Las 6
palabras que necesita saber para entender el default de Argentina.
Argentina entró en default el miércoles -por
segunda vez en 13 años- luego de que fracasaran las negociaciones con
acreedores privados, conocidos como "fondos buitre", en Estados
Unidos.
Estos fondos poseen bonos del Estado argentino
que no entraron en la reestructuración de la deuda de 2005 y 2010, y reclaman
el pago total de los títulos que poseen: US$1.300 millones más intereses. Y un
juez federal estadounidense, Thomas Griesa, los avaló.
Argentina tenía hasta las 04:00 GMT de este
jueves para hacer efectivo un pago de alrededor de US$500 millones
correspondientes a un bono en vencimiento.
El país transfirió el dinero a un banco de
EE.UU., pero Griesa declaró ilegal la operación con el argumento de que el país
debía cumplir con sus obligaciones con todos los acreedores con reclamos.
El ministro de Economía de Argentina, Axel
Kicillof, fue el encargado de anunciar el fracaso de las conversaciones.
Kicillof explicó que incluso se les pidió a los acreedores un stay para evitar
el cese de pagos, pero que no lo aceptaron.
Si al leer hasta aquí hay algunas -o bastantes
cosas- que no entendió, BBC Mundo le ofrece un glosario de seis términos que
ayudan a comprender mejor el default argentino.
1. Default
Es
cuando un país deja de pagar la deuda que ha contraído. Se lo conoce también
como cesación o cese de pagos.
Y
esto puede aplicarse a la totalidad o parte de un préstamo, como acaba de
ocurrir con Argentina, que entró en default por la imposibilidad de hacer
efectivo el pago de uno de tantos vencimientos.
La
agencia Standard & Poor's calificó la situación argentina como
"default selectivo" precisamente porque se refiere a un
incumplimiento parcial, relacionado con un tipo de bono de deuda en particular.
Es
común que se hable también de "default soberano" para dejar en claro
que es un Estado el que dejó de pagar.
2.
Bonos de deuda
Son
títulos que emite un Estado a cambio de dinero o un préstamo.
Los
pueden comprar, por ejemplo, sujetos o empresas, que se denominan tenedores de
bonos o bonistas.
Suelen
negociarse en los mercados financieros internacionales y tienen siempre una
fecha de vencimiento y la promesa de una ganancia cuando "maduran",
en forma de intereses.
Cuanto
más riesgo entraña un país a la hora de invertir (según las firmas calificadoras),
más jugosos son los intereses.
En
el caso de Argentina, los "fondos buitre" reclaman los US$1.300
millones por la compra de los bonos y unos US$200 millones en concepto de
intereses.
3.
Reestructuración
Los holdouts no se plegaron a la
reestructuración de la deuda argentina.
También
conocido como "canje de deuda".
Es
cuando, ante la dificultad de pagar sus compromisos financieros, un país inicia
un proceso de negociación con los acreedores para buscar una solución.
Por
lo general, el Estado en cuestión ofrece nuevos bonos de deuda a cambio de los
viejos y con un descuento.
Es
lo que hizo Argentina durante los canjes de deuda de 2005 y 2010. Y la inmensa
mayoría de los bonistas (más del 90%) aceptó las nuevas condiciones en una
reestructuración considerada por los organismos internacionales de crédito como
"legal" y "exitosa".
4.
Holdouts
En inglés, el término houldout hace referencia
a la persona que se resiste a algo.
En el caso argentino, se trata de un minúsculo
grupo de acreedores (cerca del 1%) que no aceptaron el canje de los bonos que
poseían.
Entre ellos figura un hedge fund (o fondo de
cobertura) estadounidense llamado NML Capital, liderado por el multimillonario
de Wall Street Paul Singer.
Los holdouts tomaron otro camino: luego de
comprar bonos que ya estaban en default a precios irrisorios, se presentaron
ante los tribunales de Nueva York para reclamar el pago de los títulos al
precio original de emisión. Por eso el gobierno argentino los ha calificado de
"fondos buitre".
En 2012, el juez federal estadounidense Thomas
Griesa, los avaló: le prohibió Argentina pagarles en EE.UU. a los bonistas que
sí se unieron a la reestructuración si no desembolsaba también el dinero que le
debía a NML Capital.
El gobierno argentino intentó revertir este
fallo sin éxito. Y al verse impedido de pagar un bono reestructurado que vencía
este miércoles, entró en default.
5. Stay
Del
inglés. Significa aplazamiento o suspensión.
Durante
las conversaciones con los holdouts y un mediador del tribunal del juez Thomas
Griesa, Daniel Pollack, que se extendieron hasta la noche del miércoles,
Argentina insistió en pedir un tiempo extra para negociar un acuerdo y evitar
el default.
Pero
el stay le fue denegado.
Los
acreedores tenían la facultad de aceptarlo, según determinó Griesa, y el
mediador podía recomendarlo. Pero nada de esto ocurrió.
6. Cláusula RUFO
El
ministro de Economía de Argentina, Axel Kicillof, ha insistido en que pagarles
a los holdouts según las condiciones que exigen sería violar la ley argentina.
Y
ello, según explicó, se debe a que el acuerdo de reestructuración de la deuda
argentina incluye una cláusula denominada RUFO (Rights Upon Future Offering o
Derechos Sobre Futuras Ofertas), que vence a fin de año.
Según
este artículo, si Argentina negocia con algunos bonistas mejores condiciones
que las acordadas en la reestructuración, el resto de los acreedores pueden
reclamar esas mismas condiciones.
Una
de las razones por las que Kicillof pidió un stay hasta al menos fin de año es
precisamente para no violar la cláusula RUFO.
En
el hipotético caso de que Argentina hubiera accedido a cumplir con las
exigencias de los holdouts en este momento, el país hubiese tenido que
desembolsar unos US$15.000 millones extra para pagarles al resto de los
bonistas.
Tomado de BBC Mundo.