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El Presidente Sebastián
Piñera encabezó ayer
la reinauguración del
ascensor San Agustín,
en el Cerro Cordillera
de Valparaíso, totalmente
remozado y modernizado,
que es parte del
Legado Bicentenario.
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abrió a dialogar con
estudiantes por Presupuesto
pero aclara que se
discute en el Congreso, donde
espera una tramitación expedita.
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haber
blanqueado 10.200 millones de euros entre
2005
y 2008, el actual Presidente del
Parlamento
estaría
implicado.
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Ferrocarriles, Ghulam
Ahmad Bilour, que ofreció
pagar 100 mil dólares a
quien asesinara al
creador de la
película "Innocence of Muslims". |
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Samsung pide la revisión
del fallo en su contra en
disputa con Apple en
EE.UU, el mes pasado un tribunal
condenó a la compañía a
pagar 1.000 millones de
dólares por violación de
patentes.
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Según encuesta 7
millones de británicos vieron fotos
en topless de Princesa
el 20% de los adultos con
acceso a internet
observaron las imágenes, que no
fueron publicadas por la
prensa local.
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Mitos y realidades de la
congestión en los peajes,
por Laurence Golborne,
Ministro de Obras Públicas
En este extenso feriado de Fiestas Patrias, quienes salieron de
Santiago vivieron largas horas de congestión para llegar a sus destinos. Esta
postal se viene repitiendo en los últimos años cada vez que hay más de tres
días feriados, y, en medio del enojo de los automovilistas, se mezclan mitos y
verdades sobre lo que puede o no puede hacer el MOP para mejorar la situación.
Partiendo por los mitos, el principal es que la congestión en la
salida de Santiago se debe exclusivamente a la existencia de peajes manuales.
Si bien en los peajes se reduce significativamente la velocidad de traslado,
existe un problema real de capacidad de las vías. Ello, por un motivo muy
simple: las carreteras no están construidas para los episodios de flujo peak
durante el año. Tener carreteras para cinco o seis episodios al año
significaría una inversión considerable que pagarían todos los chilenos, y no
sólo aquellos que salen de Santiago.
¿Se está haciendo algo para mejorar esta realidad de capacidad
vial? Sí. El MOP se encuentra trabajando en el Plan Integrado de Desarrollo de
Autopistas (Pida), el cual, entre otras cosas, hace más expedita la entrada y
salida de vehículos desde y hacia la Región Metropolitana. El incremento del
parque automotor al 7% anual, producto del mayor crecimiento y desarrollo
económico del que goza el país, es una realidad que debemos afrontar para
evitar un colapso vial; sin embargo, alcanzar una capacidad adicional requiere
cinco años, considerando diseños, ingeniería, licitaciones y construcción.
Hemos avanzado mucho en estos últimos dos años. Por ejemplo, en
la ruta Santiago-Talca ya está diseñado un nuevo puente de seis pistas para el
río Maipo y las terceras pistas hasta el bypass de Rancagua que estarán
construidas hacia el 2015. Así, también, se ha comenzado la construcción de las
terceras pistas desde Av. Departamental hasta la Ruta 5 Sur, que incluye
inversiones relevantes en materia de seguridad, pero lo que no se inició hace
cinco años no puede estar operativo hoy.
La instalación del TAG Interurbano en las salidas de Santiago
para hacer más expedito el paso de los vehículos por las plazas ya es una
realidad. Se encuentran funcionando los pórticos del peaje Angostura, y luego
comenzará la marcha blanca en la Ruta 68. Durante 2013 esperamos implementar
este sistema en rutas Santiago-Los Andes y Santiago-San Antonio.
El segundo mito que suele surgir con mucha fuerza durante estas fechas
es que el MOP puede obligar a las concesionarias a levantar las barreras del
peaje en caso de generarse congestión. Lo cierto es que los contratos con las
concesionarias, firmados en la década pasada, no facultan al MOP a ordenar el
levantamiento de barreras. Así, esta posibilidad queda en manos de la voluntad
de las empresas.
La experiencia nos ha mostrado que las cosas pueden hacerse
mejor. Por ello, el MOP optó por estudiar cómo perfeccionar la regulación de
tiempos de espera para incorporar a los nuevos contratos. Se analizaron las
alternativas existentes en algunos países, como Argentina, Irlanda y España, y
se hizo, además, un análisis económico para comprender las implicancias de
diferentes métodos de sanciones.
En base a lo anterior se definió una nueva regulación, la cual
define un estándar máximo de espera en los peajes, y en caso de que no se
cumpla este tiempo de espera definido, sanciona a la empresa concesionaria de
manera proporcional al impacto negativo que causa.
De esta manera, se entrega la responsabilidad del cumplimiento
del nivel de servicio a la concesionaria, incentivando que evite la congestión
de manera proactiva y realizando mejoras en gestión y tecnologías para entregar
el estándar de servicio definido.
Esta nueva regulación se encuentra incorporada en las próximas
concesiones de Rutas del Loa y La Serena-Vallenar, marcando un hito importante
en materia de servicio al usuario y un precedente sobre el camino que está
tomando el MOP en cuanto a los estándares de las carreteras concesionadas,
estableciendo hoy las salvaguardias que no se avizoraron en el pasado y que
permitirán al MOP no resultar cautivo de regulaciones como las que hoy se
aplican en las demás concesiones.
Pero mas allá de estas medidas, la pregunta que cabe es: ¿quién
es el responsable de la planificación de largo plazo de la infraestructura
vial? Eso no está claro. El Ministerio de Transportes está creando una División
de Planificacion y Desarrollo que tome esta responsabilidad, coordinando con
Sectra, Minvu, MOP y otros servicios involucrados. Debemos potenciar esta idea
y desarrollar planes integrados de conectividad terrestre, que potencie
servicios ferroviarios o autopistas según las necesidades.
¿Futuro esplendor?,
por
Juan Andrés Fontaine.
Celebrando este dieciocho largo, nos preguntamos si acaso el
prometido futuro esplendor que vio Eusebio Lillo 160 años atrás llegará en
verdad a ser realidad.
Nuestra trayectoria económica de los últimos 20 o 30 años da
como para ser optimistas. Contamos hoy con un nivel de vida promedio que es dos
y media veces superior al de comienzos de los años 80. Nos hemos puesto casi a
la cabeza de América Latina -nos aventaja Argentina, levemente- en materia de
ingreso per cápita. Aunque hoy muchos suelen olvidarlo, en 1980 nos superaban
muchos de nuestros vecinos. A lo largo de esa década, dimos caza a Ecuador,
Colombia y Perú; en la siguiente, a Brasil y Venezuela; últimamente a México y
Uruguay.
Se ha debatido mucho sobre nuestra desigualdad, escandalosa o
inmoral para algunos. Pero, de acuerdo a la Cepal, la pobreza ha caído de 45 a
10% de la población en menos de tres décadas. Ha virtualmente desaparecido la
desnutrición. Hay mucha más equidad que antes en salud (y esperanza de vida),
escolaridad y calidad de la vivienda. Sólo en cuanto a desigualdad de ingresos
los avances han sido escasos o nulos. Se requieren más esfuerzos en crear
oportunidades de trabajo y de educación de calidad.
El Gobierno del Presidente Piñera se propuso hacer ingresar a
Chile a la categoría de país desarrollado durante la presente década. Hasta
ahora la receta aplicada ha dado resultados: el PIB crece cerca del 6% anual
requerido, prolifera la creación de empresas, el desempleo desciende a mínimos
históricos, disminuye la pobreza. Es cierto que se visualizan importantes
restricciones en la provisión de energía, de agua dulce y de personal
calificado para las nuevas faenas productivas. Pero ello es señal de que
avanzamos y hace patente que las inversiones e incrementos de productividad
necesarios ya no pueden seguir posponiéndose.
El futuro esplendor no está, sin embargo, asegurado. Trepar la
áspera pendiente que nos separa del nivel de vida de los países desarrollados
puede sernos muy arduo. Habremos de lidiar con una situación económica mundial
ya no tan favorable. Habremos de elevar el ahorro, cuya actual debilidad
compromete el sano financiamiento de la inversión y empuja el dólar hacia
abajo. Habremos de refrenar los apetitos de gasto fiscal que restan espacio a
la expansión de las fuentes de trabajo. Habremos de apurar la agenda pro
competitividad, aunque ello exija imponerse sobre los intereses de las
burocracias y los monopolios. Pero, sobre todo, habremos de superar esos anacronismos
culturales que -enquistados en la educación, los tribunales y la política-
últimamente han cobrado amenazante fuerza.
¿Por qué es mejor no burlarse de Mahoma?,
por Joaquín García Huidobro.
Cuando los occidentales hablamos de pluralismo, tendemos a
pensar en nuestras propias sociedades: ¿Cómo hacer para que vivamos en paz
liberales, conservadores, ateos, creyentes, vegetarianos y parrilleros?
La cuestión es importante, pero no debe hacernos olvidar que
nuestro propio planeta es plural, y que gran parte de sus habitantes no
comparten los dogmas que son comunes a aquellos que, en nuestras sociedades,
aparecen como enconados enemigos. Olvidar este dato puede resultar muy
peligroso, como se ha visto en este sangriento septiembre, donde ha habido
incluso muertos.
En efecto, cuando en Occidente se difunde una película, escrito
o fotografía que no nos gusta, inmediatamente pensamos en aquellos textos que
consagran la sacratísima libertad de expresión, como la Primera Enmienda de la
Constitución norteamericana, y nos preguntamos si esa conducta está amparada
por dicha libertad. Si es así, aguantamos, aunque no nos guste.
Olvidamos que la libertad de expresión es muy interesante, pero
que es una libertad que jamás será ejercida por el 99% de la población, que
nunca escribirá un libro o filmará una película. Los intelectuales y artistas
no concebimos que a los habitantes de Trípoli o Kabul les tenga sin cuidado la
Primera Enmienda.
Partimos de la base de que todo el mundo puede decir lo que se
le ocurra. Nos extrañamos cuando los afectados se enojan y, en vez de poner la
otra mejilla, escribir una carta al director o entablar un recurso judicial,
reaccionan asaltando embajadas o matando gente. Parece que ellos no están
dispuestos a jugar a nuestros juegos y eso nos resulta inconcebible.
¿Qué hacer? La primera reacción es la del adolescente que, para
recalcar la importancia de la libertad de expresión, la ejerce porque sí. Hay
que hacer caricaturas de Mahoma u ofender a los musulmanes con una película que
no tiene otro sentido que el de provocar (las escenas que se ven en YouTube son
un monumento a la mediocridad cinematográfica). ¿Por qué? Para mostrar que
somos libres. Que eso provoque la violencia de los fanáticos y traiga consigo
asesinatos, desmanes, quema de iglesias y otras desgracias carece de
importancia para nuestro adolescente. Nadie va a enseñarle a él qué cosas se
pueden decir o callar.
Otra actitud consiste en decir: "Aunque tenemos toda la
razón, vámonos con cuidado; ya hay suficientes problemas en el mundo para
agregar, encima, una guerra santa". Esta postura constituye un avance, que
implica no exponer a inocentes a las iras de los fundamentalistas. Es una
actitud responsable, que, en principio, todos suscribiríamos.
Pero hay también una manera más profunda de mirar el asunto.
Implica admitir que, como toda libertad, la de expresión tiene una finalidad.
Se expresa "algo". Una forma de expresión que implique únicamente ofender
a otro, no es, en realidad, manifestación de nada, y no está protegida por la
libertad de expresión.
No se trata simplemente de decir "tengo derecho a hacerlo,
pero me abstengo porque no quiero que maten a alguien a miles de kilómetros de
distancia". Es necesario reconocer que tenemos esa libertad para exponer
nuestras ideas acerca de la vida social, de la belleza, o dar a conocer una
teoría científica o lo que sea, pero siempre con un contenido positivo. No es
un simple modo de afirmar nuestra personalidad, sino una forma de transmitir
algo .
Hace años, el profesor Miguel Orellana Benado hizo una distinción
que nos podría ahorrar muchos dolores de cabeza y no pocas muertes. Una cosa es
" vivir una práctica como valor" y otra es " tratar una práctica
como valor". Cuando uno se abstiene de ofrecer vino o cerdo a su huésped
musulmán, no lo hace porque piense que Dios lo prohíbe (no está viviendo esa
abstinencia como un valor), sino porque lo respeta a él, y reconoce su derecho
a tener un sistema de creencias distinto del nuestro. Uno trata esa práctica
como una expresión humana, es decir, como algo valioso.
Respetar no es lo mismo que aprobar o compartir. Respetar es
tanto como ponerse en el pellejo ajeno, entender su historia y sus creencias.
Respetar implica darse cuenta de que no es igual hacer una caricatura de
Cristina Fernández que de Mahoma, aunque a algunos les pueda caer más simpática
la primera que el segundo.
Reelección en el Congreso,
por Mario Fernández.
La Cámara de Diputados aprobó recientemente, en general, una
limitación a la reelección sucesiva de los Parlamentarios. Sólo una vez para
los Senadores y dos veces para los Diputados. Una medida aparentemente muy
positiva y generosa, que merecería admiración y aplausos.
Pero la realidad de este asunto no es tan nítida ni positiva
como parece.
No es tan nítida, porque la iniciativa permite postular a otro
cargo después de cumplirse el límite para su reelección y porque el período a
partir del cual rige la limitación puede ser el que se inicia el 11 de marzo de
2014, como se aprobó en la Comisión de Constitución de la Cámara. O sea, para
un Diputado elegido el próximo año se abren 12 años en ese cargo y 16 más, si
postula con éxito al Senado y es reelecto. Total posible: 28 años. Y si el Diputado
ya lleva un período, o más, en el cargo, la estadía en el Congreso puede
aumentar hasta 52 años si asumió en 1990. Claro que como van las cosas, las
primeras vacantes en el Senado por esta vía se producirían recién el año 2030 y
en la mitad de las circunscripciones.
Pero esta iniciativa tampoco es tan positiva. Si nos preguntamos
por qué en ninguna de las grandes democracias existe una limitación a la
reelección de los Parlamentarios,
encontraremos argumentos tan sólidos como sencillos. En una democracia Presidencial
como la nuestra, la reelección debe limitarse para quien Gobierna. Pero no para
quien Legisla y no Gobierna. Los Parlamentarios, por ende, pueden seguir en sus
cargos mientras cuenten con el apoyo popular. Así lo señaló el Diputado Hugo
Gutiérrez durante la discusión en la sala de la Cámara.
Un segundo argumento para permitir la reelección Parlamentaria
es la necesidad de la profesionalización de los políticos, especialmente en las
tareas legislativas. Es bueno erradicar esa idea de que al servicio público hay
que ir de pasada, a cumplir un período de sacrificio, para tranquilizar la
conciencia y luego volver a la “normalidad laboral”. Nada puede ser más
pernicioso que los aficionados en el poder, de donde proviene gran parte de la
precariedad política de la que padecemos. En consecuencia, limitar la
reelección puede ser un aliciente para que los postulantes al Parlamento lo
tomen como una etapa de formación profesional, un intervalo en sus vidas o
simplemente como un pasatiempo prestigioso.
Finalmente, esta iniciativa no es tan nítida ni positiva, porque
constituye otro ejemplo de improvisación en materia de reformas
institucionales. No podemos seguir parchando la Constitución con reformas
aisladas y parciales, sin abordar el todo con un esfuerzo de envergadura
técnica y política. Respecto de los sistemas electorales, debe considerarse armónicamente
dónde se eligen los Parlamentarios, cuáles son las formas de candidaturas, cómo
se calcula quiénes son elegidos y cuál es el grado de proporcionalidad de la
representación que las distintas fuerzas obtienen en relación al porcentaje de
sus votos. Sin tener en cuenta el conjunto de esos factores, ninguna reforma
electoral arribará a buen puerto y seguiremos como hasta ahora. Las
instituciones por un lado, el pueblo, por el otro.
La semana política: El papel de la oposición
En los regímenes democráticos la oposición tiene un papel
determinante en el correcto funcionamiento del sistema institucional. Es el
conglomerado que, por no estar en el poder, debe velar por el cabal desempeño
del grupo que cumple con las labores de Gobierno. Esto apunta a las actuaciones
del poder central y a las estructuras regionales que de él dependen. No escapan
a la supervisión opositora las múltiples entidades, como las superintendencias
o las empresas del Estado, que tienen un nexo con las Autoridades. Esta tarea
exige acuciosidad y rigor y, en verdad, no obstante su evidente signo político,
es también en buena medida una labor técnica. Advertida una situación
inconveniente, la oposición debe, mediante los mecanismos Constitucionales
existentes, aclararla, ponerle término y perseguir las responsabilidades
políticas y administrativas del caso.
La necesidad de la labor opositora estriba en que la
construcción político-institucional tiene un objetivo primordial: asegurar el
bien común de los habitantes del país. Esto no impide que la oposición busque,
asimismo, un propósito de su propio interés: ganar el poder. La conjunción de
esos dos objetivos, aparentemente contrapuestos, ha llevado en algunos países
de larga tradición democrática a la formación de los llamados "Gabinetes
en la sombra", es decir, grupos especializados que hacen un seguimiento de
las actuaciones de las dependencias del Gobierno y son capaces de prever los
problemas que pueden suscitarse en ellas, dar las voces de alerta a la opinión
pública y sugerir medidas para encararlos. Estos grupos especializados son los
que, sin mayores dificultades, se harán cargo de los ministerios en caso de que
logren el acceso al poder.
El análisis del comportamiento de las oposiciones en Chile
muestra que él dista mucho de una cabal comprensión de sus responsabilidades
político-institucionales.
Ensimismamiento político
Durante los Gobiernos de la Concertación la oposición de
entonces, que, pese a sus reticencias, colaboró con numerosas reformas Constitucionales,
no fue capaz de hacer frente a la corrupción que se entronizó en las más
variadas dependencias del Estado sino hasta que ella se manifestó de manera
evidente a la ciudadanía; no previó debidamente los efectos de medidas
adoptadas en el campo económico frente a crisis externas; no tuvo la convicción
para denunciar ante la opinión pública las consecuencias de mal meditadas
reformas laborales e, incluso, no enfrentó con decisión el desastre que
significó el Transantiago, modelo de frivolidad política y de insensatez
financiera. Con los Gobiernos de la Concertación quedó de manifiesto, además,
la precariedad de los medios de supervisión y control de los actos del
Ejecutivo que ofrece la Constitución y la ineficacia de las comisiones
investigadoras, que por su naturaleza no son técnicas, sino políticas.
Con todo, en medio de una de las más serias crisis políticas que
ha vivido Chile por causas de corrupción e irregularidades administrativas
-como fue el denominado caso MOP-Gate y los sobresueldos de los altos
funcionarios públicos-, la oposición supo actuar con realismo y ofreció al Gobierno
de Lagos un pacto político que salvó a esa administración de una espiral de
incertidumbre jurídica y dañada imagen.
El desempeño de la actual oposición ha sido por momentos más
mezquino con el oficialismo que su predecesora, y al no haber sido capaz de
generar un proyecto político común para el caso de retornar al poder se ha
dividido en fracciones difícilmente Gobernables. Por ello, su actuación ha
consistido en reiteradas oportunidades en entrabar las iniciativas del
Ejecutivo con el sencillo expediente de exagerar sus proposiciones, en especial
las económico-sociales. En un pasado no lejano, similar proceder tuvo efectos
gravísimos sobre nuestra institucionalidad.
La exigencia que los partidos de la Concertación han hecho al
Gobierno de garantizar la entrega de los resultados de las elecciones Municipales
-en una singular extrapolación de las denuncias sobre las listas AUGE y los
resultados de la encuesta Casen- y el anuncio de intensificar las
interpelaciones a los Ministros ilustran las deficiencias de la actual
oposición y constituyen argumentos adicionales para explicar el peligroso
descrédito de nuestra clase política.
Oportunas prevenciones de
los pastores
Tanto en el tedeum de las iglesias evangélicas como en el
ecuménico de la Iglesia Católica de Santiago hubo alusiones críticas a la falta
de perspectiva de largo plazo que predomina en algunas prácticas políticas,
dificultando los entendimientos y exacerbando las desconfianzas.
Desde siempre las Autoridades religiosas, asentadas en su fuerza
moral, han ejercido una voz independiente y a veces crítica respecto del
quehacer público. En momentos clave de nuestra historia política reciente esas
voces se alzaron en defensa de valores fundamentales. En estos días, cabe notar
en especial el interés con que la jerarquía católica y los pastores evangélicos
han expresado inquietud por la falta de entendimientos en nuestro debate
público.
Las primeras reacciones del mundo político -representadas por el
Presidente de la República y los de ambas Cámaras del Congreso- son positivas y
coincidentes en cuanto a la necesidad de vigorizar nuestra democracia, la
confianza social y el diálogo político. La tramitación de la Ley de Presupuesto
para 2013 permitirá evaluar la solidez de esas expresiones.
Positiva visita desde México.
La visita que realizó a
Chile el Presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, reafirma los sólidos
lazos estratégicos que ambos países han venido forjando en los últimos años y
es un signo de la voluntad de la nación del norte por recuperar protagonismo en
las grandes decisiones de América Latina, lo que establecerá un sano contrapeso
al creciente peso regional que ostenta Brasil.
Las elogiosas palabras que el mandatario electo tuvo para la
economía chilena y las políticas sociales -entre otros aspectos, alabó el
crecimiento y la reducción de la pobreza, logros que tomará como ejemplos-
parecen ser una muestra de que el nuevo gobierno pretende impulsar políticas
sociales y económicas similares a las que ha aplicado Chile, ratificando así la
existencia de una unidad de propósitos que facilita la relación bilateral, el
intercambio de bienes e inversiones y la posibilidad de establecer alianzas
estratégicas de largo plazo entre países que vienen siguiendo desde hace años
un rumbo similar. Ello resulta especialmente pertinente cuando en la región se
ha creado un eje encabezado por Venezuela, que ha desafiado las libertades
políticas y económicas. De allí que resulte relevante que el futuro presidente
mexicano haya reivindicado el papel que jugará la Alianza del Pacífico -bloque
recientemente estrenado y que integran Chile, Perú, Colombia y también México-
y la voluntad de que esta alianza cobre peso dentro del concierto
internacional.
El intercambio comercial entre Chile y México ha crecido con
fuerza en los últimos años, acercándose a los US$ 5 mil millones. La fructífera
relación tiene ahora la posibilidad de ampliarse a una vinculación más
profunda, y resulta altamente positiva la voluntad que en tal sentido han
expresado el Gobierno chileno y el nuevo Mandatario mexicano.
Nuevas perspectivas en crisis del euro.
El Tribunal Constitucional alemán ha dado luz verde al Mecanismo
de Estabilización Europeo. Revocó la licencia bancaria que pretendía Bruselas,
y redujo el aporte total alemán de 640 mil a 190 mil millones de euros,
estableciendo que cualquier aporte adicional debe contar con la aprobación del
Parlamento Federal. En el mismo fallo cuestionó la legalidad de la reciente
decisión del Banco Central Europeo (BCE) de comprar bonos soberanos de países
miembros de la eurozona "ilimitadamente". Según los críticos de esa
política (entre ellos el Presidente del Banco Federal alemán), el BCE estaría
sobrepasando su mandato, que expresamente le impide monetizar la deuda de los
países miembros de la unión monetaria, así como realizar cualquier tipo de
política fiscal.
En Alemania, esta decisión del BCE ha causado controversia. La
inflación es un trauma histórico de su pueblo, a lo que se suma el que ese país
cuenta con una de las tasas de ahorro más altas de la eurozona. Diversas voces
sostienen que la decisión del BCE de facilitar el financiamiento del gasto
deficitario en los países del sur de Europa implica indirectamente una
confiscación de los ahorros de los ciudadanos alemanes. Sostienen
adicionalmente que, de concretarse el anuncio del BCE, se haría innecesaria la
existencia del Mecanismo de Estabilización, pues ambas medidas apuntan a lo
mismo. A esto se suman objeciones a la legitimidad democrática de la decisión
del BCE. Se argumenta que, a diferencia del Mecanismo de Estabilización, que
requiere aprobación y cierto grado de control de los Parlamentos nacionales, en
la monetización de deuda existe el potencial para disponer de dinero de los
contribuyentes alemanes de modo completamente discrecional. Estos argumentos
serán probablemente considerados por el TC germano en su fallo definitivo sobre
la nueva política de compra de bonos del BCE, que se dará a conocer en los
próximos meses.
Más allá de los aspectos legales, según diversos economistas la
crisis del euro está lejos de terminar, pues -estiman- la reducción artificial
de tasas de interés derivada de las intervenciones del Mecanismo de
Estabilización y del BCE disminuirá la presión sobre los países en problemas
para realizar las reformas tendientes a restablecer su competitividad. Asimismo
-añaden-, el acceso a crédito más barato llevará a mayores niveles de
endeudamiento en la periferia europea, arriesgando aún más la solidez de los
países del norte. En fin, se suman las advertencias sobre potenciales problemas
inflacionarios derivados de una política monetaria excesivamente expansiva,
tema que es hoy objeto de acalorado debate no sólo en Alemania. De tener razón
los críticos, la crisis del euro podría retornar en el futuro con mayor
intensidad.
Señor Director:
El Cabo Martínez y los DD.HH.
A todo ciudadano normal le gustaría estar informado en qué van
las querellas presentadas por el Ministro del Interior en contra de quienes
resulten culpables del alevoso asesinato del Cabo 2º de Carabineros Cristián
Martínez (Q.E.P.D.) y del proyecto de Ley enviado al Congreso para exigir las
penas máximas para quienes atenten en contra de Carabineros.
Sería interesante saber qué dicen al respecto los representantes
de la Concertación, DC, PS, PC, PPD y otros, reconociendo el acuerdo que tienen
entre ellos de no aprobar nada que venga del Gobierno y por lo tanto esta
iniciativa, con seguridad, no contará con el quórum suficiente para ser
aprobada y se perderá en el olvido.
¿Es cierto que el Instituto de los Derechos Humanos, organismo
del Gobierno, opina que hay que derogar la Ley Antiterrorista y que sólo se
aplica a minorías y no es buena para la sociedad?
Lamentablemente, en nuestro país, si un Carabinero agrede a un
delincuente para evitar que éste dañe la propiedad de otros, aparecen todos los
organismos de DD.HH. y piden las penas del infierno para dicho funcionario. En
cambio, si un delincuente mata a un Carabinero que trabajaba para evitar que
estos mismos delincuentes atenten contra la propiedad privada y la ciudadanía,
los defensores de los Derechos Humanos se esconden.
¿Será posible que en Chile haya quienes piensan que los Carabineros
no son humanos y no tienen derechos?
Arturo Miquel Bañados, Abogado.
Señor Director:
Comentarios al pasar.
Respecto de la igualdad, de la que tanto se habla, he leído que
el Presidente más rico de los EE.UU. fue George Washington, y por Dios que lo
hizo bien.
En cuanto a los predicadores de felicidad regulada, me pregunto
todos los días si en Cuba los que se quedaron después de 1960 y sus descendientes
están peor o mejor que antes de la revolución, en la que los dirigentes no han
vivido la igualdad que predican. Yo veo que están peor. Mucho peor.
En Rusia, desde que se fueron del Gobierno los comunistas, se ve
desarrollo y alegría.
Para qué decir en Venezuela o en Argentina, pueblos dirigidos
por iluminados, en los que se ha logrado destruir su riqueza petrolera y
agrícola, y despertar conflictos innecesarios.
China cambió de pelo cuando se abrió a los mercados y al mundo.
Y Chile, para qué decir.
¿Podrá alguien explicar para qué sirven la izquierda y los
iluminados? Yo no veo la luz que ellos sí ven.
Manuel Blanco Vidal.
Señor Director:
Presidenciables
Hoy muchos rasgan vestiduras y vociferan exigiendo que los
ministros mejor evaluados y posibles candidatos a la Presidencia de la
República el 2013 deben de inmediato abandonar el gabinete.
No obstante, nada dicen respecto a la profusa utilización de la
fotografía de la ex Presidenta, y actual funcionaria internacional, en las
campañas de su sector.
¿No debiese aplicarse la misma vara y exigírsele a la virtual
candidata Bachelet que, también a la brevedad, transparente al país si será o
no candidata, y en caso afirmativo, renuncie de inmediato a la ONU?
Rodrigo Cooper Cortés.