Partió la carrera con Piñera en punta
Mire la cara de interés de Vidal
Mire la cara de interés de Vidal
A un año y trece días
Cuando falta un año y trece días para las elecciones Presidenciales, las cosas parecen irse clarificando, se acuerdo a una encuesta entregada ayer por La Universidad del Desarrollo y Diario La Segunda, cualesquiera que sea o sean, los candidatos del oficialismo estos son ganados con holgura por el postulante de la Alianza Sebastian Piñera.
Es cierto que en algunos casos gana con más facilidad, de allí la intempestiva bajada de Soledad Alvear, En primera vuelta si el rival es Frei gana Piñera por 10 puntos, si es Lagos, la diferencia se estira a 14 unidades, si es Insulza, la ventaja del RN llegaría a los 17 puntos porcentuales. De allí la importancia de ponerse a trabajar desde ya, hay que ganar en primera vuelta.
De haber segunda vuelta, los resultados serían los siguientes, Piñera sacaría un 45% confrontándose con Frei que obtendría el 38%, Un 46% enfrentándose a Lagos, que conseguiría solo un 37%, un 50% si el rival es Insulza, que solo llegaría a un 31% de los sufragios. Piñera ganaría en todo el país, pero en la Región Metropolitana lo haría por un mayor márgen.
Algunos datos interesantes de tener en cuenta de este muestreo es que por primera vez aparece el Senador Adolfo Zaldívar cosechando entre un 7 y 8% de las preferencias y el Senador Alejandro Navarro que tiene las simpatías de entre un 4 y un 6%. Hay una masa indecisa considerable, de entre 15 y 16%, que sin duda puede significar cambios en los resultados.
Ante una pregunta cerrada en la que se consulta a los encuestados ¿Por cual de estos candidatos votará a la Presidencia? un 44% dice que lo hará por Piñera, un 18% por Lagos, un 9% por Frei, un 7% por Insulza, un 4% por Alvear, un 4% por Zaldívar y un 13% manifiesta que no sufragará por ninguno. La gente cree mayoritariamente que las Municipales fueron ganadas por la Alianza.
*****
El Partido Comunista y sus cuentas alegres.
El Partido Comunista de Chile, después de obtener una mentirosa votación, por la exclusión de sus socios del oficialismo, que oscila entre el 6 y el 9%, dependiendo si es en la votación de Alcaldes o de Concejales, ya ha comenzado su trabajo para intentar acceder al Congreso Nacional.
Los “rojos” piensan que viene un periodo de relaciones mejores con el oficialismo, sueñan con repetir la formula que les permitió sacar 7 Alcaldes y 80 Concejales, pero advierten que si piensan que ellos están actuando para “salvar a alguien”, están equivocados, pues son un referente al que hay que tomar en cuenta.
Guillermo Teillier, Presidente de la filial chilena del Partido Comunista dice que están mirando más allá, que el pacto por exclusión funcionó y que si no se consigue modificar el sistema binominal explorarán todas las posibilidades, que pueden ir desde reproducir el pacto a formar una lista única de candidatos.
El Partido Comunista afirmó además que de todas maneras, sí o sí, llevaran candidato a la Primera Magistratura, hace poco más de un mes que el mismo Teillier fue proclamado para esa postulación, la que será sometida a las otras agrupaciones de extrema izquierda, asegurando que recibirán felices al Senador Navarro.
*****
Cifras de desempleo siguen creciendo.
A pesar de la inmensa cantidad de personas que participaron remuneradamente en las miles de candidaturas a Alcaldes y Concejales, y que desde el domingo están nuevamente cesantes, la desocupación sigue su marcha ascendente, marcando un 7,8% para el periodo Julio Septiembre, es decir una décima más que en el mismo periodo del año anterior.
La información del INE demuestra serias inconsistencias, pues establece que el 65% de los “nuevos empleos” se concentró en los rubros construcción, servicios financieros y transporte, cuando existen evidencias que al menos en el primero, en la Construcción, la desocupación se ha disparado y se ha paralizado muchos proyectos que comenzarían por estas épocas ante la falta de ventas inmobiliarias.
Los bancos ofrecen descuentos en las tasas de interés para este tipo de operaciones, las constructoras ofrecen largos periodos sin pago de dividendos o de gastos comunes, no porque sean buenas personas o instituciones de beneficencia, sino que porque han constatado un brutal frenazo en la venta de propiedades que lleva el stock actual a unos dos años de duración.
*****
¿Porqué no nos gusta Obaba?
Aunque no participamos de las elecciones norteamericanas el bombardeo noticioso que recibimos sobre ella nos lleva a estar medianamente informador sobre los planteamientos de los principales candidatos a la Presidencia del país más importante del mundo.
Hemos dicho que nos preocupa la inexperiencia del postulante, que nos conmueve su oratoria pero que sentimos que dice demasiado poco de temas que son importantes, que livianamente de refiere a los temas económicos o bélicos usando solo algunos clichés de campaña.
Pero no lo hemos escuchado decir su verdadera posición sobre los tratados de libre comercio con América Latina, se ha limitado a señalar que en adelante procuraran que sean buenos negocios para Estados Unidos y que se opone al con Colombia porque hay asesinatos de dirigentes sindicales.
No le hemos escuchado mayores criticas a la situación a la que se ha forzado al pueblo colombiano sometiéndolo a 40 años al terror, sobre los intentos tiránicos de Chávez en Venezuela o los de Morales en Bolivia, ni tampoco sobre los abusos del Gobierno Argentino que ha expropiado las jubilaciones a su pueblo.
Lo que más nos ha preocupado es que le sabemos promotor del aborto, ese asesinato a mansalva sobre seres inocentes, incluso en periodos de gestación avanzados, sin que se haya referido al tema, tampoco ha hablado de su absurda obsesión por fomentar los matrimonios homosexuales.
Creemos, con sinceridad que si el pueblo estaunidense elige como su mandatario el candidato Barak Obama solo estará cooperando a darle una última palada de tierra a un país que moralmente se encuentra destrozado y financieramente muy cerca del colapso total
Cuando falta un año y trece días para las elecciones Presidenciales, las cosas parecen irse clarificando, se acuerdo a una encuesta entregada ayer por La Universidad del Desarrollo y Diario La Segunda, cualesquiera que sea o sean, los candidatos del oficialismo estos son ganados con holgura por el postulante de la Alianza Sebastian Piñera.
Es cierto que en algunos casos gana con más facilidad, de allí la intempestiva bajada de Soledad Alvear, En primera vuelta si el rival es Frei gana Piñera por 10 puntos, si es Lagos, la diferencia se estira a 14 unidades, si es Insulza, la ventaja del RN llegaría a los 17 puntos porcentuales. De allí la importancia de ponerse a trabajar desde ya, hay que ganar en primera vuelta.
De haber segunda vuelta, los resultados serían los siguientes, Piñera sacaría un 45% confrontándose con Frei que obtendría el 38%, Un 46% enfrentándose a Lagos, que conseguiría solo un 37%, un 50% si el rival es Insulza, que solo llegaría a un 31% de los sufragios. Piñera ganaría en todo el país, pero en la Región Metropolitana lo haría por un mayor márgen.
Algunos datos interesantes de tener en cuenta de este muestreo es que por primera vez aparece el Senador Adolfo Zaldívar cosechando entre un 7 y 8% de las preferencias y el Senador Alejandro Navarro que tiene las simpatías de entre un 4 y un 6%. Hay una masa indecisa considerable, de entre 15 y 16%, que sin duda puede significar cambios en los resultados.
Ante una pregunta cerrada en la que se consulta a los encuestados ¿Por cual de estos candidatos votará a la Presidencia? un 44% dice que lo hará por Piñera, un 18% por Lagos, un 9% por Frei, un 7% por Insulza, un 4% por Alvear, un 4% por Zaldívar y un 13% manifiesta que no sufragará por ninguno. La gente cree mayoritariamente que las Municipales fueron ganadas por la Alianza.
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El Partido Comunista y sus cuentas alegres.
El Partido Comunista de Chile, después de obtener una mentirosa votación, por la exclusión de sus socios del oficialismo, que oscila entre el 6 y el 9%, dependiendo si es en la votación de Alcaldes o de Concejales, ya ha comenzado su trabajo para intentar acceder al Congreso Nacional.
Los “rojos” piensan que viene un periodo de relaciones mejores con el oficialismo, sueñan con repetir la formula que les permitió sacar 7 Alcaldes y 80 Concejales, pero advierten que si piensan que ellos están actuando para “salvar a alguien”, están equivocados, pues son un referente al que hay que tomar en cuenta.
Guillermo Teillier, Presidente de la filial chilena del Partido Comunista dice que están mirando más allá, que el pacto por exclusión funcionó y que si no se consigue modificar el sistema binominal explorarán todas las posibilidades, que pueden ir desde reproducir el pacto a formar una lista única de candidatos.
El Partido Comunista afirmó además que de todas maneras, sí o sí, llevaran candidato a la Primera Magistratura, hace poco más de un mes que el mismo Teillier fue proclamado para esa postulación, la que será sometida a las otras agrupaciones de extrema izquierda, asegurando que recibirán felices al Senador Navarro.
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Cifras de desempleo siguen creciendo.
A pesar de la inmensa cantidad de personas que participaron remuneradamente en las miles de candidaturas a Alcaldes y Concejales, y que desde el domingo están nuevamente cesantes, la desocupación sigue su marcha ascendente, marcando un 7,8% para el periodo Julio Septiembre, es decir una décima más que en el mismo periodo del año anterior.
La información del INE demuestra serias inconsistencias, pues establece que el 65% de los “nuevos empleos” se concentró en los rubros construcción, servicios financieros y transporte, cuando existen evidencias que al menos en el primero, en la Construcción, la desocupación se ha disparado y se ha paralizado muchos proyectos que comenzarían por estas épocas ante la falta de ventas inmobiliarias.
Los bancos ofrecen descuentos en las tasas de interés para este tipo de operaciones, las constructoras ofrecen largos periodos sin pago de dividendos o de gastos comunes, no porque sean buenas personas o instituciones de beneficencia, sino que porque han constatado un brutal frenazo en la venta de propiedades que lleva el stock actual a unos dos años de duración.
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¿Porqué no nos gusta Obaba?
Aunque no participamos de las elecciones norteamericanas el bombardeo noticioso que recibimos sobre ella nos lleva a estar medianamente informador sobre los planteamientos de los principales candidatos a la Presidencia del país más importante del mundo.
Hemos dicho que nos preocupa la inexperiencia del postulante, que nos conmueve su oratoria pero que sentimos que dice demasiado poco de temas que son importantes, que livianamente de refiere a los temas económicos o bélicos usando solo algunos clichés de campaña.
Pero no lo hemos escuchado decir su verdadera posición sobre los tratados de libre comercio con América Latina, se ha limitado a señalar que en adelante procuraran que sean buenos negocios para Estados Unidos y que se opone al con Colombia porque hay asesinatos de dirigentes sindicales.
No le hemos escuchado mayores criticas a la situación a la que se ha forzado al pueblo colombiano sometiéndolo a 40 años al terror, sobre los intentos tiránicos de Chávez en Venezuela o los de Morales en Bolivia, ni tampoco sobre los abusos del Gobierno Argentino que ha expropiado las jubilaciones a su pueblo.
Lo que más nos ha preocupado es que le sabemos promotor del aborto, ese asesinato a mansalva sobre seres inocentes, incluso en periodos de gestación avanzados, sin que se haya referido al tema, tampoco ha hablado de su absurda obsesión por fomentar los matrimonios homosexuales.
Creemos, con sinceridad que si el pueblo estaunidense elige como su mandatario el candidato Barak Obama solo estará cooperando a darle una última palada de tierra a un país que moralmente se encuentra destrozado y financieramente muy cerca del colapso total
Martín Lutero
Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.
Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.
En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.
El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.
El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.
De ningún modo Dios remite la culpa a nadie, sin que al mismo tiempo lo humille y lo someta en todas las cosas al sacerdote, su vicario.
Los cánones penitenciales han sido impuestos únicamente a los vivientes y nada debe ser impuesto a los moribundos basándose en los cánones.
Por ello, el Espíritu Santo nos beneficia en la persona del Papa, quien en sus decretos siempre hace una excepción en caso de muerte y de necesidad.
Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a los moribundos penas canónicas en el purgatorio.
Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica en pena para el purgatorio, parece por cierto haber sido sembrada mientras los obispos dormían.
Antiguamente las penas canónicas no se imponían después sino antes de la absolución, como prueba de la verdadera contrición.
Los moribundos son absueltos de todas sus culpas a causa de la muerte y ya son muertos para las leyes canónicas, quedando de derecho exentos de ellas.
Una pureza o caridad imperfectas traen consigo para el moribundo, necesariamente, gran miedo; el cual es tanto mayor cuanto menor sean aquéllas.
Este temor y horror son suficientes por sí solos (por no hablar de otras cosas) para constituir la pena del purgatorio, puesto que están muy cerca del horror de la desesperación.
Al parecer, el infierno, el purgatorio y el cielo difieren entre sí como la desesperación, la cuasi desesperación y al seguridad de la salvación.
Parece necesario para las almas del purgatorio que a medida que disminuya el horror, aumente la caridad.
Y no parece probado, sea por la razón o por las Escrituras, que estas almas estén excluidas del estado de mérito o del crecimiento en la caridad.
Y tampoco parece probado que las almas en el purgatorio, al menos en su totalidad, tengan plena certeza de su bienaventuranza ni aún en el caso de que nosotros podamos estar completamente seguros de ello.
Por tanto, cuando el Papa habla de remisión plenaria de todas las penas, significa simplemente el perdón de todas ellas, sino solamente el de aquellas que él mismo impuso.
En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa.
De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta vida.
Si a alguien se le puede conceder en todo sentido una remisión de todas las penas, es seguro que ello solamente puede otorgarse a los más perfectos, es decir, muy pocos.
Por esta razón, la mayor parte de la gente es necesariamente engañada por esa indiscriminada y jactanciosa promesa de la liberación de las penas.
El poder que el Papa tiene universalmente sobre el purgatorio, cualquier obispo o cura lo posee en particular sobre su diócesis o parroquia.
Muy bien procede el Papa al dar la remisión a las almas del purgatorio, no en virtud del poder de las llaves (que no posee), sino por vía de la intercesión.
Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.
Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.
¿Quién sabe, acaso, si todas las almas del purgatorio desean ser redimidas? Hay que recordar lo que, según la leyenda, aconteció con San Severino y San Pascual.
Nadie está seguro de la sinceridad de su propia contrición y mucho menos de que haya obtenido la remisión plenaria.
Cuán raro es el hombre verdaderamente penitente, tan raro como el que en verdad adquiere indulgencias; es decir, que el tal es rarísimo.
Serán eternamente condenados junto con sus maestros, aquellos que crean estar seguros de su salvación mediante una carta de indulgencias.
Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las indulgencias del Papa son el inestimable don divino por el cual el hombre es reconciliado con Dios.
Pues aquellas gracias de perdón sólo se refieren a las penas de la satisfacción sacramental, las cuales han sido establecidas por los hombres.
Predican una doctrina anticristiana aquellos que enseñan que no es necesaria la contrición para los que rescatan almas o confessionalia.
Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.
Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o muerto, tiene participación en todos los bienes de Cristo y de la Iglesia; esta participación le ha sido concedida por Dios, aun sin cartas de indulgencias.
No obstante, la remisión y la participación otorgadas por el Papa no han de menospreciarse en manera alguna, porque, como ya he dicho, constituyen un anuncio de la remisión divina.
Es dificilísimo hasta para los teólogos más brillantes, ensalzar al mismo tiempo, ante el pueblo, la prodigalidad de las indulgencias y la verdad de la contrición.
La verdadera contrición busca y ama las penas, pero la profusión de las indulgencias relaja y hace que las penas sean odiadas; por lo menos, da ocasión para ello.
Las indulgencias apostólicas deben predicarse con cautela para que el pueblo no crea equivocadamente que deban ser preferidas a las demás buenas obras de caridad.
Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.
Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase indulgencias.
Porque la caridad crece por la obra de caridad y el hombre llega a ser mejor; en cambio, no lo es por las indulgencias, sino a lo mas, liberado de la pena.
Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios.
Debe enseñarse a los cristianos que, si no son colmados de bienes superfluos, están obligados a retener lo necesario para su casa y de ningún modo derrocharlo en indulgencias.
Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia voluntad y no constituye obligación.
Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar indulgencias, el Papa tanto más necesita cuanto desea una oración ferviente por su persona, antes que dinero en efectivo.
Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias papales son útiles si en ellas no ponen su confianza, pero muy nocivas si, a causa de ellas, pierden el temor de Dios.
Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas.
Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría dispuesto, como es su deber, a dar de su peculio a muchísimos de aquellos a los cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el dinero aun cuando para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.
Vana es la confianza en la salvación por medio de una carta de indulgencias, aunque el comisario y hasta el mismo Papa pusieran su misma alma como prenda.
Son enemigos de Cristo y del Papa los que, para predicar indulgencias, ordenan suspender por completo la predicación de la palabra de Dios en otras iglesias.
Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón se dedica tanto o más tiempo a las indulgencias que a ella.
Ha de ser la intención del Papa que si las indulgencias (que muy poco significan) se celebran con una campana, una procesión y una ceremonia, el evangelio (que es lo más importante)deba predicarse con cien campanas, cien procesiones y cien ceremonias.
Los tesoros de la iglesia, de donde el Papa distribuye las indulgencias, no son ni suficientemente mencionados ni conocidos entre el pueblo de Dios.
Que en todo caso no son temporales resulta evidente por el hecho de que muchos de los pregoneros no los derrochan, sino más bien los atesoran.
Tampoco son los méritos de Cristo y de los santos, porque éstos siempre obran, sin la intervención del Papa, la gracia del hombre interior y la cruz, la muerte y el infierno del hombre exterior.
San Lorenzo dijo que los tesoros de la iglesia eran los pobres, mas hablaba usando el término en el sentido de su época.
No hablamos exageradamente si afirmamos que las llaves de la iglesia (donadas por el mérito de Cristo) constituyen ese tesoro.
Esta claro, pues, que para la remisión de las penas y de los casos reservados, basta con la sola potestad del Papa.
El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios.
Empero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que hace que los primeros sean postreros.
En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es sumamente grato, porque hace que los postreros sean primeros.
Por ello, los tesoros del evangelio son redes con las cuales en otros tiempos se pescaban a hombres poseedores de bienes.
Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres.
Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias.
No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación con la gracia de Dios y la piedad de la cruz.
Los obispos y curas están obligados a admitir con toda reverencia a los comisarios de las indulgencias apostólicas.
Pero tienen el deber aún más de vigilar con todos sus ojos y escuchar con todos sus oídos, para que esos hombres no prediquen sus propios ensueños en lugar de lo que el Papa les ha encomendado.
Quién habla contra la verdad de las indulgencias apostólicas, sea anatema y maldito.
Mas quien se preocupa por los excesos y demasías verbales de los predicadores de indulgencias, sea bendito.
Así como el Papa justamente fulmina excomunión contra los que maquinan algo, con cualquier artimaña de venta en perjuicio de las indulgencias.
Tanto más trata de condenar a los que bajo el pretexto de las indulgencias, intrigan en perjuicio de la caridad y la verdad.
Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de Dios.
Decimos por el contrario, que las indulgencias papales no pueden borrar el más leve de los pecados veniales, en concierne a la culpa.
Afirmar que si San Pedro fuese Papa hoy, no podría conceder mayores gracias, constituye una blasfemia contra San Pedro y el Papa.
Sostenemos, por el contrario, que el actual Papa, como cualquier otro, dispone de mayores gracias, saber: el evangelio, las virtudes espirituales, los dones de sanidad, etc., como se dice en 1ª de Corintios 12.
Es blasfemia aseverar que la cruz con las armas papales llamativamente erecta, equivale a la cruz de Cristo.
Tendrán que rendir cuenta los obispos, curas y teólogos, al permitir que charlas tales se propongan al pueblo.
Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni siquiera, aun para personas cultas, resulte fácil salvar el respeto que se debe al Papa, frente a las calumnias o preguntas indudablemente sutiles de los laicos.
Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la basílica, lo cual es un motivo completamente insignificante?
Del mismo modo: ¿Por qué subsisten las misas y aniversarios por los difuntos y por qué el Papa no devuelve o permite retirar las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto que ya no es justo orar por los redimidos?
Del mismo modo: ¿Qué es esta nueva piedad de Dios y del Papa, según la cual conceden al impío y enemigo de Dios, por medio del dinero, redimir un alma pía y amiga de Dios, y por que no la redimen más bien, a causa de la necesidad, por gratuita caridad hacia esa misma alma pía y amada?
Del mismo modo: ¿Por qué los cánones penitenciales que de hecho y por el desuso desde hace tiempo están abrogados y muertos como tales, se satisfacen no obstante hasta hoy por la concesión de indulgencias, como si estuviesen en plena vigencia?
Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes?
Del mismo modo: ¿Qué es lo que remite el Papa y qué participación concede a los que por una perfecta contrición tienen ya derecho a una remisión y participación plenarias?
Del mismo modo: ¿Que bien mayor podría hacerse a la iglesia si el Papa, como lo hace ahora una vez, concediese estas remisiones y participaciones cien veces por día a cualquiera de los creyentes?
Dado que el Papa, por medio de sus indulgencias, busca más la salvación de las almas que el dinero, ¿por qué suspende las cartas e indulgencias ya anteriormente concedidas, si son igualmente eficaces?
Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por la fuerza, sin desvirtuarlos con razones, significa exponer a la Iglesia y al Papa a la burla de sus enemigos y contribuir a la desdicha de los cristianos.
Por tanto, si las indulgencias se predicasen según el espíritu y la intención del Papa, todas esas objeciones se resolverían con facilidad o más bien no existirían.
Que se vayan, pues todos aquellos profetas que dicen al pueblo de Cristo: "Paz, paz"; y no hay paz.
Que prosperen todos aquellos profetas que dicen al pueblo: "Cruz, cruz" y no hay cruz.
Es menester exhortar a los cristianos que se esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a través de penas, muertes e infierno.
Y a confiar en que entrarán al cielo a través de muchas tribulaciones, antes que por la ilusoria seguridad de paz.
ALGUNOS ENLACES DE INTERÉS:
Biografía del Teólogo Martín Lutero:
31 de Octubre, día se los Evangélicos y los Protestantes.
Chile es un país que, como toda Latinoamérica, se declara mayoritariamente seguidor de la Iglesia Católica Romana, aunque en los últimos 40 años han tenido una fuerte penetración, casi explosiva, las creencias Cristianas Protestantes y también las agrupaciones Evangélicas.
Sin duda alguna nos alegramos que se haya destinado un día específico, hoy 31 de Octubre, para celebrar a esta parte importante de nuestro pueblo, que además de esparcir esforzadamente la palabra de Dios son los coautores de inmensas obras de caridad y de campañas contra los vicios que aquejan a la sociedad.
Doctrinariamente existen muy pocas diferencias entre quienes nos calificamos de Católicos y entre el pueblo Evangélico Protestante, quizás las diferencias mas notoria son la no aceptación de algunos “dogmas” por parte de los segundos y una vida mucho más comprometida con la palabra del señor.
Los puntos de discordia, que son bastante pocos, se han ido suavizando con la realización de múltiples reuniones Ecuménicas, en que se han juntado todas las religiones monoteístas, tratando, mas que de limar asperezas, de buscar la concreción de un mundo mejor y más humano.
Creemos que la fecha de esta celebración a nuestros hermanos en Cristo ha sido bien escogida, porque corresponde al momento en que Martín Lutero, reformador Alemán, , en el año 1517, se rebeló contra la indulgencias que inhibían la confesión y el arrepentimiento verdadero.
En la fecha que conmemoramos, este luchador de la religiosidad, clavó en la puesta de acceso de Iglesia la del Palacio de Wittenberg, sus 95 tesis destinadas a crear un debate que devolviera a la Iglesia al camino que había perdido transformándose en avariciosa y pagana.
Como un homenaje a los más de 2 millones, más del 15% de la población, de protestantes y evangélicos que hay en nuestro país, hemos rescatado de Obtenido de "http://es.wikisource.org/wiki/Las_noventa_y_cinco_tesis", los planteamientos de este reformador, no por ser el único, sino que por ser la primera voz de rectificación:
Escrito de Martín Lutero, publicado en Wittenberg, el 31 de octubre de 1517.
Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: "Haced penitencia...", ha querido que toda la vida de los creyentes fuera penitencia.
Chile es un país que, como toda Latinoamérica, se declara mayoritariamente seguidor de la Iglesia Católica Romana, aunque en los últimos 40 años han tenido una fuerte penetración, casi explosiva, las creencias Cristianas Protestantes y también las agrupaciones Evangélicas.
Sin duda alguna nos alegramos que se haya destinado un día específico, hoy 31 de Octubre, para celebrar a esta parte importante de nuestro pueblo, que además de esparcir esforzadamente la palabra de Dios son los coautores de inmensas obras de caridad y de campañas contra los vicios que aquejan a la sociedad.
Doctrinariamente existen muy pocas diferencias entre quienes nos calificamos de Católicos y entre el pueblo Evangélico Protestante, quizás las diferencias mas notoria son la no aceptación de algunos “dogmas” por parte de los segundos y una vida mucho más comprometida con la palabra del señor.
Los puntos de discordia, que son bastante pocos, se han ido suavizando con la realización de múltiples reuniones Ecuménicas, en que se han juntado todas las religiones monoteístas, tratando, mas que de limar asperezas, de buscar la concreción de un mundo mejor y más humano.
Creemos que la fecha de esta celebración a nuestros hermanos en Cristo ha sido bien escogida, porque corresponde al momento en que Martín Lutero, reformador Alemán, , en el año 1517, se rebeló contra la indulgencias que inhibían la confesión y el arrepentimiento verdadero.
En la fecha que conmemoramos, este luchador de la religiosidad, clavó en la puesta de acceso de Iglesia la del Palacio de Wittenberg, sus 95 tesis destinadas a crear un debate que devolviera a la Iglesia al camino que había perdido transformándose en avariciosa y pagana.
Como un homenaje a los más de 2 millones, más del 15% de la población, de protestantes y evangélicos que hay en nuestro país, hemos rescatado de Obtenido de "http://es.wikisource.org/wiki/Las_noventa_y_cinco_tesis", los planteamientos de este reformador, no por ser el único, sino que por ser la primera voz de rectificación:
Escrito de Martín Lutero, publicado en Wittenberg, el 31 de octubre de 1517.
Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo: "Haced penitencia...", ha querido que toda la vida de los creyentes fuera penitencia.
Este término no puede entenderse en el sentido de la penitencia sacramental (es decir, de aquella relacionada con la confesión y satisfacción) que se celebra por el ministerio de los sacerdotes.
Sin embargo, el vocablo no apunta solamente a una penitencia interior; antes bien, una penitencia interna es nula si no obra exteriormente diversas mortificaciones de la carne.
En consecuencia, subsiste la pena mientras perdura el odio al propio yo (es decir, la verdadera penitencia interior), lo que significa que ella continúa hasta la entrada en el reino de los cielos.
El Papa no quiere ni puede remitir culpa alguna, salvo aquella que él ha impuesto, sea por su arbitrio, sea por conformidad a los cánones.
El Papa no puede remitir culpa alguna, sino declarando y testimoniando que ha sido remitida por Dios, o remitiéndola con certeza en los casos que se ha reservado. Si éstos fuesen menospreciados, la culpa subsistirá íntegramente.
De ningún modo Dios remite la culpa a nadie, sin que al mismo tiempo lo humille y lo someta en todas las cosas al sacerdote, su vicario.
Los cánones penitenciales han sido impuestos únicamente a los vivientes y nada debe ser impuesto a los moribundos basándose en los cánones.
Por ello, el Espíritu Santo nos beneficia en la persona del Papa, quien en sus decretos siempre hace una excepción en caso de muerte y de necesidad.
Mal y torpemente proceden los sacerdotes que reservan a los moribundos penas canónicas en el purgatorio.
Esta cizaña, cual la de transformar la pena canónica en pena para el purgatorio, parece por cierto haber sido sembrada mientras los obispos dormían.
Antiguamente las penas canónicas no se imponían después sino antes de la absolución, como prueba de la verdadera contrición.
Los moribundos son absueltos de todas sus culpas a causa de la muerte y ya son muertos para las leyes canónicas, quedando de derecho exentos de ellas.
Una pureza o caridad imperfectas traen consigo para el moribundo, necesariamente, gran miedo; el cual es tanto mayor cuanto menor sean aquéllas.
Este temor y horror son suficientes por sí solos (por no hablar de otras cosas) para constituir la pena del purgatorio, puesto que están muy cerca del horror de la desesperación.
Al parecer, el infierno, el purgatorio y el cielo difieren entre sí como la desesperación, la cuasi desesperación y al seguridad de la salvación.
Parece necesario para las almas del purgatorio que a medida que disminuya el horror, aumente la caridad.
Y no parece probado, sea por la razón o por las Escrituras, que estas almas estén excluidas del estado de mérito o del crecimiento en la caridad.
Y tampoco parece probado que las almas en el purgatorio, al menos en su totalidad, tengan plena certeza de su bienaventuranza ni aún en el caso de que nosotros podamos estar completamente seguros de ello.
Por tanto, cuando el Papa habla de remisión plenaria de todas las penas, significa simplemente el perdón de todas ellas, sino solamente el de aquellas que él mismo impuso.
En consecuencia, yerran aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa.
De modo que el Papa no remite pena alguna a las almas del purgatorio que, según los cánones, ellas debían haber pagado en esta vida.
Si a alguien se le puede conceder en todo sentido una remisión de todas las penas, es seguro que ello solamente puede otorgarse a los más perfectos, es decir, muy pocos.
Por esta razón, la mayor parte de la gente es necesariamente engañada por esa indiscriminada y jactanciosa promesa de la liberación de las penas.
El poder que el Papa tiene universalmente sobre el purgatorio, cualquier obispo o cura lo posee en particular sobre su diócesis o parroquia.
Muy bien procede el Papa al dar la remisión a las almas del purgatorio, no en virtud del poder de las llaves (que no posee), sino por vía de la intercesión.
Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale volando.
Cierto es que, cuando al tintinear, la moneda cae en la caja, el lucro y la avaricia pueden ir en aumento, más la intercesión de la Iglesia depende sólo de la voluntad de Dios.
¿Quién sabe, acaso, si todas las almas del purgatorio desean ser redimidas? Hay que recordar lo que, según la leyenda, aconteció con San Severino y San Pascual.
Nadie está seguro de la sinceridad de su propia contrición y mucho menos de que haya obtenido la remisión plenaria.
Cuán raro es el hombre verdaderamente penitente, tan raro como el que en verdad adquiere indulgencias; es decir, que el tal es rarísimo.
Serán eternamente condenados junto con sus maestros, aquellos que crean estar seguros de su salvación mediante una carta de indulgencias.
Hemos de cuidarnos mucho de aquellos que afirman que las indulgencias del Papa son el inestimable don divino por el cual el hombre es reconciliado con Dios.
Pues aquellas gracias de perdón sólo se refieren a las penas de la satisfacción sacramental, las cuales han sido establecidas por los hombres.
Predican una doctrina anticristiana aquellos que enseñan que no es necesaria la contrición para los que rescatan almas o confessionalia.
Cualquier cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión plenaria de pena y culpa, aun sin carta de indulgencias.
Cualquier cristiano verdadero, sea que esté vivo o muerto, tiene participación en todos los bienes de Cristo y de la Iglesia; esta participación le ha sido concedida por Dios, aun sin cartas de indulgencias.
No obstante, la remisión y la participación otorgadas por el Papa no han de menospreciarse en manera alguna, porque, como ya he dicho, constituyen un anuncio de la remisión divina.
Es dificilísimo hasta para los teólogos más brillantes, ensalzar al mismo tiempo, ante el pueblo, la prodigalidad de las indulgencias y la verdad de la contrición.
La verdadera contrición busca y ama las penas, pero la profusión de las indulgencias relaja y hace que las penas sean odiadas; por lo menos, da ocasión para ello.
Las indulgencias apostólicas deben predicarse con cautela para que el pueblo no crea equivocadamente que deban ser preferidas a las demás buenas obras de caridad.
Debe enseñarse a los cristianos que no es la intención del Papa, en manera alguna, que la compra de indulgencias se compare con las obras de misericordia.
Hay que instruir a los cristianos que aquel que socorre al pobre o ayuda al indigente, realiza una obra mayor que si comprase indulgencias.
Porque la caridad crece por la obra de caridad y el hombre llega a ser mejor; en cambio, no lo es por las indulgencias, sino a lo mas, liberado de la pena.
Debe enseñarse a los cristianos que el que ve a un indigente y, sin prestarle atención, da su dinero para comprar indulgencias, lo que obtiene en verdad no son las indulgencias papales, sino la indignación de Dios.
Debe enseñarse a los cristianos que, si no son colmados de bienes superfluos, están obligados a retener lo necesario para su casa y de ningún modo derrocharlo en indulgencias.
Debe enseñarse a los cristianos que la compra de indulgencias queda librada a la propia voluntad y no constituye obligación.
Se debe enseñar a los cristianos que, al otorgar indulgencias, el Papa tanto más necesita cuanto desea una oración ferviente por su persona, antes que dinero en efectivo.
Hay que enseñar a los cristianos que las indulgencias papales son útiles si en ellas no ponen su confianza, pero muy nocivas si, a causa de ellas, pierden el temor de Dios.
Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas.
Debe enseñarse a los cristianos que el Papa estaría dispuesto, como es su deber, a dar de su peculio a muchísimos de aquellos a los cuales los pregoneros de indulgencias sonsacaron el dinero aun cuando para ello tuviera que vender la basílica de San Pedro, si fuera menester.
Vana es la confianza en la salvación por medio de una carta de indulgencias, aunque el comisario y hasta el mismo Papa pusieran su misma alma como prenda.
Son enemigos de Cristo y del Papa los que, para predicar indulgencias, ordenan suspender por completo la predicación de la palabra de Dios en otras iglesias.
Oféndese a la palabra de Dios, cuando en un mismo sermón se dedica tanto o más tiempo a las indulgencias que a ella.
Ha de ser la intención del Papa que si las indulgencias (que muy poco significan) se celebran con una campana, una procesión y una ceremonia, el evangelio (que es lo más importante)deba predicarse con cien campanas, cien procesiones y cien ceremonias.
Los tesoros de la iglesia, de donde el Papa distribuye las indulgencias, no son ni suficientemente mencionados ni conocidos entre el pueblo de Dios.
Que en todo caso no son temporales resulta evidente por el hecho de que muchos de los pregoneros no los derrochan, sino más bien los atesoran.
Tampoco son los méritos de Cristo y de los santos, porque éstos siempre obran, sin la intervención del Papa, la gracia del hombre interior y la cruz, la muerte y el infierno del hombre exterior.
San Lorenzo dijo que los tesoros de la iglesia eran los pobres, mas hablaba usando el término en el sentido de su época.
No hablamos exageradamente si afirmamos que las llaves de la iglesia (donadas por el mérito de Cristo) constituyen ese tesoro.
Esta claro, pues, que para la remisión de las penas y de los casos reservados, basta con la sola potestad del Papa.
El verdadero tesoro de la iglesia es el sacrosanto evangelio de la gloria y de la gracia de Dios.
Empero este tesoro es, con razón, muy odiado, puesto que hace que los primeros sean postreros.
En cambio, el tesoro de las indulgencias, con razón, es sumamente grato, porque hace que los postreros sean primeros.
Por ello, los tesoros del evangelio son redes con las cuales en otros tiempos se pescaban a hombres poseedores de bienes.
Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres.
Respecto a las indulgencias que los predicadores pregonan con gracias máximas, se entiende que efectivamente lo son en cuanto proporcionan ganancias.
No obstante, son las gracias más pequeñas en comparación con la gracia de Dios y la piedad de la cruz.
Los obispos y curas están obligados a admitir con toda reverencia a los comisarios de las indulgencias apostólicas.
Pero tienen el deber aún más de vigilar con todos sus ojos y escuchar con todos sus oídos, para que esos hombres no prediquen sus propios ensueños en lugar de lo que el Papa les ha encomendado.
Quién habla contra la verdad de las indulgencias apostólicas, sea anatema y maldito.
Mas quien se preocupa por los excesos y demasías verbales de los predicadores de indulgencias, sea bendito.
Así como el Papa justamente fulmina excomunión contra los que maquinan algo, con cualquier artimaña de venta en perjuicio de las indulgencias.
Tanto más trata de condenar a los que bajo el pretexto de las indulgencias, intrigan en perjuicio de la caridad y la verdad.
Es un disparate pensar que las indulgencias del Papa sean tan eficaces como para que puedan absolver, para hablar de algo imposible, a un hombre que haya violado a la madre de Dios.
Decimos por el contrario, que las indulgencias papales no pueden borrar el más leve de los pecados veniales, en concierne a la culpa.
Afirmar que si San Pedro fuese Papa hoy, no podría conceder mayores gracias, constituye una blasfemia contra San Pedro y el Papa.
Sostenemos, por el contrario, que el actual Papa, como cualquier otro, dispone de mayores gracias, saber: el evangelio, las virtudes espirituales, los dones de sanidad, etc., como se dice en 1ª de Corintios 12.
Es blasfemia aseverar que la cruz con las armas papales llamativamente erecta, equivale a la cruz de Cristo.
Tendrán que rendir cuenta los obispos, curas y teólogos, al permitir que charlas tales se propongan al pueblo.
Esta arbitraria predicación de indulgencias hace que ni siquiera, aun para personas cultas, resulte fácil salvar el respeto que se debe al Papa, frente a las calumnias o preguntas indudablemente sutiles de los laicos.
Por ejemplo: ¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio a causa de la santísima caridad y la muy apremiante necesidad de las almas, lo cual sería la más justa de todas las razones si él redime un número infinito de almas a causa del muy miserable dinero para la construcción de la basílica, lo cual es un motivo completamente insignificante?
Del mismo modo: ¿Por qué subsisten las misas y aniversarios por los difuntos y por qué el Papa no devuelve o permite retirar las fundaciones instituidas en beneficio de ellos, puesto que ya no es justo orar por los redimidos?
Del mismo modo: ¿Qué es esta nueva piedad de Dios y del Papa, según la cual conceden al impío y enemigo de Dios, por medio del dinero, redimir un alma pía y amiga de Dios, y por que no la redimen más bien, a causa de la necesidad, por gratuita caridad hacia esa misma alma pía y amada?
Del mismo modo: ¿Por qué los cánones penitenciales que de hecho y por el desuso desde hace tiempo están abrogados y muertos como tales, se satisfacen no obstante hasta hoy por la concesión de indulgencias, como si estuviesen en plena vigencia?
Del mismo modo: ¿Por qué el Papa, cuya fortuna es hoy más abundante que la de los más opulentos ricos, no construye tan sólo una basílica de San Pedro de su propio dinero, en lugar de hacerlo con el de los pobres creyentes?
Del mismo modo: ¿Qué es lo que remite el Papa y qué participación concede a los que por una perfecta contrición tienen ya derecho a una remisión y participación plenarias?
Del mismo modo: ¿Que bien mayor podría hacerse a la iglesia si el Papa, como lo hace ahora una vez, concediese estas remisiones y participaciones cien veces por día a cualquiera de los creyentes?
Dado que el Papa, por medio de sus indulgencias, busca más la salvación de las almas que el dinero, ¿por qué suspende las cartas e indulgencias ya anteriormente concedidas, si son igualmente eficaces?
Reprimir estos sagaces argumentos de los laicos sólo por la fuerza, sin desvirtuarlos con razones, significa exponer a la Iglesia y al Papa a la burla de sus enemigos y contribuir a la desdicha de los cristianos.
Por tanto, si las indulgencias se predicasen según el espíritu y la intención del Papa, todas esas objeciones se resolverían con facilidad o más bien no existirían.
Que se vayan, pues todos aquellos profetas que dicen al pueblo de Cristo: "Paz, paz"; y no hay paz.
Que prosperen todos aquellos profetas que dicen al pueblo: "Cruz, cruz" y no hay cruz.
Es menester exhortar a los cristianos que se esfuercen por seguir a Cristo, su cabeza, a través de penas, muertes e infierno.
Y a confiar en que entrarán al cielo a través de muchas tribulaciones, antes que por la ilusoria seguridad de paz.
ALGUNOS ENLACES DE INTERÉS:
Biografía del Teólogo Martín Lutero:
http://es.wikipedia.org/wiki/Mart%C3%ADn_Lutero
Biografía del Teólogo Juan Calvino
http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Calvino
Enrique VIII y el anglicanismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Anglicanismo
Iglesias Bautistas
http://www.iglesiabautista.org/
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días
http://es.wikipedia.org/wiki/Mormones
Iglesia Pentecostal
http://www.mundopentecostal.com/nuestra-iglesia.htm
Iglesia Católica
http://www.iglesia.org/
Algo sobre Religión Judía
http://www.torah.org/
Algo sobre Religión Musulmana
http://www.portalplanetasedna.com.ar/musulmana.htm
Nota de la Redacción:
Nosotros somos respetuosos de todas las religiones, siempre que exalten el amor al creador y fomenten cualidades humanas de convivencia que permitan, además de ganarnos el cielo, tener para todos una vida más digna en el mundo.
Nota 2:
Por motivos estrictamente familiares las ediciones del día Sábado y Domingo no serán actualizadas, por lo que solicitamos a nuestros (as) lectores (as) nos concedan las disculpas del caso.
Biografía del Teólogo Juan Calvino
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Nota de la Redacción:
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