La hora de
los ex Presidentes,
por Hernán Felipe Errázuriz.
La experiencia de los ex mandatarios es
valiosa. Sus opiniones son valoradas externa e internamente en asuntos de
Estado, que trascienden a la contingencia. El Presidente boliviano lo reconoce.
Designó al ex Presidente Mesa embajador itinerante de la demanda en contra de
Chile. Otro ex Presidente, Eduardo Rodríguez Veltzé, es su Embajador en La Haya
y agente ante la Corte Internacional de Justicia. Evo Morales los había
perseguido. A Mesa lo derribó mediante violentas manifestaciones. A Rodríguez
Veltzé, su predecesor, pretendió encarcelarlo arbitrariamente. También ha
consultado a los ex Cancilleres, Jefes de las Fuerzas Armadas, Magistrados
superiores y Parlamentarios. Morales aprecia la dimensión política y la
incorporación de los medios relevantes para una causa nacional.
La defensa de la soberanía es un asunto de
Estado. Así ocurrió bajo sucesivas Presidencias en el diferendo del Beagle con
Argentina y se repitió en la delimitación marítima con Perú. Lo mismo está
aconteciendo ahora ante la aspiración marítima boliviana.
La Constitución chilena, en sus artículos 30,
61 y 62, contiene un estatuto para los ex Presidentes: les reconoce una
dignidad oficial, fuero y remuneración de por vida. Con razón fueron requeridos
por la Presidente Bachelet. Expresaron públicamente su opinión unánime de
rechazar la demanda boliviana e impugnar la competencia de la Corte de La Haya.
La acogida de esa recomendación no debería
dilatarse por la defensa Judicial, postergando la impugnación para 2015,
exponiéndola a la horadación comunicacional boliviana, diluyéndola en la
contramemoria, en vez de dar una señal clara y sin vacilaciones desde la
partida, mediante la excepción preliminar, de que la Corte de La Haya no tiene
jurisdicción y de que para Chile no es aceptable someterse resignadamente a que
sus Magistrados alteren los límites de nuestro territorio fijados por el
tratado de 1904.
El prestigio y conexiones de los ex mandatarios
también pueden contribuir a la Diplomacia pública, en una acción comunicacional
coordinada en el exterior a favor de la defensa nacional.
La promoción de la causa chilena no se agota en
los estrados de La Haya, y en la defensa caben consideraciones jurídicas y
políticas.
Deberíamos haber aprendido del inefable fallo
que fijó el límite marítimo con Perú mediante el paralelo que atraviesa por el
Hito 1, por solo 80 millas, para luego aplicar la equidistancia, desconociendo
la declaración de las 200 millas, los tratados de 1952 y 1954, el control del
territorio, la intangibilidad de los tratados, la estabilidad de las fronteras
y las reglas de interpretación del derecho de los tratados, para finalmente
privarnos de derechos sobre 22 mil kilómetros cuadrados de mar.