en particular los jóvenes—
estaban ansiosos por participar de la expresión democrática, pero el problema
eran las «barreras de entrada». La gente está cada vez más «interesada» en
hacerse escuchar, se siente empoderada, pero el sistema la excluye e inhibe. El
Gobierno anterior impulsó entonces un proyecto de inscripción automática para
que todos los mayores de 18 años quedaran habilitados para ejercer el sufragio.
Dado que dicha inscripción podía lucir autoritaria porque «obligaba» a la gente
a estar inscrita en los registros electorales, se les devolvió la mano a los
felices empoderados con el derecho a una participación voluntaria. Nos poníamos
así a tono con el clamor de la calle y, sobre todo, con esta nueva vertiente de
progresismo chileno que reclama por «derechos obligatorios» y «deberes
voluntarios».
Ahora los líderes de la
Concertación dicen estar preocupados: salen a reconocer el error y a pedir
disculpas. Están asustados de las consecuencias de una baja participación en
las Municipales del próximo domingo. Según diversos estudios, muchos de los
nuevos empoderados van a hacer uso de su derecho quedándose en casa jugando
Nintendo o viendo el fútbol español. Así, un porcentaje quizás demasiado alto
de la gente expresará que aquello que está en juego en estas elecciones no le
interesa, o en realidad no sabe lo que está en juego. El sistema político se
enfrentará entonces desnudo y a solas al peso real de su legitimidad. Terminado
el subsidio de las eventuales sanciones vinculadas al voto obligatorio, las
proyecciones dicen que, ya sin la máscara de la coerción, la participación
democrática no tendrá muy buena cara.
Lamentable: no podrán
echarle la culpa al binominal, porque en las elecciones de Alcaldes y de Concejales
no hay binominal. No podrán tampoco hablar de barreras de entrada, porque ellas
desaparecieron de manera automática. Tendrán entonces que asumir que no
convocan a la gente, que la democracia que hemos construido en base al marketing
y el fotoshop estimula a muchos a no mover un dedo. Y tendrán que asumir
también su responsabilidad como dirigentes políticos y Legisladores. En rigor,
si la ex Presidenta de Chile no tiene tiempo ni ganas de ejercer su voto, a los
simples mortales no habrá nada que recriminarles.
Así están las cosas. Ya
no parece tan claro que la gente se muera por participar y dar su opinión en
las urnas. Los que quieren, prefieren la calle y los gritos, pero son demasiado
pocos frente al silencio y el tedio de todos los demás. Explicarán entonces que
se equivocaron: que el voto voluntario favorece a los ricos y perjudica a los
pobres; que los jóvenes requieren ser «obligados» de nuevo porque nuestra
democracia no puede darse el lujo de una sangría voluntaria. Hace un tiempo ya
nos habían convencido de que debíamos acortar el período Presidencial a cuatro
años y ahora muchos andan también arrepentidos. ¿Esta es la clase dirigente que
ahora exige reformas políticas y modificaciones al sistema electoral? ¿Alguien
puede tener alguna confianza en sus capacidades para proponer y siquiera
entender lo que el país requiere en estas materias…?
No fueron pocas las
voces que anticiparon este problema. Pero no: la consigna es darle hoy a la
gente exactamente lo que quiere. Y las encuestas decían, era que no, que a la
gente le gustan más los deberes voluntarios. La calidad de la educación
consiste para nosotros en pagar menos y ojalá nada, pero no en estudiar más en
carreras más exigentes. Queremos trabajar menos, tenemos feriados hasta para
celebrar el cumpleaños del Pato Donald, pero no queremos medidas que mejoren la
productividad, porque eso nos obliga a trabajar más y, sobre todo, mejor. Ahora
convencimos a la gente de que votar no es una obligación cívica, y que frente a
los destinos del país podemos pasar el domingo cómodamente en casa. Es el Chile
que queremos. Basta mirar las encuestas…
Nota de la Redacción:
No es frecuente que
estemos de acuerdo con don Max Colodro, en el caso de lo planteado en esta
columna, publicada el martes en el Diario La Segunda, tenemos un análisis muy
similar, que nos lleva a pensar que el problema no es el sistema, el problema
es la calidad y las capacidades de la gente que está en la vida pública.
Votar por los
campamentos, por Felipe Kast,
Delegado Presidencial para Campamentos.
En un país donde los
ciudadanos están cada vez más empoderados, y en el que vemos a distintos grupos
pedir con fuerza la reivindicación de sus demandas, hay personas menos
organizadas y silenciosas, que dependen fuertemente de la gestión que los Municipios
realicen por ellos. Uno de estos grupos lo integran 27 mil familias que viven
en los 657 campamentos que existen en Chile. Éste es el rostro más crudo y
evidente de la desigualdad de oportunidades que persiste en miles de niños en
nuestro país.
Quienes votamos este
domingo tenemos la oportunidad de hacer algo concreto. Podemos aportar un grano
de arena al votar pensando en ellos. Y es que los Alcaldes cumplen un rol
fundamental en la tarea de dar dignidad a las familias que viven en
campamentos. Es importante premiar al Alcalde si éste ha mostrado logros en
esta materia, y es igualmente importante castigar con el voto a quien se ha
quedado de brazos cruzados. ¿Acaso hay otra labor más urgente y relevante en
política?
A modo de ejemplo es
posible destacar lo realizado en diversas Comunas de la Región Metropolitana
durante este año. San Bernardo, dando solución al emblemático campamento
Ochagavía; Peñalolén, enfrentando en forma definitiva La Toma; Puente Alto,
cerrando los campamentos Adonays y Cordillera; Renca, desarrollando el proyecto
Las Margaritas; y Lo Barnechea, dando solución al Campamento Las Lomas.
Pero lo cierto es que
todavía hay mucho camino por recorrer. La paradoja es que el cuello de botella
no se encuentra en los recursos públicos que dispone el Ministerio de Vivienda,
sino en la gestión social que deben hacer los Municipios para postular a sus
familias. Puesto en simple, bajo la nueva política de vivienda las Municipalidades
que postulan a familias de campamentos tienen una altísima prioridad de tener
éxito. Más aún, al día de hoy ninguna Comuna que haya postulado a familias de
campamentos se encuentra en lista de espera.
Las Municipalidades
pueden constituirse como Entidades Patrocinantes (ex EGIS) y, de esta forma,
gestionar el acceso a subsidios habitacionales. Sin embargo, actualmente, en el
país sólo 21 Comunas -de un total de 168 comunas que conviven con campamentos-
lo han realizado. Esto significa que apenas el 13% de los Municipios a nivel
nacional ha liderado proyectos de vivienda. Es por esta ausencia en la gestión
local que se justifica y necesitan instituciones como Un Techo para Chile, que
hacen justamente esto.
Adicionalmente, es el Municipio
el responsable de gestionar y postular a fondos Regionales los proyectos que
permiten entregar agua potable y alcantarillado a aquellos campamentos que
tienen la posibilidad de ser radicados en el mismo lugar, lo que tiene la
ventaja de mantener el tejido social construido a lo largo del tiempo entre las
familias.
En 2011 se logró dar un
paso importante duplicando el número de soluciones entregadas a familias de
campamentos, y durante el 2012 avanzamos en la implementación de una mirada
integral -trabajando más allá de la dimensión vivienda- con intervenciones
desde siete ministerios sociales, pero todavía estamos lejos del óptimo. En
2013 contamos con recursos para darles una solución a nueve mil familias de
campamentos, pero esa labor será imposible sin el compromiso y el trabajo de
las Autoridades locales junto a los dirigentes de campamentos.
Los campamentos son una
herida abierta en nuestro país. Para cerrarla necesitamos alcaldes trabajando
por ellos y votantes informados sobre las prioridades de los candidatos.
En tiempos en que urge
prestigiar la clase política, debemos apoyar a quienes están haciendo algo por
hacer de Chile un país más justo, y tratar de que no sigan en política quienes
quedan indiferente frente a esta realidad.
El valor de la crítica,
por Alberto Benegas-Lynch.
Hay megalómanos que
estiman que pueden manejarlo todo desde el aparato estatal, sin percibir que el
conocimiento es por su naturaleza fraccionado y disperso entre millones de
personas. Como ha sentenciado Einstein, “todos somos ignorantes, sólo que en temas
distintos”. Incluso hay personas que no pueden articular lo que hacen y
simplemente proceden del mismo modo que cuando andamos en bicicleta: sin
precisar todas las leyes físicas implícitas en el proceso.
En lugar de aprovechar
el mencionado conocimiento disperso, se concentra ignorancia en los agentes Gubernamentales
cuando hacen de comisarios de vidas y haciendas ajenas.
Al efecto de que el
Leviatán no atropelle derechos de las personas, y para que el Gobierno se
limite a sus funciones específicas de velar por el derecho de todos, la
tradición Constitucional ha puesto frenos al poder, a través de marcos
institucionales que mantengan los aparatos estatales en brete.
Uno de los canales más
efectivos de control es la crítica abierta. De allí la importantísima tarea de
la prensa escrita y oral. Los debates abiertos sobre todos los temas que atañen
a la acción de los aparatos estatales resultan vitales en una sociedad que se
precie de libre.
En nuestro mundo, para
fortalecer la libertad de expresión es menester asignar derechos de propiedad
al espectro electromagnético, al efecto de terminar con la figura de las
concesiones, que constituyen una espada de Damocles. Asimismo, debe terminarse
con la injerencia de participaciones accionarias de Gobiernos en empresas de
papel, renunciar a los controles a la importación de ese insumo y abrogar las
llamadas “agencias noticiosas oficiales”, que se traducen en mecanismos de
control a la prensa, cuando no de mordaza, de la misma manera que lo son las
legislaciones que aluden a figuras totalitarias, como “el desacato” y
equivalentes.
El cuarto poder debe
estar liberado de toda supervisión política y mucho más de censura previa, lo
cual no quita que las voces sean responsables ante la Justicia por daños que
pudieran infligir.
Como el conocimiento
está formado por corroboraciones provisorias sujetas a refutaciones, es
indispensable abrir puertas y ventanas de par en par en el debate de ideas, y
muy especialmente cuando se trata de actos gubernamentales. Como la alfombra colorada
del gobierno siempre marea, sin la crítica del cuarto poder el abuso es seguro.
Polémica por alcotest.
La actual Ley del
Tránsito contiene disposiciones muy estrictas destinadas a disminuir los
accidentes vehiculares que causan muertes o daños personales, mediante sanciones
que han aumentado su campo de aplicación y su magnitud respecto de los
conductores que manejen bajo la influencia del alcohol o, peor aún, en estado
de ebriedad. A juicio del Ministro de Transportes, los datos comparativos en la
materia en relación con el año anterior muestran una baja significativa (31%
menos en los accidentes provocados por el consumo de alcohol, con 28% menos de
personas fallecidas a nivel nacional y 48% en Santiago), lo que indicaría los
efectos de este cambio legal, y constituye una tendencia positiva que se
debería reforzar con una mayor conciencia generalizada del problema.
Para hacer efectiva
esta política, la ley entrega a los Tribunales la estimación del estado etílico
del conductor considerando todos los medios de prueba, y en especial el de la
alcoholemia, que determina el grado de alcohol en la sangre, y la prueba
respiratoria que practique Carabineros (que se realiza mediante el uso del
alcotest). Sin embargo, a raíz de que se han hallado por este último
procedimiento cifras muy altas de alcohol en casos donde luego la alcoholemia
da resultados mucho menores, algunos Magistrados cuestionan su validez. Si bien
hay una norma clara —y más allá del aún abierto debate acerca de si los límites
fijados son o no excesivos—, es evidente el interés público en que esta
contradicción de carácter técnico se aclare y que se cumpla el objetivo de
fondo con instrumentos de exactitud comprobada.
El Servicio Nacional
para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda),
avalado por diversos expertos, defiende la eficacia del alcotest, si bien hoy
su Director precisa, razonablemente, que sólo la alcoholemia puede determinar
las eventuales condenas Judiciales, y que el objetivo del primero apunta
simplemente a sacar de circulación a conductores cuyo estado etílico los vuelva
potencialmente peligrosos; Carabineros, en tanto, advierte que los equipos
tienen un margen de error mínimo (1,7%) y son calibrados cada dos meses. Por
otra parte, las características personales y el tiempo transcurrido entre el
señalado examen y la alcoholemia (cuya precisión tiene variaciones que llevan a
repetirla para obtener un promedio), que baja el índice respectivo, explican, a
lo menos en parte, la diferencia entre ambos resultados. El Director del
Programa de Salud Mental del Ministerio de Salud hace notar que los equipos de
alcotest marcan con precisión entre 0 y 4 gramos de alcohol por litro de
sangre, por lo que cifras más altas (como las objetadas) pueden ser en verdad
inexactas, lo que no obsta a que exista una ebriedad comprobada.
Toda esta discusión
lleva a concluir que, para el mejor éxito de una política necesaria en su
objetivo central, es indispensable que se establezca con claridad la validez y
eficacia de los procedimientos utilizados, pero que luego ellos se apliquen con
buen criterio por la Justicia, de manera que los jueces busquen sobre todo
sancionar con especial rigor las situaciones realmente graves, que lo son tanto
por un resultado fatal como por el peligro social que implica el solo hecho de
conducir en estado de ebriedad.
Nota de la Redacción:
El ideal sería que las
mediciones realizadas con el alcotest, prueba realizada in situ para comprobar
el estado etílico de los conductores, y de la alcoholemia fueran los mismos,
pero, grados más grados menos, que solamente influyen para la condena y deben
ser comprobados por la prueba de la sangre, pero, sin duda alguna este examen instantáneo
respiratorio ha contribuido a retirar de
la circulación a choferes potencialmente peligrosos y ha contribuido a crear
conciencia de la necesidad de no conducir cuándo se ha bebido alguna cantidad,
por mínima que sea, de alcohol.
Nuevas patologías del
Auge.
El Ministerio de Salud
anunció que a partir de mediados de 2013 se incorporarán 11 nuevas patologías
al sistema de Acceso Universal de Garantías Explícitas (Auge), con lo cual se
eleva a 80 el número de enfermedades que tendrán asegurado el acceso a tratamiento,
protección financiera y calidad de atención.
El nuevo listado de
patologías fue incorporado a solicitud del Consejo Consultivo del Auge, órgano
asesor del Minsal, y de acuerdo a lo informado por este, el monto que demandará
la incorporación de estas nuevas enfermedades -$ 46 mil millones anuales- ya
fue incorporado al Presupuesto 2013, y se está a la espera de un informe del
Ministerio de Hacienda que valide esta estimación de costos. En términos
procedimentales, hubiese sido deseable que antes de ingresar a tramitación Parlamentaria
la propuesta, esta hubiese contado con la visación de Hacienda, ya que ello
facilitaría su discusión en el Congreso, pero cabe resaltar que la iniciativa
está bien orientada, en la medida que apunta a resolver problemas objetivos de
salud que aquejan a miles de personas.
El hecho de que el
sistema Auge garantice 80 patologías implica que debe existir la
infraestructura necesaria para dar cumplimiento efectivo a estas garantías, y
corresponde que el Ministerio asegure que el sistema de salud está en
condiciones de absorber satisfactoriamente los mayores requerimientos a los que
se verá sometido. En años anteriores, el sistema de garantías se vio
sobrepasado y generó importantes listas de espera, y cabe tomar las providencias
para que esa situación no se repita, pues, además del malestar evidente que
ello provoca en los pacientes, genera desconfianza en la institucionalidad y
desincentiva su utilización. Asimismo, la ingente cantidad de recursos que
supone el sistema Auge -del orden de US$ 2 mil millones anuales- hace
imprescindible que exista un control eficiente para garantizar el uso adecuado
de dichos fondos.
Aporte de los debates a
los procesos electorales.
El debate realizado el lunes en Florida -considerado uno
de los Estados clave en las elecciones Presidenciales de Estados Unidos- entre
el candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, y el desafiante
republicano, Mitt Romney, fue el último de tres que se efectuaron durante la
actual campaña para llegar a la Casa Blanca, proceso que culmina el 6 de
noviembre, con la celebración de los comicios donde se elegirá al nuevo Primer Mandatario
para el próximo período de cuatro años.
Hasta antes de que se
iniciaran estas instancias decisivas, las principales encuestas de opinión de
ese país le otorgaban una supremacía clara al Presidente en ejercicio. Sin
embargo, el buen desempeño del aspirante republicano en el primer encuentro,
registrado en Denver, le permitió a éste cobrar nuevos bríos y llegar
virtualmente empatado con su rival al tercer debate que, de acuerdo a distintos
sondeos, favoreció a Obama.
Así, se puede advertir
con nitidez la importancia que pueden llegar a tener este tipo de eventos en el
curso y desenlace de una campaña electoral. Hace algunas semanas, la mayoría de
los análisis desplegados por especialistas norteamericanos apuntaban a que la
ventaja obtenida por el candidato demócrata, especialmente en los estados de
mayor influencia electoral, sería muy difícil de remontar para su contendor.
Proyecciones que fueron quedando desvirtuadas a la luz de las recientes
encuestas, que muestran que el resultado será estrecho, colocando una
importante cuota de incertidumbre a las elecciones, justo cuando faltan dos
semanas para su realización.
La manera como se
organizan en Estados Unidos estos espacios de discusión entre los aspirantes a
la Primera Magistratura permite a los ciudadanos conocer lo que piensan y
planean hacer los candidatos a la Casa Blanca acerca de diversos temas
relevantes; al mismo tiempo, entrega a los postulantes la posibilidad de
exponer sus programas de Gobierno, intercambiar puntos de vista y marcar
diferencias entre ellos -de contenido y de carácter-, imprimiendo un mayor
grado de competencia a los comicios. El formato de establecer tres debates en
los que se discuten temas económicos, asuntos internos y política exterior, con
la participación directa de potenciales votantes en uno de los encuentros -al
que se suma un debate entre los candidatos a Vicepresidente-, permite a un público
que habitualmente no se interesa en los asuntos políticos obtener y contrastar
información de manera clara y concisa, constituyendo un aporte que puede
resultar clave a la hora de decidir de manera fundada por quién votar.
En tiempos donde el énfasis
de las campañas se centra más en la figura de los candidatos que en las ideas y
propuestas que estos puedan tener, sería provechoso rescatar lecciones del
esquema de debates que se implementa en Estados Unidos. A nivel local,
debiésemos aspirar a organizar instancias de ese tipo, más abiertas y
participativas que las que se desarrollan en Chile durante los procesos
eleccionarios. La actual campaña Municipal -marcada en su mayoría por eslóganes
sin contenido- deja en evidencia la falta de esos espacios y la necesidad de
perfeccionar los mecanismos que actualmente existen para que los electores
puedan conocer a los postulantes a cargos públicos y se informen de su oferta
programática. Adaptar a Chile la fórmula norteamericana contribuiría, sin duda,
a fortalecer nuestro sistema democrático.
Un par de cartas para
meditar.
Señor Director:
«Libertad» retenida.
Nuevamente los medios
informan que la fragata Libertad continúa retenida en Ghana, lo que ocurre
desde el 2 de octubre y esto parece un cuento surrealista. Un buque de guerra
—y no cualquier buque de guerra, sino aquel donde van los futuros marinos a
recibir instrucción— es retenido por un Juzgado Civil de ese país. Los
demandantes han hecho lo que tenían que hacer: actuar contra el Estado
argentino, a fin de recuperar lo que legítimamente les corresponde. Pero
embargar el Buque Escuela es como tratar de recuperar la deuda que tiene una
familia sacando a remate a la guagua de la casa. ¡No puede ser!
“La señora K, que
guardó silencio durante los primeros días, finalmente ha reaccionado”, leí con
cierto alivio. ¿Enviará a la flota argentina completa a liberar a su Buque
Insignia?, pensé. No, traerá de vuelta a los cadetes y dejará a la fragata
flotando frente a las costas de Ghana, a cargo de su capitán y un número mínimo
de tripulantes.
Seguro que ya deben
estar preparando el aviso que publicarán en el Ghana News (así me informa San
Google que se llama un importante diario en el país africano): «Auction (que
significa remate). En autos Rol 2390-2012, caratulados “NML con Argentina”. Por
orden del Tercer Juzgado Civil de Acra se remata regio buque de guerra.
Desplazamiento: 3.765 t. a plena carga. Eslora 103,75 m. Manga 14,31 m. Calado
6 m. Velocidad 13,8 nudos. Finas terminaciones”.
Le pregunté a un
pariente que es marino qué habría hecho él si, estando al mando de la
Esmeralda, le hubiera sucedido esto. En Ghana, en Nueva York o en cualquier
lugar del mundo. “Tomo mis cosas y zarpo en el acto”, fue su respuesta. Y sin
duda es lo que debió ocurrir el 2 de octubre. O el 3. Mantener un buque de
guerra secuestrado es un acto de agresión a un país. ¡Que zarpen ahora!, pienso
con todas mis fuerzas. “Es que ahora no se puede, porque no les dan
combustible”...
Entonces pienso qué
habría pasado si esto hubiera ocurrido con un buque de guerra de Chile, o de
Inglaterra, o de la propia Argentina en otros tiempos. Y veo (en este cuento
surrealista) al Almirante Merino, o a lady Thatcher o al General Perón enviando
a más de la mitad de la escuadra a rescatar a su hijo predilecto y traerlo a
casa. Con combustible o ¡con un remolcador!
Jorge Biggs, abogado.
Señor Director:
Violencia en U. de
Concepción.
Los hechos acontecidos
en contra de la Universidad de Concepción demuestran que hay cualidades en el
ser humano que han quedado en el olvido. Entre ellas, el respeto tanto por las
personas como por las instituciones, que son los pilares de la identidad Regional.
La comunidad entiende
que no todos los grupos humanos pueden pensar de manera similar, pero los
penquistas ven con tristeza que el diálogo ya no es opción y la violencia
prevalece, destruyendo los rincones más reconocidos de su ciudad con un denominador
común: un grupo de jóvenes a rostro cubierto que se expresa por intermedio de
actos violentos, pero que desea quedar en el anonimato a la hora de
responsabilizarse de sus acciones.
Como Gobierno no
haremos oídos sordos de estas situaciones que para algunos son signos de fuerza
y valentía, pero que sólo demuestran carencia de ideas y nos confirman que los
violentistas no pertenecen a la comunidad universitaria. Apoyamos a las Autoridades
universitarias y su alumnado respaldando sus acciones en pro de hacer más
grande esta cuna de profesionales de la cultura y la investigación.
“Por el desarrollo
libre del espíritu”, reza el lema, y eso es lo que debe perdurar. Porque
Concepción es una ciudad universitaria y el Campanil un símbolo de diversidad y sabiduría.
Luis Santibáñez B., Gobernador
Provincial de Concepción.