La mayoría de
los economistas serios creen que vamos por un muy mal camino y que la
recuperación sera más lenta y dificultosa de lo que el optimismo del
Gobierno plantea.
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Jorge Quiroz: “Mi expectativa es que después de tocar fondo, la economía se va a mantener en el fondo”,
por Sebastián Valdenegro.
Experto anticipa un prolongado período de bajo crecimiento de la
actividad local y señala que los fundamentos apuntan a un PIB que crecerá en
torno a 2,5% en 2015.
Las
últimas cifras macro conocidas en Chile no han sido buenas: por una parte, el
Imacec de agosto registró una expansión de 0,3%, la más baja desde el terremoto
de 2010; mientras que las ventas del comercio en la Región Metropolitana se
desplomaron 6,6% en septiembre, su mayor caída desde el 2008.
Datos
que generaron preocupación entre varios economistas, en especial en Jorge
Quiroz. El socio principal de Quiroz & Asociados advierte que el deterioro
del escenario económico no será sólo una tendencia de este año, sino que podría
ampliarse con fuerza al próximo ejercicio, en particular por el núcleo de
reformas que aún queda por discutirse, poniendo énfasis en la laboral y
constitucional.
- ¿Cómo ve el actual escenario macro?
-
Hace un año, el Consensus Forecast para Chile situaba el crecimiento en el
rango de 4,5%. Hoy, la mayoría de los observadores piensan que Chile crecerá
menos de 2%. Ese es un cambio muy dramático. Hoy creo que este año crecemos
entre 1,5% y 2%. La explicación de esto es muy directa al analizar las cifras
macro: la inversión cayó 6% al comparar el primer semestre de este año con
2013, lo que implica alrededor de 1,5 puntos menos de demanda agregada en el
PIB. Esa baja de inversión es la que genera el aumento de casi un punto
porcentual en el desempleo, lo que acto seguido está afectando las expectativas
de los consumidores, con una tasa tendencial de crecimiento del consumo en
torno a 2%. Entonces, al sumarlo todo, lo único que salva el año es la expansión
del gasto público y el efecto positivo del sector externo, por lo que cuesta
pensar que crecemos más que 2% hoy.
- ¿Ha tocado fondo la economía?
-
Mucho se ha hablado de eso, que hemos tocado fondo y que luego seguiríamos de
menos a más. A lo mejor tocamos fondo, pero no estoy seguro que sigamos una
tendencia de menos a más. Mi expectativa es que después de tocar fondo, nos
vamos a mantener en el fondo, porque cuando tienes una formación bruta de
capital disminuyendo en 6% -si bien mi escenario no es que baje al mismo nivel
el próximo año-, estas caídas son asintóticas: una primera en 6%, una segunda
en 3%. Mientras que el consumo seguirá creciendo al 1% en lugar del 2%. Habrá
un gasto fiscal más expansivo, pero es bajo en proporción a su peso en la economía.
En el
sector externo, no veo mayores novedades. El desempleo, en ciudades como el
Gran Santiago, aún no acusa los efectos de la desaceleración; pero es una cosa
de tiempo el que veamos que la cifra empeore. Entonces, sumado todo, me cuesta
llegar más allá de un crecimiento de 2,5% el próximo año.
- Entonces, habría nueve décimas de brecha
entre el PIB efectivo y el esperado en el Presupuesto.
-
Claro, eso dejará un problema presupuestario importante el próximo año y
probablemente hará un poco cuesta arriba la convergencia al balance
estructural. Ahora, quiero aclarar que me parece lamentable que el gobierno
haya salido a aumentar el gasto público para recuperar una demanda agregada que
se deprimía, porque creo que la caída podría haberse evitado con otras
políticas. Pero ahora que estamos en este contexto, no me parece una mala idea
un Presupuesto más expansivo.
- ¿Cuál es su sentimiento sobre el escenario
para el próximo año?
- En
resumen, el escenario es malo. Estamos hablando de crecer un 2% este año y 2,5%
el próximo, respecto de un crecimiento tendencial que venía en torno a 4,5%.
Estamos hablando de dos puntos menos de crecimiento por año, lo que son
alrededor de US$ 1.200 millones menos en recaudación fiscal por año, o sea ya
partiste los dos primeros años con menor recaudación por US$ 2.400 millones por
menor crecimiento de la economía. En ese sentido, la perspectiva macro -si bien
no se habla de una recesión- habla de una desaceleración muy relevante.
- El ministro Arenas ha centrado su discurso
en el punto de inflexión que marcó la aprobación de la reforma tributaria.
¿Coincide con ese diagnóstico?
- La
desaceleración de la economía comienza con la caída de la inversión, que es el
elemento más volátil de la demanda agregada y el que tradicionalmente lidera
los auges o las desaceleraciones. Hay que entender mejor a qué se debe esta
caída en la inversión para responder eso. En mi opinión, obedece a dos
factores: el primero, el sobrecosto enorme en las decisiones de grandes
inversiones por la incertidumbre creciente respecto al proceso de aprobación
ambiental por las oposiciones ciudadanas a algunos proyectos; y el segundo, no
me cabe duda que la caída de la inversión tiene relación con la discusión de la
reforma tributaria. Si no se sabe cuántos impuestos se van a pagar, la
evaluación de los proyectos se posterga.
Cooperación
Estado-privados
- ¿Cómo ve el llamado del gobierno a
establecer una alianza público-privada?
- El
gobierno ha enfocado eso netamente en la agenda de concesiones. Me parece una
muy buena noticia eso, el modelo de concesiones puede superar con mayor
facilidad los problemas sociales que la inversión privada pura. Dicho eso,
estamos a mínimo dos años de que algunos de esos esfuerzos den frutos. La
administración anterior dejó muchas obras a concesionarse, pero aún si esas
obras se licitan, igual deben pasar por procesos de aprobación ambiental. El
sistema de cooperación público-privada puede ayudar, pero los efectos no serán
inmediatos.
- ¿Chile cae dentro de la categoría de "mediocre"
como señaló el Financial Times?
-
Primero, yo prefiero no usar muchos los adjetivos, ya que no aportan mucho e
inducen a confusión. Yo entiendo el artículo en el sentido de que cuando
escuchó al ministro Arenas decir que creceremos 3,6% el próximo año,
interpret{o que esa cifra es una aspiración muy baja. Sobre todo si se toma en
cuenta que si bien el entorno externo está más volátil, los términos de
intercambio de Chile no han cambiado. Por lo tanto, entiendo la frase del FT,
es una frase que ojalá nos haga recordar que 3,6% no es un buen número para
Chile. Aún no somos un país desarrollado, tenemos muchos problemas y 3,6% no
nos sirve. Deberíamos estar pensando desde 4,5% para arriba.
"La
reforma laboral tiene un diagnóstico erróneo"
"Mucho
más preocupante que la reforma tributaria es lo que viene en materia de reforma
laboral", asegura Quiroz.
- ¿Cómo ve las próximas reformas?
- Hay
inquietud por un conjunto de reformas y ahí discrepo con el ministro Arenas en
cuanto a que la aprobación de la reforma tributaria marque un punto de
inflexión, en absoluto. Mucho más preocupante que la reforma tributaria es lo
que viene en materia de reforma laboral. En la tributaria, si se cometen
errores el gobierno puede dar marcha atrás algunos pasos. Pero con una reforma
laboral no se puede hacer eso. Cambiar los derechos que tendrían los sindicatos
tomaría unos 20 años.
Con
todas las reformas que se están haciendo, veo posible tocar fondo en torno al
2%, 2,5%, pero no un punto de inflexión.
- Se habla mucho de que las próximas
reformas, particularmente la laboral, debiera ser fruto de un consenso
transversal.
- Yo
creo que en este tema hay un punto más fundamental. Hay cosas que hay que
pensar de nuevo. La reforma educacional, por ejemplo, ha revelado en su proceso
de discusión que hay muchos vacíos y contradicciones. Eso también se aplica al
caso laboral.
El
tema de darle más monopolio a los sindicatos es parte de un diagnóstico que
para mí es errado. El mejor poder que pueden tener los trabajadores es el pleno
empleo. Si se mantiene la economía dinámica y se logra mantener las tasas de
empleo que teníamos hace un año, el poder de negociación de los sindicatos será
óptimo. Nadie se atreve a decir algunas cosas más fundamentales respecto de que
las personas funcionan en base a elecciones personales.
- El tema del cierre del comercio de los
domingos también se relaciona mucho con ese tipo de elecciones.
-
Claro, nadie sale a decir que si alguien quiere un trabajo donde pueda
descansar más, que mejor no entre al comercio y busque otro trabajo. Y a lo
mejor en el comercio con flexibilidad laboral se podría poner a trabajar por
horas a estudiantes universitarios o adultos ya jubilados, como pasa en Estados
Unidos.
A mí
me parece que si la reforma educacional tiene un diagnóstico erróneo, en la
laboral es aún mayor. En ese sentido, las señales no son positivas.