El Presidente dio a
conocer Proyecto de Presupuesto 2013.
Por considerar que es
el tema más importante de este fin de año, inclusive por sobre las elecciones
Municipales, reproducimos inextenso la intervención de anoche del Presidente
Sebastián Piñera, por Cadena Nacional de Radio y Televisión, dando a conocer el
Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2013:
Chilenas y chilenos:
Hoy presentamos al
Congreso el Presupuesto de la Nación para el año 2013, en que se fijan las
prioridades y se asignan los recursos para la acción del Estado.
Hace dos años y medio
asumimos el Gobierno de Chile con una gran misión: que Chile avance con todos
hacia una sociedad de verdaderas seguridades, oportunidades y valores.
Es verdad, hemos
debido enfrentar grandes dificultades, como el enorme esfuerzo de
reconstrucción luego del devastador terremoto y maremoto del 2010, como la
mayor crisis económica mundial de los últimos 80 años, que comenzó el 2008 y
aún no termina, o como el alto déficit que heredamos en nuestras cuentas fiscales.
Pero gracias al
aporte y esfuerzo de todos los chilenos, hemos recuperado nuestra capacidad de
crecer en torno al 6%, de crear más de 630 mil nuevo empleos, aumentar los salarios, reducir el desempleo,
fortalecer la inversión y, muy importante, mantener baja y controlada la
inflación.
También hemos podido
reducir la pobreza y las desigualdades y cumplido nuestro compromiso de
implementar el Ingreso Ético Familiar, extender de 3 a 6 meses el posnatal,
eliminar el descuento del 7% de salud a los pensionados, terminar con las
listas de espera Auge y extender a todos los jubilados de FONASA el derecho a
la libre elección en salud.
Pero a pesar de estos
avances, sabemos que todavía muchos chilenos no lo están pasando bien, que
quedan muchos problemas por resolver y necesidades por satisfacer.
Y a eso apunta el
corazón de este Presupuesto, cuyas prioridades son las de ustedes,
y muy especialmente la de los sectores más vulnerables y de clase media. Estas prioridades son educación, seguridad
ciudadana, salud, pobreza y protección social, innovación y emprendimiento y
mayor autonomía para nuestras Regiones y Comunas.
Sabemos que una
educación de calidad abre las puertas a un
mundo de oportunidades, pero también que su carencia puede condenar a
una vida de frustraciones. Por eso el
Presupuesto de Educación para el año 2013 se incrementa en 1.200 millones de
dólares, incorpora el 100% de los recursos generados por la Reforma Tributaria,
crece en un 9,4% real y alcanza a 12.800 millones de dólares, la mayor
inversión en educación de nuestra historia.
Su objetivo es
simple, garantizar a todos nuestros niños y jóvenes una educación de calidad,
para que puedan desarrollarse en plenitud en esta sociedad del conocimiento y
la información.
Pero sabemos que una
educación de calidad tiene que empezar al nivel de salas cuna, jardines
infantiles, kinder y prekinder, para corregir desde muy temprano las
desigualdades de origen, y desde muy temprano nivelar la cancha.
Por eso, el
Presupuesto 2013 aumenta sustancialmente la calidad y cobertura de las salas
cuna y jardines infantiles, aumenta en 20% la subvención preescolar y garantiza
a todos los niños vulnerables y de clase media, una educación preescolar
gratuita y de calidad.
En materia de
educación escolar, extenderemos la subvención preferencial desde la educación
básica a la educación media y desde los sectores más vulnerables a la clase
media, pasando de 700 mil a 1 millón 700 mil jóvenes beneficiados, y pondremos
en marcha el Crédito Tributario para la Educación, que reducirá en hasta 100
mil pesos por niño los impuestos que pagan las 600 mil familias de clase media
que con mucha visión y esfuerzo contribuyen con sus propios recursos a mejorar
la calidad de la educación de sus hijos.
En el campo de la
Educación Superior, casi triplicaremos el número de becas, pasando de 118 mil
el año 2009, a 314 mil el 2013, de forma de garantizar becas a todos los
jóvenes con mérito pertenecientes al 60% de hogares más vulnerables.
Y adicionalmente,
implementaremos el nuevo Crédito con Aval del Estado, que reduce de 5,6 a 2% la
tasa de interés y establece como pago máximo un 10% de los ingresos del futuro
profesional, lo que significará una reducción cercana al 40% de las cuotas a
pagar, y favorecerá a más de 350 mil jóvenes.
De esta forma estamos
cumpliendo un doble compromiso: que ningún joven con mérito se quede fuera de
la educación superior por falta de recursos y que ninguna familia vea
transformado el sueño de un hijo profesional en una pesadilla, por la pesada
mochila que ello significa.
Finalmente, se pondrá
en marcha la reprogramación de las deudas morosas del crédito solidario, lo que
permitirá a más de 110 mil jóvenes salir de DICOM y tener una segunda
oportunidad en su vida profesional.
Esta Reforma
Educacional se basa en 4 grandes principios: educación de calidad para todos,
fortalecimiento de la educación pública, libertad de los padres para elegir la
educación de sus hijos y creación de una verdadera sociedad docente.
La lucha contra la
delincuencia y el narcotráfico constituye también una sentida prioridad de los
chilenos y también de este Gobierno. Por eso el Presupuesto 2013 permitirá
fortalecer esta tarea a través de la incorporación de 2 mil nuevos Carabineros
y 200 nuevos oficiales de la Policía de Investigaciones, lo que permitirá
cumplir nuestro compromiso de 10 mil nuevos Carabineros en las calles de Chile,
protegiendo a los chilenos. También
avanzaremos con la ampliación del Plan Cuadrante, que llegará a 150 Comunas a
nivel nacional; en el fortalecimiento de los programas Barrio en Paz Residencial
y Comercial; en la puesta en marcha del nuevo SENAME; la creación de los
Centros Regionales de Atención y Orientación a Víctimas y Testigos, y la
implementación del brazalete electrónico.
Continuaremos
implementando el Plan Frontera Norte, para impedir el ingreso de drogas,
inmigrantes ilegales, contrabando o delincuentes a nuestro país por esa
frontera, y fortaleceremos los programas de prevención y rehabilitación del
consumo de drogas y alcohol.
Como Presidente tengo
plena conciencia del temor, el dolor y la angustia que la delincuencia y el
narcotráfico provocan en las familias chilenas. Sé también que al frente
tenemos un enemigo poderoso y cruel, que no respeta a nadie, que no trepida
ante nada para conseguir sus nefastos objetivos.
Esta lucha ha sido y
seguirá siendo dura y difícil, y para hacerla con mayor eficacia y luchar mejor
contra la delincuencia y el narcotráfico, necesitamos una sociedad unida y
comprometida con devolverle a nuestras familias su derecho a vivir con mayores
niveles de paz y seguridad. Y en esta lucha debemos comprometernos todos: el
Gobierno, el Congreso, Carabineros, la Policía de Investigaciones, los
Fiscales, los Jueces de Garantía, los Tribunales de Justicia, Gendarmería y,
por cierto, también la ciudadanía. Al fin y al cabo, ésta es una cadena que
necesita a todos sus eslabones funcionando bien, y basta que un eslabón falle
para que toda la cadena se debilite.
Por eso he puesto la
máxima urgencia para que el Congreso apruebe la ley que fortalece el orden
público y resguarda mejor el derecho a marchar y manifestarse pacíficamente y a
cara descubierta a todos nuestros compatriotas, pero simultáneamente esta ley permite
una lucha más eficaz contra aquellos delincuentes, muchas veces encapuchados,
que se aprovechan de las legítimas
manifestaciones, como un pretexto para agredir o incluso asesinar a Carabineros,
con bombas molotov o armas de fuego, como ocurrió recientemente con el Cabo 2º
Cristián Martínez, y para alterar la vida y la paz de millones de chilenos.
Quiero hoy día
expresar mi más profundo apoyo y gratitud a la difícil y abnegada labor que
cumple Carabineros de Chile y solidarizar con las familias de todos los
carabineros que han sufrido lesiones o incluso perdido sus vidas, cumpliendo
con su deber de proteger nuestras vidas.
La salud también está
en el corazón de este presupuesto.
Cuando una persona está enferma, está débil y vulnerable, y necesita más
que nunca una atención de salud oportuna, digna y de calidad.
Para lograrlo, este
Presupuesto fortalece la red de atención primaria y hospitalaria, completando
la construcción o modernización de 56 consultorios y Centros de Salud Familiar
y de 8 nuevos hospitales, incluyendo los de Talca y Puerto Montt, y los 2
primeros hospitales concesionados en Maipú y La Florida.
Adicionalmente,
completaremos casi 3.000 nuevos médicos especialistas, cuyo destino prioritario
serán las regiones de Chile, y mantendremos el término de las listas de espera
por enfermedades Auge, seguiremos trabajando para reducir las esperas excesivas
en enfermedades No Auge y permitiremos a todos nuestros pensionados de FONASA,
acceder a la modalidad de libre elección.
El Presupuesto 2013
también concentra sus esfuerzos en la lucha contra la pobreza y en el
fortalecimiento de la red de protección social, para avanzar hacia una sociedad
con mayor justicia, con menos pobreza y con mayor igualdad de oportunidades,
incorporando los recursos necesarios para financiar la plena implementación del
Ingreso Ético Familiar, que favorece a más de 600 mil compatriotas que hoy día
viven en la pobreza extrema; el financiamiento para mantener la eliminación del
descuento del 7% de salud para nuestros pensionados, y la extensión del
posnatal de 3 a 6 meses a nuestras madres, y la creación de la subvención para
el cuidado de nuestros adultos mayores, el Bono Bodas de Oro para nuestros
abuelos, los subsidios de vivienda para nuestra clase media, el Bono Mujer
Trabajadora, y también implementaremos en plenitud el nuevo Ministerio de
Desarrollo Social.
Finalmente, para que
Chile siga creciendo, creando empleos y oportunidades y mejorando los salarios
con fuerza y en forma sana, es fundamental aumentar la productividad,
eficiencia y competitividad de nuestra economía. Y esto requiere un fuerte impulso a la
innovación, el emprendimiento, la ciencia y la tecnología, lo que también
constituye una prioridad de este presupuesto, al igual que la agenda para
modernizar el Estado y crear un Gobierno electrónico cercano y al servicio de
la gente, y un importante plan de infraestructura, que incluye la extensión de
la Carretera Austral, para unir a las Regiones del sur de Chile.
Chilenas y chilenos:
Durante poco más de
dos años he tenido el honor y la responsabilidad de ejercer la Presidencia de
la República. Me he entregado a esta tarea en cuerpo y alma.
Hoy el mundo vive la
mayor crisis económica de los últimos 80 años.
Europa está viviendo una profunda recesión. Estados Unidos experimenta una recuperación
débil e inestable. Los gigantes
asiáticos como China e India, y también las principales economías
latinoamericanas, como Brasil, México y Argentina, sufren una profunda desaceleración.
Y en medio de este mundo
en crisis, la economía chilena está sana, sigue creciendo, creando empleos y
oportunidades, mejorando los salarios, reduciendo la pobreza y las
desigualdades con mucha fuerza y vigor.
Nada de esto es
casualidad. Todo esto es fruto del esfuerzo, la siembra y el aporte de todos
los chilenos y también de políticas
públicas serias, responsables y eficaces.
Sé que han sido años
difíciles. Tenemos una ciudadanía que, con razón, está cada día más consciente
de sus derechos y exigente de soluciones a sus problemas, pero estoy seguro que
cada día más y más familias podrán cosechar los frutos de este esfuerzo y ver
cómo sus vidas y las de sus hijos cambian para mejor.
Mi deber como
Presidente es cuidar a nuestro país, a nuestra economía y a nuestros
compatriotas; proteger nuestros logros. Es cierto que estamos avanzando, pero
todavía queda mucho camino por recorrer para poder garantizar a todos nuestros
compatriotas una vida con dignidad y oportunidades.
Tengo fe que en el
Congreso Nacional tendremos una discusión profunda y franca, pero también con
un espíritu responsable y constructivo. No debemos caer en los cantos de sirena
del populismo, la irresponsabilidad o la demagogia. Debemos seguir avanzando y no volver atrás, y
estoy seguro que con diálogos y acuerdos, podremos construir el futuro de Chile
sobre roca y no sobre arena.
Mi compromiso como
candidato fue construir un Chile más desarrollado, sin pobreza y con
oportunidades para todos. En dos palabras, un Chile que avance con todos hacia
mayores grados de libertad, de justicia y de prosperidad. Ese fue mi compromiso
como candidato, y hoy día les puedo asegurar que ha sido, es y seguirá siendo
la única motivación como Presidente de Chile.
Buenas noches y que
Dios bendiga a todos los chilenos.
COLUMNAS Y
EDITORIALES RECOMENDADOS
El show de los ex Presidentes,
por
Andrés Benítez.
La figura de un ex Presidente
es siempre importante. Se trata de personas que le dan prestancia a la
política, donde sus opiniones son escuchadas con respeto, por cuanto aportan
experiencia y prudencia. Ellos saben lo difícil que es Gobernar, por lo que se
espera sean una suerte de moderadores de la contingencia y guardianes del
espíritu republicano que debe guiar a los países.
Bill Clinton, cuando
vino a Chile, lo dejó claro. Al ser consultado por qué nunca criticaba a su
sucesor, George W. Bush, señaló que su papel no era ese. Que él, si bien no
compartía muchas cosas, entendía que su rol era colaborar con el entendimiento
político y no con los conflictos.
Pero en Chile sucede
al revés. Por ausencia o por incontinencia, los ex Presidentes, salvo Aylwin,
han aportado poco o nada. Partiendo por Bachelet, que se ha convertido en un
verdadero fantasma. No habla, no aparece, nadie sabe de ella, pero a la vez
juega con la idea de ser candidata, mandando mensajes y recados, como lo hizo
esta semana con su madre. Todo esto es una contradicción en sí misma. Chile ha
vivido discusiones fundamentales en estos años, y ella ha preferido restarse.
De seguro es por razones estratégicas, lo que no deja de ser cómodo, pero
también sospechoso. ¿Teme acaso que sus opiniones le quiten popularidad? Si es
así, no se entiende cómo pretende volver a ser Presidente, toda vez que su rol
será precisamente tomar decisiones impopulares.
Por otra parte,
escudarse en su cargo en la ONU para no hablar es demasiado burdo, toda vez que
otros, en similar condición, como José Miguel Insulza, Secretario General de la
OEA, no tiene problemas en opinar cuando es requerido. En suma, el silencio de
Bachelet no es prudencia; es negarse a asumir el rol que le corresponde.
Lagos es lo inverso.
Habla demasiado y lo suyo, en vez de contener, es provocar. Cada vez que
alguien critica su Gobierno, dice que la derecha no le había dejado Gobernar,
lo que es patético. Esta semana, para colmo, denunció una supuesta colusión de
los bancos en el Crédito con Aval del Estado. En esto, olvidó un detalle: el
crédito lo inventó él y no hizo nada cuando le correspondía. Por ello, en esta
oportunidad, como en otras, le fue mal. Incluso, el Presidente de la Fech,
Gabriel Boric, lo descalificó. “Que siete años después, con un oportunismo
insólito, venga a acusar de colusión a los bancos me parece incoherente. A uno
lo deja sin palabras”, dijo. Así las cosas, Lagos ha ido minando su prestigio
hasta convertirse en un personaje muy menor en la política nacional.
Frei nunca habló demasiado,
ni siquiera cuando era Presidente. Ahora, sin embargo, como Senador, se ha
convertido en una suerte de censor de cualquier iniciativa que proponga el Gobierno,
el que bloquea los acuerdos, justo lo contrario de lo que se espera de un ex Mandatario.
Y justo al revés de lo que pedía cuando era Mandatario.
Aylwin es un caso
aparte y el único que encarna lo que se
espera de un ex Presidente. Un hombre moderado, que tiene opiniones claras,
pero que siempre busca el entendimiento. Que no duda en recibir a Piñera en su
casa, como lo hizo esta semana, porque lo que prima en él es su espíritu
republicano. Por algo es considerado uno de los mejores ex Presidentes de
Chile, al igual que Clinton lo es de los Estados Unidos.
A la izquierda del PC
por Alfredo Jocelyn-Holt.
Poaicionarse más allá del PC puede que haya tenido algún
sentido durante la Guerra Fría. De ese modo, se podía ser radical sin ser
comunista; el beaterío político clerical socialcristiano podía coquetear con la
revolución sin aparecer en tratativas con el Diablo, mientras que los
“liberals” yanquis (la “New Left”) y otros bienpensantes pasaban también piola.
Al final, sin embargo, todos, comunistas o no, fueron superados.
Se produjo -cómo
olvidarlo- la caída del Muro, el vuelco hacia las derechas (algunas de terror),
al cinismo tecnócrata, al dios Mammón y a los fundamentalismos religiosos,
étnicos y demases. Ante lo cual, izquierdistas sin remedio, gente que tiene que
siempre creer en algo, se convirtieron en “progresistas”, se “exiliaron” en la
teoría social y el academicismo escolástico multiculturalista. Capillas y
catacumbas desde donde, chiflados de tanto discurso sobre el “discurso” y la
“exclusión” (latas soberanas), llaman desesperadamente en estos días a
“tomarse” la calle, las escuelas, el presupuesto, la historia, lo que sea.
Gurús máximos de este
posicionamiento anti PC, versión más reciente -Michael Hardt y Toni Negri-
afirman que ya no se puede creer en un “Uno Todo”, en el viejo “Pueblo”, “el
Partido” o el Estado, sino que hay que apostar por los “muchos varios”, por la
Multitud, esa multiformidad del mundo globalizado, producto de nuestros propios
deseos, en contraposición al Imperio, también globalizado, el Poder en todas
partes. Alentados, pues, por lo único real, “la voluntad de estar en contra”
(“la desobediencia a la Autoridad es uno de los actos más naturales y
saludables”, lo raro no es que la gente se rebele, sino que no lo haga), hay
que convertirse en “nuevo bárbaro”, sin mediadores, sin el viejo PC y frenos,
atacar al Imperio (el Poder en todas partes) cómo sea, dónde sea, y hacerse del
“poder constituyente” para comenzar, de nuevo, desde cero.
¿Suena familiar? La
misma dialéctica, el mismo maniqueísmo mesiánico, el nosotros somos la
historia, suponiendo que sólo hay o puede haber izquierdas, la ortodoxa y su
ala ultrista. Decía Cohn-Bendit en 1968, la “historia del Izquierdismo” es
siempre la misma: Marx a la izquierda de Proudhon, Bakunin a la izquierda de
Marx, Lenin a la izquierda del reformismo socialdemócrata; “como Lenin nunca
dejó de repetirlo, las masas están muy a la izquierda del Partido, precisamente
como el Partido a la izquierda de su Comité Central” (Trotsky, Historia de la
Revolución Rusa). El Izquierdismo es lo novedoso en la historia revolucionaria
desafiado por lo trasnochado. A lo que le responden los camaradas: eso es mero
infantilismo revolucionario, o complejo de izquierda, ya que el PC, siendo la
izquierda histórica, la auténtica, nunca se las daría de izquierdista. Posee
una organización paciente y disciplinada; transa, ordena. Buen ejemplo, el PC
chileno.
Que debamos recordar
estos lugares comunes históricos demuestra lo empantanadas que están las
izquierdas desde hace décadas. Por eso es fascinante lo que debe estar pasando
por la mente de Bachelet y su entorno. No es sólo cuestión de que se sienta
capaz de Gobernar Chile, también tendrá que resolver líos de su mundo político
que nunca nadie ha resuelto satisfactoriamente. Yes, she can?
El baile de los que
sobran,
por Joaquín García Huidobro.
Muchas cosas se
pueden decir de la reciente Carta Pastoral de los Obispos. Un economista
liberal dirá que su presentación de temas como la globalización requeriría, al
menos, algún matiz adicional. Puede ser, pero no estaría mal que Obispos y
economistas ortodoxos dialogaran de vez en cuando: a todos nos hace bien conocernos.
La Iglesia no tiene un programa económico o social, sino un modelo de hombre.
Su voz no es la misma de los sociólogos o economistas, pero conviene que
atienda a lo que tienen que decir.
A otros les molestará
el lenguaje "eclesiástico" que se emplea: ¿por qué diablos, dicen
esos críticos, hay que escribir de esa manera "pastoral", correcta y
un poco untuosa, que no emplearon ni san Pablo, ni san Basilio, ni el Padre
Hurtado?
Pero todo esto es
anécdota, y estas observaciones, más o menos fundadas, son parciales, cuando no
mezquinas.
Lo relevante es que
nos hallamos ante un gran esfuerzo de los Obispos para mostrarnos algunas
partes más bien incómodas del Evangelio. Son las páginas que se sitúan en la
perspectiva del débil, del fracasado, del que quizá no es tan inteligente, o
carece de las redes necesarias para surgir en la vida.
Los Obispos nos
recuerdan que no sólo existe el baile de las estrellas: también hay otra
realidad, la del "baile de los que sobran", como lo llaman Los
Prisioneros. Porque el juego de la vida actual acaba "con laureles y
futuros" para unos, mientras que a otros los deja "pateando
piedras". Los Obispos nos hablan de estas personas. Es más, nos invitan a
hacer nuestro su punto de vista.
¿Quiere decir,
entonces, que se han limitado a poner en clave teológica la canción de ese
grupo de rock chileno? No, esto no es rock, que está muy bien. Es puro y simple
Evangelio.
Además, las palabras
episcopales tienen dos cosas que a Los Prisioneros les faltan. La primera es
esperanza. El documento no busca dejarnos amargados, sino movernos a la acción.
La segunda se llama Jesucristo:
"La fe
cristiana", nos recuerdan, "no es sólo una doctrina, una sabiduría,
un conjunto de normas morales. Es un encuentro real, una relación con
Jesucristo. Transmitir la fe significa crear en cada lugar y en cada tiempo las
condiciones para que este encuentro entre los hombres y Jesucristo se
realice".
Se trata, entonces,
de relacionarse con los demás, incluidos los más débiles, no con la lógica del
dominio, la violencia o la explotación, sino con la lógica profundamente humana
que vino a traer Jesucristo a la tierra. Es una lógica exigente, que supera por
entero nuestras categorías.
No faltarán quienes
quieran llevar el agua a su molino y sacar partido de este mensaje. Pero
Jesucristo no es ni del PPD, ni de la UDI, ni radical. No es ni liberal, ni
conservador, ni socialista. Este documento propone que cada uno se desempeñe,
dentro de su propia tradición, "como lo haría Jesucristo". ¿Y quién
puede, ante este modelo, considerarse aprobado? Todos quedamos al debe. Por
eso, una palabra que aparece varias veces a lo largo del texto es
"conversión", es decir, la disposición de hacer las cosas mejor que
hasta ahora.
Lo interesante es que
los Obispos parten por aplicarse a sí mismos la necesidad de esta conversión.
Reconocen que han fallado, que "la Iglesia ha perdido credibilidad".
Detrás de esta dolorida confesión está el escándalo por los abusos de algunos
eclesiásticos, y la lenta reacción de la jerarquía: "Nuestro retraso en
proponer necesarias correcciones ha generado desconcierto".
La conciencia de los
propios errores, sin embargo, no los lleva a quedarse callados. No pueden
hacerlo quienes transmiten algo que los supera infinitamente, unos valores de
los que no son dueños, sino meros servidores. Ellos tienen que ver, por
ejemplo, con la centralidad de la persona humana, con el sentido trascendente
de la vida (la cultura moderna "nos ha llenado de medios y nos ha quitado
los fines"), y con la necesidad de reemplazar el individualismo por la
solidaridad.
En suma, se trata de
recordarnos que no es justo que unos estemos en la fiesta de primera, mientras
que otros quedan relegados al baile de los que sobran. ¿Qué hacer entonces? No
podemos pedir que los obispos nos den la respuesta.
Debilitamiento de la
estructura judicial
por Pablo Rodríguez Grez,
(Decano de la Facultad
de Derecho de la U. del Desarrollo)
Los últimos
acontecimientos de nuestra vida institucional acusan un evidente deterioro de
la estructura Judicial. Con cierta frecuencia se dictan leyes que sustraen del
conocimiento de los tribunales conflictos de muy diversa índole, con el
pretexto de que se trata de cuestiones técnicas que deben analizarse por
expertos en la materia. Incluso, el llamado ius puniendi de la Administración
extiende peligrosamente sus tentáculos, apropiándose de decisiones de carácter
estrictamente Jurídico que caen en la órbita de la competencia exclusiva de los
Jueces ordinarios.
No menos
significativo es el hecho de que el proyecto sobre reforma Procesal Civil,
siguiendo los lineamientos del nuevo proceso penal, elimine el recurso de
casación en el fondo, que determina el sello característico que da fisonomía a
nuestro sistema.
Desde esta
perspectiva, la reacción de la Corte Suprema, ante la crítica de una Ministro de
Estado respecto de un fallo Judicial, parece proporcionada al nivel de la
amenaza que se cierne sobre sus funciones específicas. Lo anterior, por cierto,
no puede coartar el derecho de la funcionaria pública para comentar -no
revisar- los fundamentos de una resolución Jurisdiccional, mucho menos cuando
se trata de una determinación que incide en proyectos de su cartera y que
compromete importantes intereses públicos presentes y futuros. Se trata,
entonces, de reacciones plenamente justificadas que, si bien parecen chocar
frontalmente, deben ponderarse, medirse y comprenderse atendiendo a la
naturaleza y misión de cada potestad.
El problema que
enfrenta el Poder Judicial es serio y demanda una cuidadosa atención de la
ciudadanía. En apretada síntesis, podría describírselo como la gradual pérdida
de competencia respecto de áreas que le son propias, la creación de Tribunales
especiales que se avocan a cuestiones técnicas con prescindencia de sus
aspectos Jurídicos, la lentitud de reformas que se arrastran desde hace décadas
en el Congreso Nacional, la dependencia en el manejo de su presupuesto y, en
este momento, la evidente politización de muchos Jueces que, junto con
estigmatizar abiertamente la estructura Judicial, calificándola "de cuño
monárquico, pre republicano y pre democrático", promueven agrupaciones de
inocultables perfiles ideológicos.
La intención apunta a
abolir las prerrogativas que corresponden a la Corte Suprema, a fin de hacerla
perder la superintendencia directiva, correccional y económica de todos los Tribunales
de la nación, como lo dispone la Constitución Política de la República. Poco
puede esperarse de Jueces vinculados a un poder tan primitivo y obsoleto que no
ha alcanzado, según sus detractores, los valores republicanos y democráticos
que dominan el siglo XXI y que mantiene, aún, una composición monárquica.
El Poder Judicial es
uno de los pilares del Estado de Derecho. No puede él estar sujeto
permanentemente a embates externos de carácter político e internos que
provienen de sus propios funcionarios, afectando la "seguridad
jurídica" y perturbando a la ciudadana. La politización de la tarea Jurisdiccional
es nefasta, sea que obedezca a factores extrajudiciales o que tenga origen en
su propio seno. La Constitución de 1980, recogiendo experiencias muy dolorosas
para el país, fortaleció la independencia de los Tribunales, prohibiendo, tanto
al Presidente de la República como al Congreso Nacional, "ejercer
funciones Judiciales, avocarse causas pendientes, revisar los fundamentos o
contenido de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos".
No previó, sin
embargo, la descomposición que acarrea la contaminación política ideológica de
sus integrantes, precisamente, porque ello debía ser enmendado por la Corte
Suprema, dotada de prerrogativas suficientes para estos efectos. Por
consiguiente, desconocer o impugnar sus facultades, constituye el camino más
seguro para ahondar la crisis que se proyecta sobre la Juridicidad.
Tengo la certidumbre
de que la mayoría de nuestros Jueces son leales a los principios de
prescindencia política y de recta aplicación de la ley. Pero las minorías son
siempre precursoras de cambios y trastornos. Es hora de enfrentar estos
problemas sin ambages ni eufemismos, porque las vacilaciones en este orden de
cosas serán siempre un factor destructivo. Deben los Jueces y movimientos
implicados en este verdadero juzgamiento a la Corte Suprema ventilar con
claridad sus proposiciones, someterlas al debate público y justificar sus
diatribas a la estructura Judicial de que forman parte. De lo contrario,
seguirá, subterráneamente, afectándose la fortaleza de las raíces sobre las que
descansa la judicatura con consecuencias imprevisibles.
Bachelet y Alessandri.
En política, las
comparaciones son siempre relativas, pues las circunstancias históricas del
momento y la esencia de las personalidades hacen la diferencia. Con todo, es posible
establecer cierto paralelismo entre el fenómeno político electoral de Bachelet
hoy y la situación que protagonizó Jorge Alessandri en 1970.
El ex Mandatario
había encabezado una Administración con diversos problemas políticos, que
llevaron a que perdiera el tercio del Congreso que sustentaba su gestión.
Sufrió un complejo cuadro económico y un gravísimo terremoto, pero aun así
conquistó un aura de simpatía por su austeridad, realizaciones sociales y
reconocida seriedad en el desempeño de su cargo, que ejerció en soledad. Todo
eso le significó una enorme adhesión y popularidad personal -muy superior a la
que tenía al asumir la Presidencia-, al grado de que en el mismo momento de
dejar el Gobierno quedó virtualmente ungido como futuro candidato de su sector.
Al volver a sus
tareas particulares, Jorge Alessandri se refugió en el silencio de su
departamento de calle Phillips, y comenzó una suerte de romería de figuras que
acudían a él para dilucidar si estaría dispuesto a asumir una futura candidatura
del sector. Alessandri nunca se manifestó a favor ni en contra, pero sus más
cercanos partidarios estaban convencidos de que lo haría. Ese vacío y silencio
fue letal para los partidos de derecha. Éstos habían sido tratados duramente
por el propio Alessandri -que siempre prefirió colaboradores de perfil
técnico-, y estaban en pleno proceso de reconstruir su base de adhesión,
gravemente erosionada por la popularidad inicial de Eduardo Frei.
El misterio e
incertidumbre en torno al futuro de Alessandri sofocó a los partidos de
derecha: no pudieron levantar un liderazgo alternativo, y cuando el ex
Presidente se pronunció finalmente accediendo a ser candidato, ya no tenían más
opción que plegarse. Así, pese a las dudas que suscitaba Alessandri para
enfrentar el Chile turbulento que dejaba Frei, con la irrupción de la violencia
política encarnada por el MIR y la agudización de la Guerra Fría, la ilusión de
su potencia electoral -con un caudal de votación mayoritaria- eclipsó cualquier
otra reflexión o proyección política.
Derrotado por
Salvador Allende, Alessandri se retiró a la vida privada dejando un enorme
vacío de liderazgo, en medio de las dramáticas circunstancias históricas que
enfrentó el país durante la Unidad Popular.
La angustia de la incertidumbre
Pese a las
diferencias que pueden invocarse entre esos antecedentes y el fenómeno de
Bachelet, las similitudes que exhiben permiten entender la angustia de
dirigentes de la Concertación, que buscan luces en cualquier gesto, guiño o
carta suyos para descifrar lo que piensa la ex Presidenta en Nueva York sobre
su vuelta al país y su candidatura Presidencial. Al igual que los partidos de
derecha en 1970, para la Concertación hay un solo nombre capaz de cerrar la
enorme brecha entre la baja adhesión que recogen los partidos de esa coalición
y la mayoría absoluta necesaria para retornar a La Moneda.
En medio de esta
incertidumbre se entrechocan las visiones más encontradas acerca del Chile
actual y las características que debería tener un eventual segundo Gobierno:
desde la ilusión refundacional de la República, con asamblea constituyente
incluida, hasta el impulso liberal basado en todo lo alcanzado y avanzado desde
que se restableció el régimen democrático. Todos pujan por imponer a la
eventual candidata un diagnóstico y un programa a ejecutar, incluido el Partido
Comunista, de creciente influencia en el bloque opositor. El silencio y la
distancia de Bachelet, unidos al hermetismo de su círculo más estrecho, impiden
hacer luz acerca de lo que ella piensa respecto de estos tópicos.
Imagen de unidad
En ese revuelo, desde
imponentes prohombres de la Concertación, como el Presidente del Senado, Camilo
Escalona, hasta figuras emergentes, como la candidata a Alcaldesa de
Providencia Josefina Errázuriz, experimentan los rigores de la consigna y el
activismo. Escalona ha resistido estoicamente los embates y el aislamiento que
le ha significado su oposición a suscribir la idea de una asamblea
constituyente. Un último episodio son las duras críticas que le formuló la
dirigente juvenil comunista Camila Vallejo. Y Errázuriz debió enfrentar severos
cuestionamientos, incluso desde candidatos a Concejales de su propia lista, por
manifestarse contraria al matrimonio entre personas del mismo sexo -posición
mayoritaria, según las encuestas-. La necesidad de mantener la imagen de un
gran frente unido contra el actual Alcalde, Cristián Labbé, la obligó a bajar
el tono de la polémica en un tema que, por lo demás, escapa al ámbito Comunal.
La campaña Municipal
aportó una nueva señal de desafección dentro de la Concertación, ya que el PRSD
y el PPD no tuvieron mayor problema en abandonar esa marca para su pacto
-"Por un Chile Justo"- con el Partido Comunista. En 2008, ambas
colectividades conformaron su lista de Concejales bajo la denominación de
"Concertación Progresista". Ahora, ese adjetivo parece no bastar.
Tipo de cambio y
competitividad
Durante los últimos
años el peso ha experimentado un fuerte y relativamente estable proceso de
apreciación frente al dólar. Así, los valores cercanos a los 650 pesos por
dólar observados a fines del 2008 distan mucho del tipo de cambio actual de 470
pesos. De hecho, los datos de Bloomberg permiten concluir que nuestra moneda es
la que más se ha apreciado en todo el mundo durante 2012, con una caída del
tipo de cambio en torno al 10 por ciento. Adicionalmente, las expectativas del
mercado sugieren que la tendencia a la baja del dólar continuará durante el
segundo semestre de 2012, y se prevé que el tipo de cambio pueda alcanzar incluso
los 450 pesos.
Esta dinámica ha
generado la natural preocupación del sector exportador que, como suele suceder,
ha solicitado la intervención del Banco Central en el mercado cambiario.
Pero más allá de las
presiones de ciertos grupos sobre el instituto emisor, lo importante es
identificar los elementos que han determinado la apreciación sostenida de
nuestra moneda. Un factor clave tras ese fenómeno es el boom de los precios de
materias primas, en particular los altos valores del cobre observados durante
los últimos años. El incremento sostenido de la demanda mundial de este metal,
la lenta respuesta de la oferta y el aumento de los costos de extracción han
permitido una entrada importante de divisas, lo que ha presionado a la baja al
tipo de cambio.
Un segundo factor que
refuerza estas presiones es la importante entrada de capitales que ha
experimentado Chile en el último tiempo. Específicamente, de acuerdo con los
datos del Comité de Inversiones Extranjeras, sólo en el año 2011 ingresaron a
nuestro país 17 mil 299 millones de dólares por concepto de inversión
extranjera directa (65 por ciento de ésta sin relación con la industria
minera). Las razones para esta importante entrada de recursos se encuentran en
nuestra estabilidad, el buen desempeño económico local, el pobre
desenvolvimiento de la economía norteamericana y nuestra privilegiada dotación
de recursos naturales.
Los programas de
estímulos implementados en los países desarrollados, particularmente por la
Reserva Federal de los Estados Unidos, también han contribuido a nuestro bajo
tipo de cambio. Incluso el ministro de Hacienda ha mencionado reiteradamente su
preocupación por los efectos de estos programas sobre la valorización de
nuestra moneda respecto del dólar.
En resumen, la
apreciación del peso encuentra sus causas en las condiciones externas y éstas
no son exclusivas de nuestro país. De hecho, las monedas de economías como
Brasil, Colombia y Perú han experimentado dinámicas similares a lo observado
con el peso chileno.
¿Intervenir o no
intervenir?
Identificados los
factores tras el bajo nivel del tipo de cambio, la pregunta es entonces si se
justifica una acción del Banco Central. La respuesta no es obvia y tal como lo
ha dicho el Presidente del instituto emisor, Rodrigo Vergara, estas acciones no
son gratuitas.
Chile desarrolla una
política monetaria con metas inflacionarias (inflation targeting) en que la Autoridad
utiliza una sola herramienta -la tasa de interés- para alcanzar su objetivo. En
ese contexto, la intervención cambiaria no tiene justificación y el tipo de
cambio debería fluctuar libremente.
En este mismo
sentido, la acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central
no tendría justificación (cabe señalar que las reservas internacionales a septiembre
del 2012 alcanzan los 40.370 millones de dólares). De hecho, una intervención
cambiaria podría poner en riesgo la meta inflacionaria al aumentar
artificialmente el tipo de cambio, lo que podría repercutir en el nivel de
precios de la economía. Por otra parte, e independientemente de lo que indica
la teoría, los estudios empíricos que han analizado el impacto de las
intervenciones cambiarias no sugieren efectos sostenibles ni positivos. ¿Qué
explica entonces que en años recientes los bancos centrales en el mundo
intervengan en el mercado cambiario, siguiendo así políticas poco
convencionales?
La experiencia de
Europa nos da algunas señales. Esta ha demostrado la imposibilidad de poder
generar cambios fiscales rápidos que permitan compensar los desequilibrios
macroeconómicos, por lo que se ha buscado en la autoridad monetaria políticas
alternativas en períodos de crisis. Quizás intervenciones por parte de estas
instituciones no sean efectivas en el largo plazo, pero puede contribuir en el
corto y mediano a estabilizar el sistema económico. Por otra parte, recientes
estudios justifican estas políticas poco convencionales sobre la base de la
presencia de fricciones o restricciones en el mercado financiero. Estos
plantean que el Banco Central podría actuar simplemente para evitar un nivel de
tipo de cambio que podría afectar las posibilidades de acceso a crédito de las
empresas, que ven disminuido el valor de su patrimonio (colateral) al caer el
tipo de cambio. Pero incluso en estos casos de análisis la justificación de la
intervención no pasa por la supuesta necesidad de asegurar la competitividad de
un determinado sector.
El desafío de
aumentar la productividad del sector exportador no depende de la disposición
del Banco Central de intervenir el mercado cambiario. Esa no puede ser su
responsabilidad. Pero las medidas de apoyo al sector exportador impulsadas por
el Ministerio de Hacienda van en la dirección correcta. El programa de crédito
en dólares para pymes -que permite reducir el riesgo de la volatilidad
cambiaria sobre el patrimonio-; la ley de tributación de derivados -que permite
extender el mercado de coberturas-; el sistema integrado de comercio exterior
(Sicex) -diseñado para reducir el tiempo de operación de comercio exterior-,
son ejemplos de estas. Del mismo modo, el programa Garantía Corfo al Comercio
Exterior, diseñado para financiar inversión en micro, pequeñas y medianas
empresas, también debe ser destacado.
Con todo, está
vigente el desafío de cómo diseñar políticas públicas que puedan generar
mejoras en la competitividad del sector exportador de nuestro país. En un mundo
globalizado, son estas las acciones que pueden asegurar el futuro de ese sector
económico. Hacer responsable de ello al Banco Central no parece apropiado.
Precauciones en combate
al narcotráfico.
Un Suboficial del
Departamento OS-7 de Carabineros fue dado de baja y formalizado esta semana por
su presunta vinculación a una banda narcotraficantes de la población La Legua,
en la zona sur de la capital, sector donde opera la sección policial a la que
pertenecía el uniformado.
El hecho reviste
especial gravedad por tratarse de un funcionario que durante cinco años fue
miembro de una de las unidades más sensibles que existen al interior de esta
institución, y que está destinada exclusivamente a enfrentar el tráfico ilegal
de estupefacientes. Su detención se generó a partir de una investigación
realizada por la Fiscalía Metropolitana Sur y la PDI, la que a través de
escuchas telefónicas habría logrado determinar no sólo los nexos que el Sargento
tenía con traficantes, sino que también con una funcionaria del Servicio de
Salud a cargo de recibir e incinerar droga incautada en operativos policiales,
y quien sería la que le proveía los estupefacientes al ahora ex Carabinero.
Lo ocurrido demuestra
el enorme poder de corrupción que tienen las bandas dedicadas a cometer estos
ilícitos y el alto riesgo de infiltración al que están expuestos los organismos
destinados a su combate. De hecho, la institución investiga a al menos otros
dos funcionarios antinarcóticos sospechosos de tráfico. Por ello es muy
importante que Carabineros refuerce y reformule permanentemente sus controles
internos para advertir estas situaciones y evitar que se repitan, ya que en
este caso esos mecanismos no habrían operado oportunamente.
Otro aspecto que
deber ser revisado es el sistema de acopio y destrucción de la droga que logra
ser pesquisada, proceso que requiere medidas de seguridad más confiables, dado
que la única evidencia de la cantidad de estupefacientes que le entregan las
policías al Servicio de Salud es un acta escrita elaborada por funcionarios de
las respectivas instituciones, sin que exista registro visual ni chequeos de
otro tipo.