Cuadro de
participación, considerando la
elección
de Alcaldes, Diario La Tercera,
abstencionismo
crece a niveles muy
superiores
si se considera los sufragios
de Concejales
en los que votaron un 20%
menos de
ciudadanos, datos de
http://www.elecciones.gov.cl, ayer a
las
22,30 hrs.
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en precio de medicamentos bioequivalentes,
Juan Antonio Peribonio, subrayó la importancia
de transparentar este mercado, que representa
un gasto relevante para los consumidores chilenos.
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crisis de Mali, a mediados de este mes la
ONU dio 45 días a los países de África Occidental
para elaborar un plan para intervención
militar en el norte de Mali.
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desbloquear el gasto público, medida imprescindible
para desembarazar una emisión de deuda
necesaria
para financiar el presupuesto del actual año Fiscal 2012. |
Grecia inició una semana crucial para la
aprobación
de los nuevos recortes, medidas que son exigidas
por la troika a cambio de la entrega de
un nuevo
tramo de ayuda financiera. |
Irán
aseguró que tiene imágenes de lugares
estratégicos
de Israel, el Presidente de la
comisión
de Defensa del Parlamento iraní
afirmó que
las fotografías fueron captadas
por un
avión teledirigido.
|
Recrudecen los bombardeos en Siria ante
la impotencia de la ONU, el mediador
internacional del organismo, Lakhdar
Brahimi, aseguró que la situación en
ese país va de ‘’mal en peor’’.
|
Google lanzó
oficialmente su nueva línea
de productos Nexus
compuesta por el
teléfono Nexus 4 de LG,
la tableta Nexus
10 de Samsung y Android
4.2 fueron los
anuncios de la compañía
para ayer.
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Halloween II,
por Eugenio Guzmán.
Hace ya 8 años atrás
escribí una columna que tenía por título “noche de brujas” y en ella planteaba
las sorpresas que entregaban los resultados electorales de las Municipales
2004. Parecido a lo que ocurre con las películas de terror en que las segundas
y terceras versiones se hacen cada vez más espectaculares. Algo semejante
podría decirse que ocurre en esta elección. Es decir, los resultados pueden ser
calificados de sombríos, trágicos, sorprendentes e inesperados, pero también
como cómicos y hasta absurdos.
Lo concreto es que la
abstención es la gran sorpresa, y si pensamos que en las elecciones de Alcaldes
votaron algo más de 5,5 millones de personas y en las de concejales 4,4
millones, estamos hablando de alrededor de un 41% y 32% respectivamente.
Ciertamente, ya algunos manifiestan que esto refleja el rechazo del sistema,
sin embargo, además de lo poco serio que resulta esta afirmación, esta
situación también estaría revelando la baja importancia asignada a elecciones
de esta naturaleza. Más aún se podría decir que esta elección atrajo
precisamente al electorado con fuerte compromiso cívico, que por lo general
responde a un perfil etario e ideológico particular. También podría afirmarse
que en esta elección se expresó el voto duro al que pueden apelar los partidos
políticos, son en definitiva el grupo social con mayor tendencia a la
movilización política, lo que se observa en otros países (Estados Unidos,
España, Canadá, etc.).
Esto último, podría
explicar en parte los resultados. Es decir, en definitiva, la Concertación,
además de ordenar su plantilla, fue capaz de movilizar más electores, lo que no
ocurrió con la Alianza. Esto es precisamente lo que genera el voto voluntario,
a saber, gana quien lleva más votantes a las urnas, algo semejante a lo que
ocurre en otro tipo de elecciones (universitarias, gremiales, etc.).
Ahora bien, lo
anterior requiere evitar las cuentas optimistas y pesimistas. Por ejemplo, la
Concertación aún está lejos de alcanzar los niveles de 2004, en que obtuvo 203
alcaldías, lo que al sumar el PC correspondería a 207 con un 47,8% de los
votos. La información de que se dispone hasta el momento, es que la coalición
opositora estaría llegando a los 168 alcaldes con un 44% de votación. En el caso
de Concejales los porcentajes serían 53% en 2004 y 49,5% en 2012.
La Alianza, por su
parte, habría experimentado en Alcaldes una baja de 38,7% en 2004 a 37,5% en
2012, y en Concejales de 37,7% a 33%. No obstante, la caída es mayor si se la
compara con 2008 pues cae de 40,7% en Alcaldes, vale decir de 144 a 121 según
los últimos cómputos, no obstante, que en 2004 habían llegado sólo a 104
alcaldes.
Pero las cuentas
siguen. Si de sub pactos o sub coaliciones se trata, es claro que el eje PDC-PS
sigue teniendo una clara ventaja sobre el eje progresista PPD-PC-PRSD. Si bien
la diferencia algo se ha estrechado, aún es muy grande, es más del doble. Ello
es una muy buena noticia para el PS y para el PDC, si bien éste último partido
parece ver un respiro en estas elecciones, la verdad es que el 16,5% de votos
que obtiene en Alcaldes y el 15,1% en Concejales dista mucho del 22% y 20,3%
obtenido en 2008, respectivamente, y también en 2004.
Lo concreto es que
hoy, además de las cuentas alegres, también se especulará sobre la forma de
organización de los pactos electorales para 2013. Y tanto la Alianza como la
Concertación enfrentan sus propios desafíos: en el caso de la Alianza el tema
de la salida de candidatos (Presidenciales y Parlamentarios) no parece trivial
y el caso de la Concertación la primaria y sobre todo los equipos y programa,
tampoco. Lo concreto es que en el caso de la Concertación es posible que no
veamos a Bachelet antes de marzo.
Fin del show, manos a la
obra,
por Sergio Urzúa.
Estimado Alcalde:
Ahora sabe que contó
con el apoyo de la mayoría de su Comuna. Lo felicito. Recibir la confianza de
la ciudadanía es un privilegio. Pero recuerde que el poder trae consigo
obligaciones, así que prepárese para trabajar duro. Independientemente de su
color político y del margen de la victoria, ahora toca hacer la pega.
Por eso mismo, no
mire mucho el pasado. No se contamine con el debate político que caracterizó la
elección, ni se entristezca porque en el proceso no se pudieron discutir ideas
ni principios (efectivamente, fue una pena que termináramos hablando de las
parejas de los candidatos y no del futuro de la Comuna). Su elección tampoco
tuvo el glamour de Obama vs. Romney, y sí, al final del día parece que su
partido sólo la utiliza para definir qué hacer de aquí a la elección Presidencial.
Pero no se sienta disminuido, así es la política. Acá una sola cosa cuenta:
usted debe trabajar para mejorar el nivel de vida de miles de chilenos.
Entonces, mire al
futuro y sea realista. Veamos sus responsabilidades, porque los derechos seguro
los sabe. Aprovecho de recordárselas en caso de que carteles, lienzos y afiches
lo hayan distraído. Usted debe presentar, para la aprobación del Concejo, el
plan Comunal de desarrollo, el presupuesto Municipal, el plan regulador, las
políticas de las unidades de servicios de salud y educación, y demás
incorporadas a su gestión, y las políticas y normas generales sobre
licitaciones, adquisiciones, concesiones y permisos, entre otras funciones. ¡No
es pequeño desafío! Su trabajo toca directamente a la población. La pregunta
es, entonces, cómo asegurar su éxito. Al respecto, permítame un par de humildes
consejos.
Primero, ocúpese de
la gestión. No olvide que administra recursos públicos, lo que es una inmensa
responsabilidad. Le sugiero forme equipos profesionales y evite a los amigos y
parientes. Busque jóvenes con ganas de trabajar en su Municipio. Hay muchos, y
se sorprenderá de su calidad y entusiasmo.
Segundo, póngase
metas y diseñe indicadores de evaluación de sus avances. Haga seguimiento
frecuente de los proyectos e infórmelos a la población. Esto lo incentivará a
aumentar su productividad como alcalde. Allí está la clave del éxito. No hay
mejor propaganda que una buena gestión.
Tercero, preste
atención a la educación en su Comuna. A estas alturas, el problema del sector
no es sólo de recursos: hay mucho de gestión y usted es responsable.
Cuarto, cree áreas
verdes donde la familia pueda reunirse y desarrollar actividades que motiven al
deporte y la vida sana. La gente de su Comuna se lo agradecerá.
Quinto, innove y
emprenda. Rompa el molde de lo hecho en el pasado. Chile necesita urgentemente
reformas estructurales en su administración pública y usted puede ser un
ejemplo. No pierda esta oportunidad: es única.
Terminó el show,
ahora manos a la obra.
Compatibilizar
desarrollo y cuidado medioambiental
por Ricardo Irarrázabal Sánchez,
Subsecretario del Medio Ambiente.
El 28 de diciembre,
Chile se sumará a los más de cuarenta Estados que ya cuentan con Cortes o Tribunales
especializados en materia ambiental. Con la entrada en operación del Tribunal
Ambiental de Santiago, no sólo daremos un importante paso como país, avanzando
hacia una Justicia ambiental especializada, sino que empezaremos a concluir el
proceso de implementación de la nueva institucionalidad ambiental, que conjugó
la tramitación de la Ley 20.600, que crea los Tribunales Ambientales, y la
entrada en operaciones de la Superintendencia del Medio Ambiente, que podrá
fiscalizar y sancionar a quienes presenten incumplimientos ambientales.
A dos años de la
creación del Ministerio del Medio Ambiente y del Servicio de Evaluación
Ambiental, gracias al impulso de la Ministro del Medio Ambiente, María Ignacia
Benítez, cumplimos con una de las prioridades que nos fijó el Presidente
Sebastián Piñera.
Uno de los grandes
anhelos que justifican la creación de estos Tribunales especializados radica en
el necesario control jurisdiccional del actuar de la Administración en materia
ambiental. Dicha cuestión se reflejará no sólo en el conocimiento de las
reclamaciones de las resoluciones de la Superintendencia del Medio Ambiente,
sino que también en el control tanto del actuar del mismo Ministerio del Medio
Ambiente, a través del análisis de la normativa medioambiental elaborada por
dicha cartera, como respecto de las reclamaciones de lo que resuelva el Comité
de Ministros en materia de evaluación ambiental de proyectos.
Este control
significará un gran desafío para la Administración ambiental, en el sentido del
blindaje tanto técnico como Jurídico que dichas resoluciones y decretos habrán
de tener. Además, los Tribunales ambientales conocerán de las causas por daño
ambiental, de acuerdo a las regulaciones sustantivas de esta responsabilidad
contenidas en la Ley de Bases del Medio Ambiente.
Pero no sólo se
requiere avanzar en institucionalidad, sino que también en normativa
sustantiva. El diagnóstico de la OCDE del año 2005 en este sentido era bastante
claro: había que mejorar y generar nueva regulación ambiental. Y en este punto
el trabajo del Ministerio, en conjunto con otros Ministerios, al alero del
Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, ha sido muy importante y
fructífero. Y no solamente en lo referido a las conocidas nuevas normas y
procesos en temas como material particulado fino, centrales termoeléctricas y
fundiciones de cobre, sino que a los nuevos reglamentos en temas tan complejos
como el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, la Evaluación Ambiental
Estratégica y el Caudal Ecológico Mínimo, los cuales ayudarán a disminuir en
forma importante los espacios de discrecionalidad y a generar una real evaluación
técnica en temas ambientales.
Los desafíos en temas
de gestión ambiental no son menores. Compatibilizar crecimiento económico con
cuidado medioambiental y equidad social no es fácil. Constituye un gran desafío
a la inteligencia humana y a la investigación científica, requiriendo de
soluciones innovadoras, costo-efectivas y prácticas, que nos permitan seguir
desarrollándonos como país, pero con cuidado medioambiental, para así no
sacrificar la satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones, tal
como lo establece la famosa definición de desarrollo sustentable de la Comisión
Brundtland del año 1987.
La actual reforma no
es casual para el escenario en que vivimos. No es una novedad decir que estamos
en un período complejo en cuanto a los desafíos que involucra la gestión
ambiental actual. Estamos recién implementando una nueva institucionalidad,
nuevos reglamentos y normativas, en momentos en que estamos insertos en una
gran discusión país en relación con proyectos de inversión, sobre todo en lo
relativo a energía y minería. Por una parte, los titulares de proyectos claman
por certeza Jurídica y, por otra, la ciudadanía exige legítimamente su derecho
a vivir en un ambiente libre de contaminación. Y eso es justamente de lo que
trata la gestión ambiental: compatibilizar desarrollo y cuidado medioambiental,
sin descuidar nunca el tercer componente del desarrollo sustentable, el pilar
social, que centra las preocupaciones del desarrollo sustentable precisamente
en la persona humana, tal como lo estableció el primer principio de la Cumbre
de la Tierra del año 1992.
Con la implementación
de estas medidas y de los Tribunales ambientales creemos estar avanzando en la
senda correcta, en el camino que nos llevará a ese ansiado desarrollo sustentable
y a la Justicia ambiental que como país merecemos.
Abstención no prevista,
sorpresa relativa en resultados.
Sin perjuicio de que
los resultados de esta elección de Alcaldes y Concejales demandarán largo y
detenido análisis, los comicios mismos exigen consideración. Los primeros
realizados con el enorme cambio de inscripción automática y voto voluntario
mostraron un porcentaje de abstención que sobrepasa el solo menor interés habitual
en las elecciones locales, en comparación con las nacionales Parlamentarias y Presidenciales.
Conocido el 94% de los escrutinios, de más de 13,4 millones de potenciales
votantes, sufragaron algo más de 5,4 millones, y no lo hicieron más de 7,9
millones. Esto es, 59,5% de abstención. Es un hecho político mayor, que debe
alertar no sólo a la "clase política", sino a todos los sectores del
país.
Es efectivo que la
libertad de no votar es lo que consagró en 2009 una reforma Constitucional
debatida a nivel teórico durante no menos de 15 años, a la que sólo se
opusieron un Senador y siete Diputados, reflejando una aspiración que muchas
encuestas expresaban y las instancias políticas acogían mayoritariamente. Pero
demasiadas aristas prácticas no fueron debidamente sopesadas. Se creyó que el
envejecido padrón anterior se revigorizaría con la mayor participación que
supondría la suma de los nuevos votantes automáticos. No ocurrió así, sino que
resultó una mezcla confusa, que desorientó mucho a los votantes antiguos y no
motivó mayormente a los nuevos. Además, el padrón actual evidenció errores de
monta -contiene personas fallecidas, mesas sin votantes reales- que podrán
tener una explicación u otra, pero no admisibles ni entendibles para la
ciudadanía. En lo administrativo-logístico, hay muchas descoordinaciones
-notoriamente entre el Servicio Electoral y el Registro Civil- que rectificar
en los breves meses hasta la próxima elección. Pese a todo, una vez más se
logró entregar cómputos aceptablemente prontos.
Por su parte, la
"clase política" erró al pensar que bastaba con aumentar el padrón
para retonificar el interés cívico, y por esa mayor participación legitimar el
sistema, sin atender a cambiar sus propios estilos, procedimientos y cuadros
para conseguir ese efecto. Es difícil encantar al electorado, por ejemplo, con
candidaturas Alcaldicias que se plantean por tercera, cuarta o (en 12 casos)
quinta vez, con las respectivas coaliciones dando por hecho las cartas
"seguras", y resignándose a no desafiar al incumbente. Esto, pese a
que entre los candidatos a Concejales efectivamente surgieron esta vez muchos
nombres que podrían haber ofrecido alternativas atractivas. Parece indicativo
de que la reelección indefinida es una fórmula en agotamiento, al menos del
modo como se está aplicando hoy, pues desincentiva la incorporación a la vida
pública de figuras nuevas. Se buscó adaptar el padrón a los partidos y figuras
existentes, pero no se cuidó de adaptar los candidatos a los deseos de la
gente. De ahí muchas de las sorpresas de ayer.
No toda la
responsabilidad por lo anterior recae en las directivas políticas. Algunas de
ellas desplegaron un esfuerzo loable, pero con recursos ínfimos,
desproporcionados a la importancia de la estabilidad política. Olvidadas por el
sector privado las amargas experiencias de los años 70, esa fuente de
financiamiento de la política es hoy virtualmente inexistente, y no ha sido
reemplazada por un apoyo congruo de fondos Fiscales para bienes públicos
fundamentales como la actividad cívica permanente, más allá de las solas
campañas.
A todo evento, el
Gobierno omitió la oportuna difusión masiva de las nuevas modalidades, algo
inexplicable, y tanto más cuanto que tampoco el sistema educacional ha atendido
a la formación cívica, de modo que los jóvenes carecen por entero de ella, y
muy pocos saben qué está jugándose en cada elección y por qué su participación.
Disponer un servicio de locomoción colectiva gratuita ciertamente no era el
meollo del asunto.
Así, en cuanto al
volumen de la votación, esa relativa predictibilidad anticipada del sistema
electoral chileno se perdió en esta ocasión. Las encuestas -incluso las Presenciales-
se probaron en general muy alejadas de la realidad, lo que quizás sea
atribuible a que los encuestados emitieron respuestas "políticamente
correctas", pero no auténticas o muy volátiles, fenómeno que requiere un
examen por sí mismo.
La interpretación de
los resultados será particularmente difícil en esta oportunidad, porque, dado
todo lo anterior, no caben comparaciones sólidas con comicios previos. Sí cabe
notar con honda inquietud diversas manifestaciones de odiosidad que no se
habían observado tras el restablecimiento de la democracia, y que no se
limitaron a exabruptos verbales: es inaceptable que candidatos fueran
literalmente "funados" incluso en los recintos de votación, en grado
tal que el severo orden y respeto en ellos que siempre garantizaron las fuerzas
militares a la hora de los escrutinios en cada mesa, aparece ahora inexistente
en no pocos casos. También se advirtió con desazón que muchos medios de
comunicación abandonaron la tradicional imparcialidad que los caracterizó
históricamente en la cobertura y el comentario del acto, y el sesgo favorable a
un sector y acremente adverso al otro fue manifiesto. En todo caso, esta
campaña confirma que se extinguió el consenso que imperó mientras la
centroizquierda controló el Ejecutivo, con una oposición colaborativa. El clima
es hoy de confrontación sin ánimo opositor de acuerdo en grandes políticas generales,
algo no sano para ninguna democracia.
La Alianza retrocedió
(a 37,46%, desde el 40,66% de 2008), pero su resultado es apenas un punto
inferior al que logró en 2004. Por tanto, si se interpretan los datos
electorales con proyección Presidencial, nada irreversible ha ocurrido y, por
muchos factores y complejidades que no podemos analizar aquí, el vaticinio
probablemente seguirá siendo tan estrecho y disputado como en los tres comicios
Presidenciales últimos entre las dos coaliciones mayoritarias. Las dos listas
de la oposición, potenciales votantes de Bachelet, reunieron 43,1%, incluyendo
ahora al PC, lo cual incluso significa una leve disminución de las mismas
fuerzas sumadas (44,76%) en la comparable elección de 2008.
Los adherentes de la
Alianza tomarán nota de que La Moneda se entregó a una mirada muy pesimista.
Pesó en ello tanto la frustración por las encuestas (incapaces de predecir la
abstención en un esquema de voto voluntario), como el afán inmoderado de
capitalizar un resultado que distaba mucho de tener asegurado. El absurdo se
patentizó en la disputa por un balcón no ganado, y en la anticipada
convocatoria a los Ministros a palacio. Pero, descontado el efecto impactante
de la derrota de Zalaquett en Santiago y la "funa" a la gestión del Alcalde
Labbé en Providencia, 56 Alcaldías pasaron del control de la Alianza Gobernante
a la oposición, y en 36 se impuso la Alianza sobre la Concertación. Ciertamente
un retroceso, importante, sin duda, pero no una predicción de la urna Presidencial.
Los tres partidos con mayor cantidad de Alcaldes -RN, DC y la UDI- perdieron un
porcentaje de ellos, en tanto el PPD y el PS mantuvieron los suyos, al igual
que el PC.
Ahora bien, en
política importan las imágenes, que fueron netamente favorables a la oposición,
y la Alianza, para ser competitiva, deberá desplegar un esfuerzo extraordinario
para recuperar su fuerza anímica, partiendo por una sana elección de su
abanderado Presidencial.
Y hay resultados
interesantes que no siguen una línea general. Si bien la Alianza perdió
inesperadamente en comunas tan suyas como Ñuñoa, y falló en sus nuevas
expectativas de triunfo (Maipú, Puerto Montt), tuvo éxito en mantener Ercilla,
corazón del conflicto mapuche; en ganarle Aysén al PS, epicentro de otro
conflicto Regional, y en vencer también en Parral, zona particularmente
terremoteada. Pero perdió Juan Fernández, Coyhaique y Freirina, localidades que
por diversos motivos estuvieron en el foco de la atención pública.
La Concertación supo
sumar al Partido Comunista en su presentación pública, pero deberá ahora
articular una verdadera y operante combinación para ofrecer Gobernabilidad al
país.
Pocas elecciones Municipales
habrán dado como ésta tanto material potencial para el análisis que ahora parte,
lo cual no significa necesariamente que serán recordadas como un punto de
inflexión político.
No cabe juzgar
inapelablemente el nuevo sistema por su primera aplicación, pero es evidente
que en su aprobación e implementación hubo precipitaciones y errores cuya
corrección es apremiante antes de las elecciones de 2013, pues su mantención
podría comprometer la indispensable confiabilidad del sistema electoral. Desde
luego, las elecciones Parlamentarias y Presidenciales despertarán -como lo han
hecho siempre- mayor participación del electorado. Y no sería sensato ni
responsable incurrir en nuevas precipitaciones improvisadas y querer revertir
todo a su estado anterior, lo que, incluso si fuera posible -lo que ya no
parece ser el caso-, introduciría adicional confusión y peligrosa incertidumbre
a pocos meses de una elección Presidencial. Es hora de corregir las muchas
fallas detectadas y, como ciudadanía, abordar en mejor pie la prueba de 2013.
Las nuevas reglas del
juego electoral.
En su debut ayer, (el
domingo) los efectos del nuevo sistema de inscripción automática y sufragio
voluntario fueron los de una suerte de tsunami que disparó la abstención
electoral a niveles históricos, echó abajo mitos (partiendo por aquel de que la
voluntariedad favorecería a la derecha), hizo colapsar las encuestas (todas
sobredimensionaron los porcentajes de participación y a partir de ello su
capacidad predictiva se fue al suelo) y fue determinante para la caída de
liderazgos locales que parecían indiscutibles. A ese cambio estructural se
sumaron factores como la baja popularidad del Gobierno y el impacto de los
movimientos sociales que irrumpieron el año pasado, conformando un cuadro
políticamente explosivo.
Ante ello, los
mejores resultados fueron para quienes comprendieron la naturaleza del nuevo
escenario. El análisis de sus estrategias —y del error de no saber adaptarse a
una realidad emergente— clarifica no sólo los alcances de lo que pasó ayer,
sino también sus proyecciones con miras a las parlamentarias y presidenciales
del próximo año.
Providencia, ¿el
nuevo paradigma? Hace cuatro años, la victoria de Josefa Errázuriz hubiera sido
imposible... de hecho, en 2008 postuló a Concejal y ni siquiera fue electa. Su
triunfo se explica por las nuevas realidades que vive el país, y la capacidad
para usarlas en su favor. Porque a Cristián Labbé no lo derrotó la
Concertación, sino una coalición que la incluyó (varios de sus mejores
estrategas asesoraron, con muy bajo perfil, a Errázuriz), pero también al que
parece ser el sector más lúcido del movimiento estudiantil (los ex dirigentes
del NAU, de la UC, masivamente presentes) y hasta a figuras de la derecha
liberal.
En ese cuadro, los
desaciertos comunicacionales de Labbé ayudaron a polarizar la contienda, al
punto de transformarla en una versión 2.0 del plebiscito de 1988, con la buena
gestión del edil opacada por su imagen de «pinochetista duro». Esto, frente a
una dirigente ciudadana de perfil amable (en contraste, por cierto, con la
odiosidad mostrada por algunos de sus adherentes) y sin identificación
partidista. Jugó también a favor de ella el brusco cambio de un padrón de
perfil conservador en una Comuna que pasó a tener más votantes que residentes,
donde además numerosos electores jóvenes trasladaron sus domicilios en los
últimos meses. El uso intensivo y hábil de las redes sociales, terminó siendo
otro factor clave de la campaña, frente al despliegue propagandístico más
tradicional de Labbé.
No es extraño así que
anoche muchos en la Concertación vieran Providencia como el prototipo para
diseñar las campañas del 2013: alianzas amplias, objetivos políticos claros,
papel secundario de los partidos, sintonía con los jóvenes y capacidad para
movilizarlos.
Un pragmatismo
extremo le rindió frutos a la Concertación y le permitió afrontar con más éxito
que la Alianza las incertidumbres del nuevo sistema, los efectos del descrédito
general de la política y su propia baja evaluación. Superando contradicciones
doctrinarias, potenció la estrategia del candidato único a Alcalde en el máximo
de Comunas; no en todas lo logró, pero redujo sustancialmente la dispersión de
votos opositores y maximizó sus apoyos. Un ejemplo es Santiago. En 2008 el
candidato PC logró allí más de 6 puntos y el del PRI, sobre 8. Esta vez, los
comunistas no postularon y el PRI no llegó a los 2 puntos. Si se piensa que
Carolina Tohá se impuso a Pablo Zalaquett por 50% contra 43%, el peso de la
omisión PC salta a la vista. Y en los totales también, el avance porcentual de
las principales listas opositoras se explica casi exactamente con la suma de
los votos comunistas.
Visto esto, está
claro que esas fuerzas seguirán unidas. La duda está en la forma que tendrá ese
acuerdo. La DC insiste en el pacto por omisión mientras el resto de sus aliados
prefiere una nueva coalición, que también tiene adeptos falangistas. Más
importante que ese debate es que el PC comprobó, como nunca, que los otros
partidos los necesitan, con lo que crece su poder de negociación y es difícil
que en esas condiciones acepten quedar relegados a un rol menor o debajo de la
mesa en un eventual Gobierno de Michelle Bachelet.
Sin espacios para
equivocarse. Al margen de los gruesos errores del Gobierno (la famosa polémica
del balcón pasará a la historia) la Alianza mostró debilidades allí donde la
Concertación fue eficiente. Es en el oficialismo donde las dispersiones de
votos fueron letales: Recoleta y La Reina son los ejemplos más claros, pero no
únicos, de Comunas en que el triunfo opositor sólo se explica por la división
en la derecha. Ello habla de una difícil conformación de las plantillas y la
reaparición de problemas endémicos en un sector en cuya historia abundan los
personalismos, las pasadas de cuentas y las jugadas fratricidas. Como en
Antofagasta, donde la sorpresa la dio una ex seremi de este Gobierno que
terminó yendo como independiente, o el frustrado intento de una candidatura en
Concepción sólo sostenida en el carisma de una ex Autoridad.
La insistencia en
liderazgos de larga data y la apuesta por los incumbentes también mostró
limitaciones. En la era de las redes sociales, en que cualquier declaración
políticamente incorrecta se reproduce al instante, la ciudadanía ya no parece
dispuesta a perdonarles ninguna licencia a sus Autoridades. Peor aun cuando en
la centroderecha las clientelas de sus caudillos mostraron baja disciplina
frente al voto voluntario: falta un análisis más detallado, pero es claro que
numerosos votantes antiguos se quedaron en sus casas, en contraste con el
(focalizado) entusiasmo de quienes habían expresamente cambiado sus lugares de
inscripción para apoyar (u oponerse) a ciertos candidatos.
El cambio vino para
quedarse. Si antes del domingo eran en la oposición las voces contra el “error”
del sufragio voluntario, anoche fue en la centroderecha donde abundaron los
murmullos. Todas esas quejas no sólo son extemporáneas, sino inútiles: el 60%
que ayer optó por no votar es la evidencia práctica del apoyo que este cambio
suscita. Podrá invocarse la responsabilidad cívica, pero pretender que esa masa
cambie de conducta por la vía de la imposición no tiene por ahora ningún
destino. Antes bien, lo que queda a los partidos es adecuarse ellos a las
reglas de este nuevo y oscilante escenario.
El río Silala otra vez.
Chile ha presentado
notas Diplomáticas para requerir información sobre los contenidos e impactos de
los proyectos. Es lo que corresponde tratándose de aguas de uso compartido que
transcurren naturalmente por la frontera. De concretarse el proyecto de
Bolivia, se podría afectar el caudal que llega a Chile, que oscila entre 160 y
180 litros por segundo. Siendo un curso natural de agua transfronterizo, los
países deben cooperar entre sí, respetando el uso compartido; tienen la
obligación de prevenir daños sensibles en el país vecino, y considerar los
legítimos e inveterados usos en Chile.
Bolivia dilató su
respuesta a las notas Diplomáticas -recién lo hizo el pasado viernes,
reiterando que el Silala es un manantial- y nuevamente parece recurrir a
medidas unilaterales. Algunos reclaman una supuesta "deuda histórica"
sobre el aprovechamiento chileno del Silala -deuda improcedente y jamás
considerada en negociación alguna-. Otros pretenden presionar con estas
iniciativas para que Chile acepte la tesis del manantial y reconozca a Bolivia
derechos que no tiene sobre estos caudales.
El recurso boliviano
a la dilación y los hechos consumados es demostrativo de la errática Diplomacia
boliviana, contraviene el Derecho Internacional y crea un nuevo desencuentro
que podría evitarse a través del diálogo.
Señor Director:
Agresiones en
Providencia
Al mirar las imágenes
en televisión del momento en que el Alcalde de Providencia, señor Labbé,
concurrió a votar, me dio mucha pena al ver cómo se ha perdido el sentido de la
democracia en Chile. Recuerdo que antiguamente cada uno podía expresar sus
ideas sin tener que recurrir a la violencia. No recuerdo ni en los peores
momentos de nuestra democracia haber visto ataques de este tipo contra algún
candidato, y menos en los locales de votación. Para qué está la Autoridad de
las Fuerzas Armadas, ya que se supone que de acuerdo a la ley electoral no se
pueden efectuar manifestaciones dentro de los locales de votación.
Dr. Roberto
Weissenberg K.
Señor Director:
Explicación.
Lo triste es que la
baja participación no responde tanto a una forma de pensar... es flojera.
Pablo Marcelo
Rodríguez.
Señor Director:
Fragata Libertad.
Cristina Fernández,
en frase para el bronce, pero sin contenido, ha manifestado a sus acreedores
que “se podrán quedar con la fragata, pero no con la dignidad del país”.
Perteneciendo la
dignidad a todo ser humano per se, no le corresponde a las naciones por el
hecho de ser tales, sino por las actuaciones basadas en el honor demostrado.
Argentina, debido a
su conducción política en sucesivos Gobiernos, no puede mostrar una trayectoria
respetable. Basta recordar, entre muchas otras, la declaración de
“insanablemente nulo” con que desahució el fallo arbitral una vez entregado su
cumplimiento al honor de las partes, Chile y Argentina; el incumplimiento del
contrato de suministro de gas con nuestro país y el default por US$ 100 mil
millones declarado en 2001, causa de la vergonzosa situación que viven los
tripulantes del buque escuela retenido en Ghana.
Se puede decir lo que
se quiera, pero la verdad es que la mujer del César no sólo debe ser honrada,
sino que parecerlo. Este no es el caso.
Patricio Mackenna
Salas.