por Eugenio Guzmán.
Qué duda cabe de que
el desarrollo económico hace más abundantes los recursos, siendo el caso de
Chile un ejemplo. Se podrá retrucar que, como nuestra distribución del ingreso
es de las peores de la OECD, el acceso a bienes se encuentra mal asignado y,
por lo tanto, hay sectores importantes de la población excluidos del bienestar.
Sin embargo, no sabemos con certeza cuánto ha cambiado dicha distribución en
los últimos 50 años y, más aún, pareciera que es más persistente de lo que
creemos. De lo que sí tenemos evidencia es de que las condiciones de pobreza y
acceso a bienes han mejorado significativamente; en particular, desde un punto
de vista cualitativo. En efecto, los pobres de finales de los 60, 70 y 80 son
muy distintos a los de hoy. Diversos indicadores lo muestran con elocuencia,
desde la desnutrición infantil, pasando por los niveles de escolaridad, hasta
el acceso a bienes llamados «durables», que de durables tienen poco.
Aclarado lo anterior,
una de las características de la emergencia de una sociedad de mayor abundancia
es la frecuencia con que los individuos pueden satisfacer sus deseos, una
suerte de continuidad entre necesidad y satisfacción. En palabras de Albert O.
Hirschman, el espacio que media entre consumo y satisfacción es menor, lo que
nos lleva a un contexto en el que la decepción por el consumo es mayor. Es
decir, los bienes y servicios nos procuran menos satisfacción a medida que
tenemos más abundancia de ellos. Lo que también significa que nos acostumbramos
a la inmediatez de la realidad.
Sin embargo, ello
tiene límites. Las posibilidades de sustitución entre bienes no son las mismas:
si no me gusta comer fruta, la puedo reemplazar por carne de manera muy simple.
No ocurre lo mismo con el automóvil que nos compramos hace unos meses: su
reemplazo o sustitución no operan de forma inmediata, y los bienes que
podríamos emplear para satisfacer el desasosiego que nos produce el deseo de
sustituirlo (consumiendo otras cosas) son bastante imperfectos.
Lo relevante en este
proceso es que nos enfrentamos a un estado permanente de satisfacción-insatisfacción
o, tal vez, de “felicidad-infelicidad”, lo que nos hace menos receptivos a
observar el progreso en nuestras vidas e incluso en las de otros, pero sobre
todo nos lleva a mirar el mundo de forma instantánea y localizada, como un aquí
y ahora, y no como una secuencia.
Esta suerte de
cultura de lo inmediato se ha asentado aún más con la llegada de tecnologías de
la información que hacen más inmediata e instantánea la realidad. Es así como,
a través de un mensaje de texto o un twitter, se puede “declarar” muerta a una
persona sin estarlo (si no, pregúntele a la escritora Isabel Allende).
Pero el punto no es
si estas tecnologías son buenas o malas, correctas o no. El tema de fondo es
si, como resultado de estas prácticas, confirmamos una idea de inmediatez de la
realidad en la que olvidamos que lo que es verdadero, correcto o incorrecto no
es lo que a primera vista vemos, sentimos o deseamos. La realidad no se nos
revela de manera instantánea y, por lo tanto, nuestros deseos e imágenes no
pueden ser considerados como juicios terminados de lo que hacen otros o de lo
que deben hacer. El no reparar en esto y sucumbir en el vértigo de lo inmediato
nos lleva a suponer que, por el hecho de desear algo, se constituye en un
derecho, o que lo que vemos en una imagen es la verdad. Por el contrario, la
realidad admite muchas mediaciones, no es evidente siempre.
Lo más grave, y el
peligro permanente, se aprecia cuando las Autoridades públicas (cualesquiera
ellas sean) actúan conforme a esta actitud; es decir, respondiendo a los
humores de lo inmediato, desatendiendo el hecho de que así no hacen más que
confirmar esa actitud y renunciar al rol que le cabe a toda autoridad o poder:
situar las cosas en lo que son o lo que es correcto.
Pekín, por Adolfo Ibáñez
S.M.
Hasta hace unos pocos
años, esta ciudad no era más que un aldeón enorme, donde tenía asiento el Gobierno
de China, con una actividad privada poco significativa y un crecido número de
habitantes. Hoy, en cambio, ya luce como una gran capital que reúne al Gobierno
con una diversificada e intensa vida económica. Su población es cuantiosa, de
procedencia heterogénea y dotada de una creciente capacidad de consumo. También
acoge grandes conferencias internacionales y constituye un centro para la
difusión de la moda. Todo esto la está transformando en un foco de irradiación
cultural llamado a proyectarse ampliamente más allá de las fronteras chinas.
El despliegue del
lujo estandarizado, el de las grandes marcas presentes en las principales
ciudades del mundo, ha venido a llenar la apetencia por lo deslumbrante que
caracteriza a los orientales. Detrás de esta vistosa fachada palpita una activa
y extensa clase media joven y tecnologizada, que domina la vida y marca la
tónica. Las tiendas donde se abastece y los restaurantes y otros lugares donde
se distrae indican que en ella se imponen crecientemente los patrones
occidentales. En la amplísima base popular se mantienen aún las formas
tradicionales. Esta disociación no nos resulta ajena, pues ha sido propia de
todos los países emergentes. Nuevamente uno se enfrenta a la duda de si ella
constituye un paso necesario en el desarrollo cultural, o no es más que una
incapacidad congénita para acceder verdaderamente a los estadios superiores.
Las magníficas e
impresionantes avenidas pequinesas y sus hermosas calles arboladas le confieren
una grata unidad. Ellas muestran una ciudad preparada para acoger multitudes.
Sus intersecciones en múltiples desniveles no alcanzan a entorpecer la vista de
las perspectivas. En contraste, en cada recodo se descubren maravillosos rincones
que alojan una intensa vida de barrio: la herencia de los "hutones"
marca la vida cotidiana. No faltan tampoco las fealdades que repelen.
Sus enormes edificios
la caracterizan como la ciudad del mañana: no se han ahorrado locuras ni
caprichos arquitectónicos. Casi no existe la huella del tiempo que registra las
numerosas generaciones que han participado en su vida. Aquí no hay historia,
salvo la remota de sus grandes palacios y templos: sólo hay proyecciones y
planes grandiosos que se exponen profusamente en las gigantografías que ocultan
los cercos de las construcciones: es como si la realidad del presente estuviera
constituida por los sueños del futuro.
Agenda para recuperar
las confianzas,
por Cristián Larroulet.
Actualmente, en el
mundo contamos con una ciudadanía cada vez más demandante, que exige a sus Autoridades
mayor participación en las principales decisiones de sus países. Chile no es la
excepción y en los últimos años hemos visto cómo los ciudadanos piden tener voz
y avanzar con más rapidez en los problemas que aquejan a nuestro país.
Diferentes estudios
han mostrado que los chilenos tienen baja confianza en las instituciones y
sobre todo en las instituciones políticas. Monseñor Ricardo Ezzati en la homilía
del Tedeum Ecuménico hizo referencia a esta problemática de forma asertiva.
Como Gobierno compartimos su preocupación, ya que uno de nuestros principales
objetivos es que Chile alcance el desarrollo a fines de esta década y un factor
fundamental para eso es contar con instituciones respetadas, tal como lo han
demostrado aquellos países que ya han alcanzado el umbral del desarrollo.
Para cambiar esta
realidad de desconfianza se deben tomar en cuenta tres aspectos principales:
perfeccionamiento de las instituciones políticas, aumentar la transparencia y
modernizar el Estado.
Para perfeccionar las
instituciones políticas, como Gobierno estamos impulsando una potente agenda de
reformas políticas, la cual incluye la ya aprobada inscripción automática y
voto voluntario -con la cual aumentamos el padrón electoral en más de cinco
millones de personas-; la ley de primarias, que está a punto de ser aprobada en
el Congreso y terminará con la elección de candidatos entre cuatro paredes; y
la ley de partidos políticos, la cual ingresaremos en los próximos días al
Parlamento. Todas estas medidas apuntan en la misma dirección: aumentar la
participación ciudadana en la política y, por lo tanto, que las personas se
sientan más representadas por sus instituciones.
Por otra parte, para
recuperar la confianza en las instituciones es esencial que éstas sean
transparentes. Por eso estamos perfeccionando la ley de transparencia e
impulsando la legislación del lobby, una normativa que estaba durmiendo en el
Congreso hace nueve años y que como Gobierno hemos reactivado.
La modernización del
Estado es también fundamental. Estamos trabajando para alcanzar un modelo más inclusivo, que esté 100% al
servicio de las personas. Ejemplo de ello es ChileAtiende, la red multiservicios
que permite hacer trámites a las personas en un solo lugar y que ha puesto a
disposición de la ciudadanía más de dos mil trámites en 145 sucursales
alrededor de todo el país. A la fecha, ya se han realizado más de 6,5 millones
de atenciones. Además, nuestra meta es digitalizar los trámites estatales en un
60% de aquí al año 2013.
Pero todas estas
medidas no tendrán resultados si no se cuenta con un factor primordial: también
debe existir un cambio de actitud de la ciudadanía. Para lograr cambios y
mejoras no basta sólo con criticar, también se debe trabajar y participar para
lograr una mejor sociedad. Por esto, hago un llamado a hacer un trabajo en
conjunto, en unidad. Hemos avanzado en este desafío, pero aún queda mucho por
hacer. Sólo así lograremos tener una democracia cada vez más madura y
participativa.
Drogas en jóvenes: ¿cómo
enfrentarlas?
Según el Informe
Mundial sobre Drogas 2012 publicado por la ONU, unos 230 millones de personas
-el 5% del total de adultos del mundo- consumieron alguna droga ilícita durante
2010. En países desarrollados, los mercados de drogas ilícitas muestran signos
de estabilización, pero el aumento del consumo parece seguir siendo una
constante en muchos países en desarrollo, y a nivel mundial se caracteriza por
su concentración entre los jóvenes -en particular hombres de entornos urbanos-
y por una creciente gama de sustancias psicoactivas.
Esta tendencia global
se constata también en Chile con el IX Estudio Nacional de Drogas en Población
Escolar, realizado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación
del Consumo de Drogas y Alcohol. Entre otros, muestra un aumento del consumo de
marihuana, que con 19,5% alcanza la mayor proporción desde 2001 (en 2009 fue
15,1%). Un factor que podría explicar este aumento es la brusca disminución de
la percepción de riesgo de su consumo experimental. Otra de las drogas de mayor
uso a nivel nacional es la cocaína, también de importante consumo entre los
jóvenes. Se registra una estabilización en su consumo entre 2009 y 2011, pero
Chile se sitúa en el segundo lugar del ranking para Sudamérica de la Junta
Internacional de Fiscalización de Estupefacientes en 2011.
Muy preocupante es el
uso de marihuana y cocaína entre los adolescentes infractores. Según el
Instituto de Sociología de la U. Católica (2007), el consumo de marihuana en el
último año alcanza el 66% entre estos adolescentes; vale decir, tres veces el
de jóvenes de población general. En cocaína, el consumo durante el último año
entre los adolescentes infractores es de 38%; es decir, 11 veces mayor que los
jóvenes de población general.
Dado esto, en Chile
como en el mundo se comienza a reconocer una línea alternativa de política
pública en materia de drogas, que prioriza la rehabilitación y el tratamiento
-una tendencia ya reflejada en la "Estrategia de política de drogas del
siglo XXI de EE.UU.", anunciada durante la Cumbre de las Américas en
Cartagena de Indias, Colombia-. Sin perjuicio del enfoque policial y penal, se
debe abordar la adicción como una enfermedad que puede ser tratada; las
personas con adicción pueden recuperarse, y reformas de la justicia criminal
innovadoras pueden ayudar a romper el círculo vicioso de consumo de drogas,
crimen, encarcelamiento y nuevos arrestos.
En esta línea, en que
a nivel mundial los tratamientos de rehabilitación cobran protagonismo en las
políticas de drogas, programas como los Tribunales de Tratamiento de Drogas
adquieren especial relevancia para ir en rescate de la población más vulnerable:
la infractora. Actualmente, Chile cuenta sólo con un programa de tales
tribunales para adolescentes. Dada la realidad de consumo, convendría
multiplicar iniciativas como ésta.
¿Límite a reelección de
Alcaldes?
Faltan pocos días
para que, con el inicio de la propaganda legal, entren en tierra derecha las
campañas para la elección Municipal del 28 de octubre, por lo que resulta
oportuna la difusión por La Segunda Sábado del estudio realizado en el Instituto
Libertad y Desarrollo acerca de las actuales candidaturas a Alcaldes, sin duda
los cargos más valorados en la administración Comunal y a cuya obtención, sobre
todo esta vez, se atribuye trascendencia política más allá de su función
específica, en especial en las principales ciudades del país, sea por el número
de sus habitantes o por su importancia histórica.
Dicho informe muestra
el interés de buena parte de los postulantes por prolongar sus mandatos o
recuperarlos, hasta el punto de que hay 20 de ellos que pretenden prolongar por
sexta vez su alcaldía y que, en caso de lograrlo, la ejercerían hasta por un total
de 24 años, mientras 80 que antes fueron derrotados la pretenden nuevamente.
Similar aspiración es aun más común entre los Concejales, ya que 133 de ellos
optarán ahora por ascender al más alto cargo de su Municipio, no obstante el
valor que se asigna justamente a la votación de los Concejales como indicativo
de la representatividad de los partidos.
Son esos datos sobre
la permanencia de una buena proporción de los Alcaldes los que plantean a los
expertos la conveniencia de extender a ellos una norma que equivalga a la
propuesta para los Parlamentarios en cuanto a limitarles también el número de
reelecciones permitidas (en este caso se habla de dos, con lo que el máximo de
su Gobierno Comunal sería de 12 años). Por cierto, varios de los Alcaldes
“históricos” rechazan la idea, pero su fundamento está, por una parte, en la
convicción de que en un período muy extenso termina por disminuir la
efectividad de la labor Alcaldicia y, por otra, en que la red de apoyo
funcionario y la clientela obtenida dificultan injustamente la legítima
competencia de otros candidatos. Por lo mismo, podría darse la alternativa de
exigir una adecuada rendición de cuentas al término de cada mandato y crear
estímulos a los desafiantes del alcalde titular.
Se ha señalado como
natural y conveniente el fuerte vínculo con la respectiva comunidad que es
propio de la administración Municipal y que explica tanto su relativa autonomía
en relación a las colectividades partidistas como los lazos directos que allí
se crean con los vecinos, favoreciendo los liderazgos personales. Por lo mismo,
y sin negar las enormes distancias que se dan en materia de recursos
financieros entre unas Comunas y otras, pese al aporte que las más ricas hacen
en favor de las peor dotadas, hay asimismo diferencias notorias en los
resultados concretos que dependen también de la calidad de la labor
desarrollada por quienes las dirigen.
Si bien esto podría
invocarse como argumento para defender la sucesiva reelección de los Alcaldes
exitosos, la actual tendencia a estimular la renovación generacional en la
clase política y las frecuentes denuncias de irregularidades en Municipios de
distintas tendencias partidistas debido a “máquinas” que comprometen a
funcionarios de larga trayectoria, recomiendan buscar en la reforma a la Ley de
Municipalidades la ocasión de incluir medidas razonables y adecuadas para
corregir los males existentes en ambos aspectos.
Disputada elección venezolana.
A estas misiones
-desconocidas hasta ahora- se les permite sólo contactar a los actores
políticos e institucionales, presenciar los comicios y presentar un informe
sobre las actividades realizadas y la metodología empleada, con escasas
posibilidades de monitorear la elección y los cómputos. Por la falta de
exigencia de los estándares internacionales de observación de un proceso
electoral, varios Gobiernos y organismos, como el Centro Carter, se han
abstenido de participar en los comicios del 7 de octubre. La OEA ni siquiera
fue invitada. A pesar de tales trabas, la influencia de Chávez contribuyó a que
UNASUR contemplara estas misiones, enviara una representación que encabezará el
ex Vicepresidente argentino Carlos Alberto "Chacho" Álvarez, y que su
informe sea entregado a las Autoridades venezolanas, previamente a su difusión
pública.
El Servicio Electoral
y el Tribunal Electoral chilenos tendrían justificadas razones para no enviar
representantes, por la falta de garantías y, además, por sus obligaciones
prioritarias, a semanas de las elecciones Municipales. La misión de UNASUR ha
solicitado un financiamiento superior a los 200 mil dólares.
El entusiasmo de los
partidarios de Capriles se fundamenta en la sólida unidad opositora y en la
eficiente campaña de su candidato, que ha llegado hasta los lugares más
remotos. También cuentan con la ineptitud y el desgaste del oficialismo, además
de su dilapidación de las considerables rentas del boom petrolero.
Capriles, abogado, de
41 años, ha ganado con holgura todas las elecciones a que se ha presentado. Sus
propuestas son moderadas y por primera vez se ha forjado una candidatura que
pone en riesgo la permanencia de Chávez en el poder. Las últimas encuestas
"independientes" registran un sostenido mejoramiento de las
posibilidades de Capriles, impensable hace dos meses. La agenda de Capriles
promete "empleo y seguridad para todos" y se compromete a resolver
las deficiencias en educación, terminar con el desabastecimiento de bienes y
servicios esenciales y poner fin a la distracción de los recursos petroleros en
alianzas con Gobiernos afines y de la Alianza Bolivariana.
La gran interrogante
es la gravitación que tendrá la inconmensurable intervención del Gobierno. Por
más de una década Chávez prácticamente ha monopolizado el acceso al electorado
a través de los medios de comunicación; controla las FF.AA., el aparato y la
suma de los poderes del Estado; su maquinaria cuenta los votos y dispone de una
organización territorial que distribuye la abultada asistencia gratuita a sus
bases, que constituyen la mayoría de la población.
La respuesta a las
especulaciones sobre el desenlace de la contienda Presidencial dependerá de los
casi 19 millones de inscritos, de la corrección de los comicios y del respeto
de los resultados. A este último respecto, inquieta la denuncia del diario
"ABC" sobre el entrenamiento por el chavismo de "militantes
revolucionarios", esto es, bandas callejeras armadas que pretenderían
desconocer por la fuerza un resultado adverso. Sea o no fundada esta versión,
es motivo para redoblada atención de todos los países de la región que adhieren
a la Carta Democrática Interamericana de la OEAS, de 2001.
En todo caso, si
venciera Capriles, la Gobernabilidad será más que compleja, con los tres
poderes del Estado en manos de partidarios de su predecesor que defenderán sus
intereses y un modelo antagónico al eventual nuevo Gobierno.
Tensiones en los mares
del sur de China y Japón.
La compra por el Gobierno
japonés de la propiedad privada de tres de cinco islas pequeñas del
archipiélago conocido como Senkaku para los japoneses y Diaoyu para los chinos
desencadenó fuertes pugnas entre Beijing y Tokio. Las islas fueron adquiridas
por ocupación de Japón a fines del siglo XIX; al término de la II Guerra
Mundial fueron administradas por EE.UU. y devueltas a Japón en 1951, por el
Tratado de San Francisco o de Paz con Japón, al que también fue invitado Chile
junto con una cincuentena de países. China no concurrió a ese tratado.
Amenazantes declaraciones y muestras de nacionalismo, las coincidencias con
elecciones japonesas, con el traspaso del poder en China, con la desaparición y
reaparición del Vicepresidente Xi Jinping, despliegues de patrulleras, la
conminación china a Washington a no tomar parte en esta disputa y el aparente
termino del "auge pacífico" que declararon sucesivos Gobiernos de la
República Popular pueden haber contribuido a agravar las inquietudes y
reacciones conflictivas.
Tras significativas
tensiones, las partes parecen haber asumido que han llegado demasiado lejos y
han dado señales de descomprensión. Las islas están deshabitadas, no tienen
significación económica, pero comprometen el orgullo de las dos poderosas
naciones y proporcionan la correspondiente zona económica exclusiva, que
dispone de un valioso potencial de hidrocarburos, cuya explotación en conjunto
podrían negociar.
Es una pugna entre
dos principales socios comerciales, con una dilatada trayectoria belicosa y
tradicional desconfianza. Como lo advierte Kissinger en su última obra,
"China", a diferencia de los ribereños del Atlántico Norte, que han
descartado la confrontación y cuentan con un sistema multilateral y el
compromiso Diplomático para resolver sus diferencias, los ribereños del Asia no
planifican la guerra como medio para resolver sus controversias, pero tampoco
la excluyen.
Aparte del
considerable impacto económico que ya está teniendo la disputa, China se
arriesga a descalificaciones por uso descontrolado de su poder de potencia
mundial y a que el vecindario le presente un frente común por su agresividad,
considerando que tiene otras disputas territoriales pendientes.
Violencia musulmana
radical por video realizado en EEUU.
Las numerosas manifestaciones que se han venido dando en
diversos países musulmanes a raíz de la divulgación de una película realizada
en Estados Unidos que se burla del profeta Mahoma, vuelven a dejar en claro las
diferencias culturales y políticas entre un Occidente que valora la libertad de
expresión y la tolerancia y grupos fundamentalistas islámicos que buscan
imponer su visión acerca de la manera en que deben ser abordados los asuntos
que tienen que ver con su fe, incluso más allá de fronteras nacionales o
civilizacionales. Se trata de un asunto delicado que pone en juego convicciones
profundamente arraigadas y que debe ser tratado con cautela y respeto por
autoridades seculares y religiosas.
La violencia de
algunas manifestaciones -como la ocurrida en la ciudad libia de Benghazi, donde
un grupo de militantes asesinó al Embajador de EEUU en ese país o la que dejó
19 muertos en Pakistán- da cuenta de las pasiones que despierta un tema que
parece repetir a mayor escala lo ocurrido en 2005, cuando un periódico danés
publicó caricaturas de Mahoma, lo que también causó estallidos a lo largo del
mundo musulmán. En esa ocasión, cuando líderes musulmanes solicitaron al Primer
Ministro danés que se disculpara por la publicación, él señaló que no podía
hacerlo, porque en Occidente existe libertad de prensa y constituiría una
violación de ésta que el Gobierno se excusara por una acción de otros realizada
bajo el amparo de garantías constitucionalmente protegidas. Ahora, en cambio,
las Autoridades norteamericanas se han apresurado en señalar que el video les
parece “desagradable y reprensible” -como ha indicado la Secretario de Estado,
Hillary Clinton- e incluso pidiendo a Google que bajara el video de la
plataforma YouTube, solicitud que la compañía rechazó. Las disculpas no han
surtido efecto, porque lo que los manifestantes ponen en entredicho no es
solamente la difusión de una película de bajo presupuesto, sino el sustento que
la permite: el derecho a expresarse, que para ellos puede resultar sacrílego,
con plena libertad sobre una variedad de temas, incluyendo el religioso.
La globalización de
las comunicaciones permite hoy que un video subido a la red social YouTube sea
accesible en todos los rincones del planeta. Esta realidad hace que quienes
producen material audiovisual deban ser conscientes de los impactos que generan
no sólo a nivel local o nacional. Sin embargo, es importante subrayar que ésta
es una decisión prudencial de los autores y que, a la vez, lo que molesta a los
musulmanes radicales no es el alcance de las realizaciones o publicaciones que
les desagradan, sino el hecho mismo de que ellas sean realizadas. Se trata, en
suma, de una crítica que obedece a razones culturales, no tecnológicas, y esto
mismo es lo que hace que el conflicto sea muy difícil de abordar, pues
involucra profundas convicciones que son difícilmente negociables.
Si los Gobiernos
occidentales ceden a la amenaza violenta planteada por los fundamentalistas
islámicos, dejarían de lado valores fundamentales que están en la base de su
cultura. Por lo mismo, para Occidente lo que está en juego es mucho más
profundo que un video o algunas publicaciones humorísticas o periodísticas,
sino la defensa de principios irrenunciables que deben ser respetados por
quienes viven en otras regiones bajo signos culturales distintos.
Señor Director:
" Molti nemici,
molto onore " (Muchos enemigos, mucho honor).
Esta sentencia
clásica la apliqué hace no mucho tiempo al asedio periodístico despiadado
contra el entrenador chileno Manuel Pellegrini, cuando dirigía el equipo de
fútbol español "Real Madrid".
No pocos periodistas
deportivos nacionales maltrataron entonces a ese técnico, su compatriota, sin
piedad y sin fundamentos, como si fueran aliados de los colegas del diario
"Marca".
Algunos de ellos
profetizaron el fracaso definitivo de él, sin apreciar la serenidad intacta
propia de quien se mantiene fiel a principios verdaderos e irrenunciables.
En cambio, ahora,
aquellos mismos jueces se han convertido, ¡milagro!, en los expertos que sabían
del profesionalismo superior de Pellegrini, y lo aplauden en sintonía con el
mismo diario español "Marca".
Pues bien: el drama
que acabo de recordar se repite en estos días. El entrenador de la Selección
Nacional de Fútbol ha sido castigado por las máximas autoridades mundiales de
este deporte: no podrá dirigir al equipo en los próximos cuatro encuentros
(sumando el anterior del partido clasificatorio contra Venezuela).
¿Cuántos enemigos
tiene Claudio Borghi? Seguramente muchos; y no sólo entre entendidos en este
deporte tan popular. Digo "muchos enemigos". Qué bien. Él no debe
renunciar si sus seleccionados lo estiman y creen en su capacidad. Pues la FIFA
no es una institución divina, que puede apagar el sentimiento de fidelidad a la
Patria y a la bandera que la representa.
Es posible asimilar
las órdenes antes del combate deportivo, y ejecutarlas perfectamente después,
recurriendo a la máxima atención, a la máxima disciplina, al máximo esfuerzo de
los combatientes, habiendo comprendido y encarnado la estrategia transmitida
por el comandante.
Es posible clasificar
a un Mundial de Fútbol con un entrenador que ha sido aislado durante los
partidos sancionados, pero que no queda mudo antes y después de ellos. Digo
clasificar y vencer a "muchos enemigos" con "mucho honor".
Vittorio di Girolamo
C.
Señor Director:
Falta de electricidad y
déficit hídrico.
Me llama la atención
que a pesar de ser ampliamente conocido y comentado el problema que se avecina
de falta de agua y electricidad, no haya programas de educación y comunicación
en el racionamiento y buen uso de estos recursos. Se debería comenzar con los
colegios y en campañas comunicacionales masivas para al menos crear conciencia
en los usuarios.
Rodrigo Alfaro Silva
Preocupaciones varias.
No podemos dejar de
coincidir con la preocupación de los Parlamentarios Cristián Monckeberg,
Marcela Sabat y Pedro Browne relacionada con el efecto que tendrá el revalúo del
próximo año de las contribuciones bienes raíces no agrícolas en miles de pensionados y adultos mayores que
por vivir en sectores con alta plusvalía.
Tampoco queremos
dejar pasar el hecho que Ricardo Lagos Escobar parece sentirse una especie de santón
con derecho a criticarlo todo, ayer se refirió a la congestión, olvidando tal
vez que su corrupta Administración concesionó las carreteras y que los
contratos, altamente favorables a las concesionarias, amarran las manos de los
actuales Gobernantes.
Preocupantes nos
parecen las resoluciones Judiciales en temas relacionados con terrorismo, como
las del caso bombas y el de Pitronello, ayer una Magistrado desestimó más de 30 pruebas documentales contra el sociólogo
Hans Niemeyer, al que se acusa de instalar una bomba en un banco, otra en el
memorial del fallecido Senador Jaime Guzmán, en una automotora y en un poste de
alumbrado público.